Entre blanco y negro
Hace ocho años, James Neilson contaba en NOTICIAS tras las elecciones presidenciales que daban como ganador a Barack Obama, por qué el primer presidente negro de los Estados Unidos sería en realidad un conservador en comparación con la expectativas que de él se había formado el electorado. Casi en sentido opuesto, en esta edición de NOTICIAS analizamos si Donald Trump será como presidente, el monstruo que muchos auguran. James Neilson y Claudio Fantini lo ponen a la altura de otros líderes populistas que actualmente gobiernan en Rusia, Venezuela, y de los movimientos que avanzan en gran parte de Europa. Y como otros populistas conocidos, aprovechará “la grieta” ya abierta para profundizarla, para representar al pueblo en contra del establishment que le costó la victoria a Hillary Clinton: “Lo del ‘que se vayan todos’ no fue nada en comparación con la convulsión política que acaba de producirse en Estados Unidos”, apunta Nielson en su columna de esta semana. La recuperación rápida de algunos mercados después de las caídas, los acercamientos al diálogo de muchos de los que se manifestaron en su contra –incluido el Gobierno argentino–, y el discurso atenuado de Trump en los festejos post victoria en las urnas, son, sin embargo, señales positivas de normalidad. Habrá que esperar al 20 de enero, cuando ingrese al Salón Oval como presidente, para comprobar si lleva o no adelante sus promesas más extremas. Lo que parece casi seguro es que el nuevo presidente tratará de borrar la era Obama a pura firma de decretos. ¿Será un progresista entonces si Obama fue conservador? Seguramente no. Sus medidas proteccionistas, festejadas por un sector industrial argentino, elevarán por otro lado las tasas de interés de los préstamos que Argentina tome para pasar el 2017 –año eleccionario– sin achicar el gasto y realizar el ajuste fiscal, como apunta Alejandro Rebossio en su nota de esta semana sobre el impacto en la economía local.