Evolucioné con lo que pasó con Darío”
Protagoniza la película “Hija única” y es parte de “Por amarte así”, la nueva novela de Telefe. Crisis, lealtades y la tilinguería.
Lucha
por sentirse como pez en el agua durante la producción de fotos. Se prueba prendas, sandalias, stilettos, se mira al espejo, se sube a una mesa, se estira plástica en el piso. Cuando consigue fluir, festeja. De batallas internas y externas hablará ampliamente. También de la búsqueda por relajarse ante las amenazas que la rodean.
Viene de grabar “Por amarte así”, la tira que pronto estrena Telefe y que encabezan Catherine Fulop y Gabriel Corrado, y está ansiosa por la llegada al cine de “Hija única”, film de Santiago Palavecino que Esmeralda Mitre protagoniza junto a Ailín Salas y Juan Barberini. Confiesa que los últimos meses fueron una revolcada en las profundidades de su alma dada la controversia por las declaraciones de su marido, Darío Lopérfido, respecto del número de desaparecidos en la última dictadura, que detonaron su renuncia al Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires. “Nadie se animó a decirme nada pero sí veo en los ojos de la gente lo que pasa. Mi mayor preocupación es que sean injustos con Darío”.
NOTICIAS: Contó que su objetivo era recortarse individualmente. ¿Está más plantada?
Esmeralda Mitre: Estoy muchísimo más plantada porque tuve muchas crisis y alegrías, no hay evolución sin crisis. Me siento más yo misma, avancé profesionalmente y con Darío como pareja. Siento que gané muchas batallas, como salir adelante y superar desafíos.
NOTICIAS: En vez de sentirse en el mar queriendo salir a flote, puede moverse en el agua sin amenaza.
Mitre: Exactamente. Igual siento amenazas. Estamos completamente amenazados todo el tiempo. NOTICIAS: ¿Por qué cosas? Mitre: Por la envidia y el prejuicio; no yo sino todo el mundo. Hasta que en un momento, cuando viste todo eso y ganaste, tenés que parar porque como me dijo mi psiquiatra (se corrige), mi psicólogo…
NOTICIAS: ¿Psicólogo o psiquiatra?
Mitre: Psicólogo y psiquiatra (sonríe): “Ya ganaste todas las batallas, no hay nada más que pelear, disfrutá”. Si alguien no me hacía ese espejo, quizás seguía inventando nuevas