La revolución cibernética
Un experto del MIT analiza beneficios y riesgos de la tecnologización. El trabajo.
Durante
siglos la fuerza de los músculos humanos fue la única fuente de energía capaz de reproducir cosas. Con la Revolución Industrial, la energía pasó a alimentar la potencia de una invención que lo cambió todo: las máquinas. Comenzó entonces la primera era de las máquinas. El aumento en la productividad provocó un salto inédito en la historia de la humanidad y sentó las bases del mundo tal cual lo conocemos hoy.
Pero ahora, dice el economista estadounidense Erik Brynjolfsson (director del centro de Negocios Digitales del Instituto de Tecnología de Massachusetts, MIT), estamos amaneciendo a una nueva revolución: después de los brazos del ser humano y de la máquina a vapor, llegamos a los avances de la tecnología y de la inteligencia artificial. Son ellas las que van a potenciar la capacidad humana de un modo tal que cambiará una vez más la manera en cómo vivimos.
PERIODISTA: Usted dice que el mundo vivie lo que sería la segunda era de las máquinas. ¿Cómo la define?
Erik Brynjolfsson: Defino de ese modo al momento actual porque lo que las tecnologías de la computación y los avances digitales están haciendo por nuestro cerebro es lo mismo que las máquinas a vapor hicieron por nuestros brazos en la época de la revolución industrial, la primera era de las máquinas.
PERIODISTA: ¿Qué cambios traerá esa segunda era de las máquinas?
Brynjolfsson: La historia de la humanidad ha estado marcada por largo períodos de estabilidad, tanto en lo que se refiere al crecimiento de la economía como a las mejoras en el patrón de vida. Una de las pocas excepciones fue, justamente la Revolución Industrial, momento en el que se produjo un crecimiento anual medio en Inglaterra del 2% anual. Actualmente, el potencial es mucho mayor. En los últimos años, las computadoras comenzaron a diagnosticar enfermedades, dirigir automóviles y a escribir en prosa, sin ninguna orientación humana. Ya lograron también escuchar y hablar como seres humanos. Esas transformaciones están creando un nuevo impulso para el crecimiento de la economía global. Cuando se comparan las tasas de aumento en la productividad del mundo desde la década de 1970 vemos que en ningún período fueron tan altas como entre la década que fue del año 2000 al año 2010. Y la principal responsable de eso ha sido el uso de la tecnología.
PERIODISTA: ¿Cuándo ocurrió el punto cero de esa revolución?
Brynjolfsson: En el año 1997,