Los pasos de la paz
Danzar por la paz. Espectáculo coreográfico con idea y dirección de Leonardo Reale. Ballet Estable del Teatro Colón, Metropolitano de Buenos Aires, Contemporáneo del Teatro San Martín, y compañías invitadas. Teatro Cervantes.
Bailarín,coreógrafo, director del Ballet Metropolitano, Leonardo Reale suma ahora a sus títulos el de Personalidad Destacada de la Cultura, otorgado por la Legislatura Porteña, que le fue entregado en el escenario luego de la primera velada de “Danzar por la Paz 2016”, ante el cerrado aplauso de artistas y público. Merecido lauro para quien desde hace tres años, organiza estos encuentros entre compañías y solistas, con la finalidad de colaborar con UNICEF.
Elencos oficiales junto a privados convivieron durante dos funciones, y brindaron un panorama ecléctico. En la primera, que es la que ahora comentamos, hubo una notable y loable inclinación por el folclore argentino, género escasamente frecuentado en este tipo de galas. A la delicada estilización de la propuesta de la Compañía de Danza Pucará se opuso la fuerza y destreza de Los Potros Malambo, imponen- tes desde su entrada por la platea hasta el competitivo malambo en escena.
La danza académica no podía faltar, y Edgardo Trabalón y Carla Vincelli, del Teatro Colón, fueron los encargados de ejemplificarla con el pas de deux de “Don Quijote”, donde también Macarena Giménez lució impecable en su variación.
Se repuso “Pampa universal”, una creación de Leonardo Reale para su Ballet Metropolitano, pen- sada para pareja mixta de bailarines solistas y cuatro bailarinas, en plástico lenguaje neoclásico. Por el lado de lo contemporáneo, la compañía Pies Desnudos, dirigida por Laura Roatta, mostró “Les nuages” una interesantísima coreografía de su directora sobre música de Franz Schubert, diseñada sobre formas difusas e imágenes sutiles, y muy bien traducida por un elenco íntegramente femenino. En otra sintonía, Anabella Tuliano presentó “Idaki” junto a su Grupo Cadabra, vibrante y eléctrica, acompañada en vivo por la violinista Mariela Trinchero.
Sibila, la gran intérprete de danza flamenca, supo llenar ella sola el escenario con extraordinarios braceos y elegante zapateo, acompañada de su abanico carmesí, en “El mar de tu sentir”.
No abunda en absoluto volver a ver “Chopin, número 1” aunque sea fragmentado en sus últimos dos movimientos, coreográfica traducción del Concierto para piano Nº 1 del compositor polaco emprendida por Mauricio Wainrot, en la inspirada interpretación de Victoria Balanza y Rubén Rodríguez, del Ballet del San Martín.
Dejamos para el final “Domingo”, la originalísima coreografía de Leonardo Cuello que su compañía bailó sobre milongas de Juan D’Arienzo, parodiando un picnic en los 50’, donde varones y chicas sacaron chispas del escenario y ovaciones de los concurrentes.