¿García Belsunce II?
La Justicia apunta a la familia de María Teresa Valente, quienes hablaron de un accidente. El viudo y el móvil económico.
por su empleada doméstica el sábado a las 10. y no fue un suicidio como se creyó en un principio.
no faltaba ninguna pertenencia ni se activaron los sistemas de alarma. Tampoco los vecinos escucharon ni vieron nada extraño. La hija de Taty fue quien acudió a su domicilio luego de la llamada de la empleada doméstica. Fortunas,
disputas familiares y un asesinato que es descubierto cuando todos daban por desterrada esa hipótesis. El homicidio de María Teresa “Taty” Valente (62) se asemeja mucho al de María Marta García Belsunce, ocurrido en el 2002. Las similitudes se vuelven mayores cuando, al igual que en aquella investigación, primero se habló de un accidente y después, la familia y el entorno de la víctima se convirtieron en los principales sospechosos.
“Todo parece indicar que se trató de alguien de su círculo íntimo”, aseguran fuentes cercanas a la pesquisa. En efecto, la principal hipótesis que baraja por el momento la fiscal María Laura Cristini es que se trató de alguien cercano a Valente y en ese sentido avanza la investigación. “Quien la mató sabía bien los movimientos de la víctima y tenía conocimiento sobre cómo entrar y salir de la casa”, plantean desde la UFI N°2 de Ituzaingó y agregan que el móvil del robo está descartado puesto que no faltaba ninguna pertenencia de la mujer. “Quien haya sido conoce la zona y sabía cómo hacerlo. Los ve- El ex esposo se fue de la casona a principios de año. Estaban en proceso de divorcio. cinos no escucharon ni vieron nada extraño”, comentan.
Estas particularidades de la escena del crimen son las que llevan a los investigadores a apuntar directamente contra la familia de la víctima. Su ex esposo, Pedro Omar Geraige y sus hijos, Valeria y Omar, quedaron así en la mira de la fiscalía. Incluso los familiares y la empleada doméstica que encontró el cuerpo de Valente debieron someterse a exámenes médicos forenses para determinar si alguno tiene lesiones compatibles con una eventual pelea. Y si bien los resultados de estas pericias aún no fueron determinados, la investigación oficial sigue avanzando en ese sentido. “La fiscalía apunta contra la familia. Eso
YEl hijo fue el último en ver a su madre con vida. Vivía con ella pero esa noche durmió en lo de su novia. es un disparate. Ellos están destruidos y tienen que soportar que ahora digan que fueron ellos”, comentó un allegado a la familia.
MARCHA ATRÁS. El sábado 19 en horas de la mañana, la empleada doméstica que trabajaba en la mansión de Udaondo 3497 ingresó al domicilio y notó que Taty no estaba dentro del domicilio, como de costumbre, sino que estaba al lado de la pileta, con su cuerpo recostado en el borde y sólo los pies dentro del agua. Al acercarse, descubrió que no se había quedado dormida, sino que estaba inconsciente. Eran las 10 cuando llamó a la hija, Valeria, pero cuando ella llegó ya no había nada que hacer.
“En la casa no faltaba nada y no había signos de pelea ni nada, por lo cual todo hacía pensar en un suicidio”, comentan fuentes cercanas a la causa. Sin embargo, la carátula pronto cambiaría. El lunes, el cuerpo médico forense hizo llegar los resultados de la autopsia. No se trataba de un suicidio ni una muerte accidental producto del exceso de antidepresivos, como se sospechaba, sino que Valente había sido víctima de un ho-
“Quien la mató sabía bien los movimientos de la víctima y conocía cómo entrar y salir de la casa”, aseguran desde la fiscalía.