Hada madrina de los artistas
Fue la musa de la muestra argentina en Madrid. Polémicas y sobrina “colada”.
La
feria de Madrid ARCO fue el escenario ideal para que Juliana Awada se luciera frente a la prensa internacional. Alejada de la polémica que se desató en la Argentina por la selección de los galeristas que participaron y por la presencia de la sobrina del Presidente, María Calcaterra, la primera dama se mostró relajada y desplegó todos sus conocimientos frente a los reyes de España. A más de un año de haber llegado al poder, Awada parece haber encontrado un rol que le encaja a la perfección: promotora del arte nacional.
Tanto Mauricio Macri como su equipo confían en el criterio de Awada cuando de arte se trata. Por eso, nadie dudó en delegarle la responsabilidad de elegir qué le regalarían a Felipe VI y a su mujer, Letizia Ortiz, en la visita oficial a España. El obsequio elegido por la primera dama consistió en cuatro obras de arte con paisajes de distintos rincones de la Argentina, del fotógrafo Marcos Zimmermann. “Ella eligió todo, tanto al artista como las imágenes”, aseguran desde la Casa Rosada.
En el mundo del arte porteño se muestran entusiasmados con que Awada empiece a explotar esta faceta y reconocen que ya hace muchos años es conocida dentro del ambiente de las galerías de Buenos Aires. “Las conoce todas, suele comprar y es muy generosa acercando clientes”, cuenta el dueño de uno de los espacios más conocidos de Palermo.
CULTURAL Y POLÉMICA. La Feria Internacional de Arte Contemporáneo es una de las principales del circuito artístico internacional y, para los artistas locales, significa la puerta de entrada a Europa. Por esta razón, que la Argentina haya sido elegida como país invitado de honor significó todo un desafío para el ministro de Cultura, Pablo Avelluto. Sin embargo, la organización del evento estuvo teñida de polémica.
A los rumores sobre su posible salida del ministerio y la interna dentro de su cartera, se le sumó la acusación de que el Estado argentino había gastado 3 millones de euros para llevar a los galeristas que se presentaron en ARCO. Desde el ministerio desmin- tieron la cifra y aseguraron que el gasto fue de 950.000 euros además de los pasajes y el traslado de las obras, que había corrido por cuenta de Aerolíneas Argentinas, y que equivaldría a otros 200.000 euros. En una entrevista radial, Avelluto se defendió de las denuncias y dijo: “La primera dama Juliana Awada tiene una relación de muchos años con el mundo de las galerías, con el mundo de los artistas. Fue una gran impulsora de todo esto”.
El impulso de Awada no tuvo que ver con la selección de las galerías o de los artistas que participaron de la feria (que estuvo a cargo de Inés Kartzenstein) ni tampoco con el programa paralelo que organizó el ministerio en Madrid con stands en distintos puntos de la ciudad (que quedó en manos de Sonia Becce y Marcelo Panozzo). El rol de Awada consistió, básicamente, en promover el evento tanto hacia adentro como hacia afuera de Gobierno. “A ella le interesaba mucho y, de hecho, tenía pensado hacer este viaje y participar de ARCO antes de que se organizara la visita oficial. La agenda original era de ella y después se sumó el Presidente”, contaron desde el entorno de Awada.
“La Primera Dama ha acompañado con mucho entusiasmo este proyecto a partir de su conocimiento del trabajo de muchos artistas y su
interés por el arte contemporáneo argentino”, afirmó a NOTICIAS el propio Avelluto.
El marcado interés de Awada por este tipo de actividades hizo que se luciera el jueves 23 de febrero, cuando se inauguró la feria con la presencia del matrimonio presidencial y los reyes de España. El cuarteto recorrió
los puestos y la Primera Dama se encargó de mostrar todo lo que sabía sobre las doce galerías argentinas presentes.
PRESENCIA FAMILIAR. Otra de las polémicas que rondó a ARCO fue la presencia de María Calcaterra (hija de Ángelo Calcaterra, el primo de Mauricio Macri mencionado por Lá- zaro Báez como uno de los empresarios que cobraba sobreprecios en los años K). La sobrina del Presidente es dueña de la galería porteña Moderno y Contemporáneo y ni bien se conoció su participación, apareció la sospecha de que quizás su familia la podría haber ayudado a ingresar al prestigioso evento.
Sin embargo, tanto desde el Gobierno como desde ARCO confirmaron que la joven logró ingresar de manera independiente. “Podés ser convocado por la feria y pagar tu espacio. Igualmente, aunque decidas pagar, debés pasar por un comité que garantiza calidad”, insistieron desde el Ministerio de Cultura.
Por su parte, la primera dama evitó mostrarse en público junto a su sobrina política así como expresarse sobre la polémica en torno a los gastos del Estado. En el mundo artístico parece moverse como pez en el agua, siempre y cuando pueda evitar los conflictos.