Armando el relato
Quiénes están detrás del discurso inaugural. La estrategia conocida de “hablarle al pueblo” y desacreditar a la oposición y la prensa.
Esto
no es entretenimiento, esto no es un reality show. Esto es una carrera para la presidencia de Estados Unidos”, le escupió Obama a Trump en mayo del año pasado, cuando la campaña recién arrancaba. Estaba equivocado, y el presidente entrante lo entendió mejor. Supo imprimirle a la campaña tu tinte, más cerca del barro que del oro de su icónica cabellera, y convirtió la carrera a la presidencia estadounidense en un penoso pero entretenido espectáculo, su reality.
La discusión giró siempre en torno a su verba polémica y discriminatoria. Estratégico: evitó hablar de sus planes de gobierno, casi inexistentes. Así ganó. Y ahora le llega el mando. Aunque de hecho lo ejerce para las cámaras, y las redes (su principal arma), desde hace unas semanas. Su show renovó para otra temporada.
TIERRA PROMETIDA. Como Moisés, el de la “soap opera” que hace furor en la tele, Trump dividió las aguas, y aprovechó la grieta para polarizar al electorado y llegar a la Casa Blanca. El moderno faraón supo conquistar paradójicamente al electorado más pobre con su volver a la Tierra Prometida: “Make America great again”. Traducido: un Estados Unidos en la punta de la pirámide en lugar del modelo igualador de Obama.
El relato Trump se apoya en ese sentido en el discurso generalizado del partido republicano, que tiene al documentalista Dinesh D'Souza (ver recuadro) como su Michael Moore (el realizador que facilitó la demolición del gobierno del presidente republicano George W. Bush con “Fahrenheit 9/11”, se ocupó este año también de pegarle a Trump). El primer trabajo de D'Souza fue furor en 2012: recaudó 20 millones de dólares, y lo vieron en el cine millones de personas en 1.800 salas Estados Unidos. El documental “2016: Obama's Ameri-