Circo con soda:
El show que debuta esta semana en el Luna ya es un éxito para el Cirque du Soleil, que encontró en los musicales la vuelta de tuerca.
el show que debuta esta semana en el Luna ya es un éxito para el Cirque du Soleil, que encontró en los musicales la vuelta de tuerca.
Desde el 9 de marzo en el Luna Park, Soda Stereo y el Cirque du Soleil harán historia juntos con “Sép7imo día”, el show que ya cuenta con cifras récord: el espectáculo salió a la venta en noviembre, vendió más de 50 mil tickets en 24hs, y a la fecha tiene más de 300 mil entradas vendidas para su etapa porteña, lo que equivale a casi 50 funciones en Buenos Aires (de las 72 que se harán en el Luna). El telón en el viejo templo del boxeo se bajará el 14 de mayo para empezar la gira (para la cual se emplearán unos 20 camiones). El 25 de mayo estrenará en Córdoba, y luego iniciará su periplo por América Latina: Lima, Santiago, Chile, Bogotá, el DF mexicano, Guadalajara y Monterrey. El año que viene habrá una segunda vuelta por Estados Unidos y otros países del continente. Y con el estreno también llegará el CD y el vinilo con la música del show, y un DVD con entrevistas, backstage y curiosidades.
QUERIENDO SOÑARLA. El proyecto nació en 2013 como una idea tripartita entre Roberto Costa (fundador y presidente de Pop Art Music), Daniel Kon (manager de Soda y director de Triple Producciones) y Diego Sáenz, (ex mánager de Soda y actual CEO de Popart Music). Habían visto el espectáculo del Cirque du Soleil con música de Michael Jackson en Las Vegas y salieron soñando una alian--
za con Soda.
Pero era un sueño. “No teníamos ni idea de como hacerles llegar la propuesta”, cuenta Sáenz, que inició entonces una cadena de llamados. “Mi cuñada trabajaba en Polo Circo y conocía a alguien que se ocupaba de las relaciones institucionales de la compañía. Me pasó el mail de esta persona, le escribo y me contesta: 'Gracias por tu mail, se lo voy a a reenviar a alguien'. Pensé ahí que nos iban a dar bola. Pero a los días me contesta Charles Joron, jefe de producción mundial del Cirque. Entonces lo bombardeo con mi propuesta y después hablamos por teléfono. Ahí me pregunta si podríamos ir a Montreal a presentar el proyecto y me da una reunión para noviembre de 2013”.
La propuesta gustó, y la compañía canadiense convocó en Buenos Aires, Santiago de Chile y México DF, varios focus group para evaluar las reacciones de la gente. Se evaluó el impacto actual de la banda y sus discos, y los costos del espectáculo. Finalmente se armó un almuerzo con su personal latinoamericano para tantear sus reacciones, y el negocio terminó de cerrar.
En junio de 2015 Soda Stereo y el Cirque du Soleil firmaron el contrato que materializó lo que dos años antes parecía sólo una ilusión. La formalización del proyecto se anunció en las redes sociales con un video de 30 segundos para presentar al mundo la alianza que hasta entonces parecía improbable.
ME VERÁS VOLAR. Michel Laprise (director del show “Kurios” del Cirque, y de la gira MDNA de Madonna) y Chantal Tremblay (directora de creación de “Love”, el musical de The Beatles), cabezas creativas de “Sép7imo día”, empezaron a venir a Buenos Aires para inspirarse en reuniones con Bosio y Alberti, productores musicales del espectáculo. Laprise desarroló la idea, y el proyecto se puso en marcha en Montreal. Dominique Lemieux diseñó el vestuario, Heather Shaw diseñó el set, y Germain Guillemot coreografió las acrobacias. Los argentinos Hernán Nupieri y Jazmín Calcarami estuvieron a cargo del diseño de sonido y maquillaje.
Seis meses después, los primeros ensayos coreográficos arrancaron en Tecnópolis (durante noviembre y diciembre). Y en enero de este año, el Cirque du Soleil mudó su centro de operaciones al estadio de Bouchard y Av. Corrientes.
La escenografía, que se armó también en Montreal y viajó en barco, salió del puerto de Buenos Aires en enero, coincidiendo con el arribo de los artistas que completaban el elenco del Cirque Du Soleil.
DE MÚSICA LIGERA. Mientras tanto, en Buenos Aires, Benito Cerati, Zeta, Charly Alberti y Adrián Taverna (el sonidista histórico de la banda), reimaginaron las canciones de Soda en Unísono, el estudio que Gustazo Cerati armó en Vicente López.
“Primero digitalizamos las cintas originales antes de que se estropearan definitivamente y después trabajamos con esas grabaciones y algunos agregados para darle forma nuevamente. Volver a escuchar Vitaminas ("Te hacen falta vitaminas") por partes, la batería sola, la guitarra sola, la voz de Gustavo... fue como entrar en una máquina del tiempo. Fue fascinante volver a pulir y a trabajar sobre esas joyas", asegura Alberti.
“A Gustavo le encanta- ban los proyectos insólitos”, comenta Zeta. “Tanto con el grupo como con su carrera solista siempre aceptó desafíos de situaciones que muchos hubiesen evitado. Y esto le hubiera fascinado. Los cuadros son tan bonitos que constituyen un tributo a las canciones. Es un viaje onírico, una especie de sueño stereo 3D”, sigue Zeta. “Hay una historia pero básicamente se trata de sensaciones que se producen a través de las canciones y en la interacción con la gente. Porque va a ser muy importante el público. Algunos van a estar prácticamente en el escenario", explica Zeta.
HASTA DÓNDE LLEGARÉ. En 1984, Soda Stereo sacaba su primer disco y el Cirque du Soleil giraba con su ópera prima. Más de treinta años después, los caminos de ambos se cruzan. Es la primera vez que la compañía creada por Guy Laliberté coproduce un espectáculo con una banda y, la primera también, que lo hace con un grupo de América latina: el circo canadiense ha dedicado solo tres espectáculos a íconos de la música, y estos son nada menos que The Beatles (“Love”), Michael Jackson (“One”) y Elvis Presley (“Viva Elvis”). Los tres muy rentables, y eso fue lo que convenció al Soleil de un emprender un proyecto conjunto con la banda argentina (un ícono del rock latino).
La apuesta no falló: a la fecha, “Sép7imo día” lleva vendidas más de 500 mil entradas en toda la región. Con un promedio de 120 dólares la entrada, el espectáculo lleva recaudados ya, una semana antes de su estreno, más de 60 millones de dólares. A eso hay que sumarle luego los ingresos por otros productos, desde la gastronomía hasta el merchandising, sin olvidar lo que genere el disco.
Son muy buenos números para “Sép7imo día”, cuyos costos de producción serían aproximadamente del 30% de los de “Ka”, el circo marcial que hoy está montado en el MGM Grand de Las Vegas (160 millones de dólares, unos 100 para costruirlo, y otros 60 para artistas, ingenieros, crew y vestuario). Es decir, todo pago,
y desde el arranque la sociedad del
LA INDUSTRIA DEL ESPECTÁCULO ES UNA JUNGLA, SI TE DORMÍS TE COMEN, POR ESO SIEMPRE ESTOY BUSCANDO INNOVAR”. GUY LALIBERTÉ
Cirque con Soda generará ganancias. La empresa canadiense está acostumbrada a tener una rentabilidad del 18% en promedio con sus obras, pero Sép7imo parece destinada a superar esa media.
ENTRE CANÍBALES. "La industria del espectáculo es una jungla, si te dormís te comen, por eso siempre estoy buscando innovar”, explica Guy Laliberté (57 años), que en 1984 levantó un circo al borde de la quiebra, y lo convirtió con su visión multimedial, en una manera diferente de hacer espectáculo masivos (50 millones de entradas vendidas en 100 países distintos). Le Cirque du Soleil, la empresa con base en Montreal (funciona en un predio valuado en 60 millones de dólares), emplea directa o indirectamente a 5.000 personas en todo el mundo, unas 2.000 en Canadá (el 70% mujeres), y genera ingresos por 785 millones de dólares al año.
En el último lustro la compañía ha tenido algunos fracasos: “Zaia” en Macao (China) y “Banana Shpeel” en el Beacon Theatre de New York cerraron antes de tiempo; "Iris," la obra colosal montada en el Dolby Theatre de Los Angeles estaba pensada para funcionar por 10 años, pero duró apenas 2 y dejó pérdidas millonarias.
Pero la empresa consolidó sus cuentas en 2014 y se creó una nueva sociedad. Hoy Laliberté está en el puesto 21 entre los millonarios de Canadá según Forbes, con una riqueza de 1.800 millones de euros, el valor de la empresa de la cual se desprendió ya en buena parte en los últimos años (retiene el 10% del paquete accionario).
La clave de la reconversión en lo artístico ha sido: “más musical y menos circo”. Sus espectáculos clásicos, como “Kooza”, el show que el Cirque du Soleil montó en 2016 en Buenos Aires, generan unos 30 millones de dólares por año, con un promedio de 70 dólares la entrada y 200 mil dólares por función. Y esa es la media anual para “Varekai”, “Zarkana”, o “Dralion”, cuyos sets han tenido costos que oscilan entre los us$24 millones y us$38 millones.
En cambio, el show “Love”, armado sobre música de The Beatles en el Mirage de Las Vegas, con 60 artistas en escena, genera unos 60 millones de dólares por año (su escenario costó unos us$100 millones); y el espectáculos con temas de Michael Jackson (“One”), montado en el Mandalay Bay de Las Vegas, suma unos us$100 millones por temporada.