Teoría que se evaporó
Fidel Castro fue un gobernante que produjo enormes males, pero tuvo una gran consecuencia con sus ideas.
Con Fidel Castro muere una etapa de la historia latinoamericana que no se puede comprender fuera de su contexto. La revolución cubana se produjo en los albores de una década en la que se derrumbaron los valores de Occidente. La idea de que el capitalismo entraba en una crisis definitiva, pareció hacerse realidad. De acuerdo a las creencias de la época, el Ejército Rojo había liberado a los países de Europa Oriental, su influencia se expandía por el mundo con la militancia masiva de intelectuales y grupos armados que trataban de imponer el socialismo en sus países.
Robert Taber publicó el libro La guerra de la pulga, que demostraba que en ningún país del mundo, con la excepción de la Grecia de postguerra, fue posible derrotar a la guerrilla. El triunfo de la revolución mundial era ya inevitable. Heller proclamó que en la URSS había nacido el hombre comunista, fase superior del homo sapiens, sin las taras capitalistas.
A partir de la crisis del Partido Comunista en los ‘60, Fidel empezó a jugar su propio juego internacional, movido más por su ego que por la ambición económica. No se conformaba con ser un líder revolucionario cubano, quería encabezar la revolución mundial. Durante tres décadas promovió y apoyó a las guerrillas en toda América Latina. La idea del Che Guevara de hacer de la cordillera de los Andes una enorme Sierra Maestra se tradujo en la consigna con la que marchaban los jóvenes en las manifestaciones: “Cuál fue la consigna del Comandante Che Guevara… Crear un, dos, tres Vietnam”. es el único mandatario latinoamericano que participó militarmente en otros continentes. En 1963 mandó a Argelia a tropas regulares cubanas que