EL PETRÓLEO Y EL DOLAR
AEcuador le pasó factura la caída del precio del petróleo. Y el monto fue tan grande que al que gane quizás le toque quedarse a barrer la cocina. El presidente Rafael Correa, que se vio obligado a admitir por primera vez ante la prensa extranjera que la economía ecuatoriana se había estancando, tuvo que recortar el presupuesto por la bajada de más del 50% del precio del petróleo. Aunque Correa aseguró al principio de la crisis petrolera que las cuentas eran tan sólidas como para enfrentar un precio por barril de 20 dólares, luego se corrigió durante la primera legislatura: “No sería extraño que Ecuador registrara un crecimiento ligeramente negativo, por debajo de cero”.
Ecuador es económicamente dependiente del petróleo y su modelo de crecimiento está basado en variables foráneas que no se pueden controlar. Con un cambio medio de casi 0,90 euros por dólar este año, las actividades productivas de Ecuador perdieron competitividad en el plano internacional. Es decir, el producto ecuatoriano se vuelve más caro y por eso caen las exportaciones de las que tanto depende una economía dolarizada que no puede devaluar su moneda. Algo que sí han hecho los vecinos Colombia y Perú.
El bajo precio del petróleo junto con una elevada cotización del dólar estadounidense (moneda que utiliza Ecuador desde 2000) hundieron a Ecuador en la recesión. El PIB ya cayó un 2% y las dificultades económicas que atraviesa el país asustan al sector empresarial, que reclama tan solo que el Gobierno no dibuje las estadísticas oficiales y confirme que en los últimos seis meses la economía del país se ha venido abajo.