Disolvieron su productora, pero siguen juntos en Sagai y enfrentan un juicio millonario. Negocios y peleas.
La
grieta que divide al país actúa de maneras extrañas. Desde que CFK dejó el poder, los actores que la defendían –y que trabajaban con el Estado y defenestraban a sus adversarios– ahora se cruzan de formas insólitas. Algunos se muestran hoy cerca del macrismo y otros se volvieron contra sus ex compañeros. El escándalo que por estos días se desató entre estos colegas sirve para demostrarlo. Sagai, la asociación de 5.000 actores que dirigen Osvaldo Santoro, Pablo Echarri, Martín Seefeld y “Pepe” Soriano, entre otros, enfrenta hoy un juicio multimillonario de parte de uno de sus miembros, que denuncia un fraudulento arreglo con la empresa Direc TV. En el mismo grupo se cruza el mejor amigo del Presidente, Seefeld, y Echarri, quien fue uno de los más fervorosos defensores de CFK. Y por si fuera poco, esa entidad arrastra una lucha de larga data contra una sociedad paralela, fundada por dos ex miembros: Luis Brandoni y Andrea del Boca. En esta pelea la dicotomía kirchnerista versus macrista se comporta con lógica bestial, y los paladines de ambos bandos se cruzan en los distintos frentes.
TOMALA VOS. La recesión afectó a toda la economía, pero en uno de los lados donde más se sintió fue en el mundo de las artes. “No fue un buen año para el gremio”, dice Osvaldo Santoro, que aparte de ser un exitoso intérprete es el secretario de la Sociedad Argentina de Gestión de Actores Intérpretes (Sagai). Es que el kirchnerismo invirtió durante su mandato no menos de 2.500 millo- nes de pesos en este sector –monto más grande que el PBI de las Islas Salomón o el de la República de San Marino–. El área del gobierno que manejaba esto era el Ministerio de Planificación Federal de Julio De Vido, el mismo organismo que tiene que encargarse, por ejemplo, de las obras públicas y del tendido eléctrico del país. Según este ministerio, que fue desmembrado por el nuevo Presidente cuando apenas asumió, los planes de fomento a la industria audiovisual “generaron más de 8.000 puestos de trabajo genuinos y crearon 100 productoras”. La gestión nacional anterior produjo 650 series, incluyendo shows multitudinarios y públicos, un repunte de los medios estatales –y otros paraestatales, como el ahora quebrado Grupo 23– y la