Una Europa socialista
El historiador Timothy Garton Ash analiza la UE. Y festeja una hipotética victoria de Schulz y Macron para evitar el nacionalismo.
En qué cambiarían las cosas si Martin Schulz se convierte en canciller de Alemania? ¿En qué cambiaría Francia si Emmanuel Macron se convirtiera en presidente? Esas son hoy las dos preguntas más escuchadas en la política europea.
La caída en desgracia de François Fillon, el candidato de los republicanos franceses, hace que Macron se convierta en el único candidato a las elecciones galas que puede alardear de no ser un extremista, y eso lo sitúa como favorito para los comicios del 23 de abril (el 7 de mayo será la segunda vuelta). Marine Le Pen, la líder del Frente Nacional, sigue siendo una competidora importante, y las experiencias electorales del año pasado (Brexit, Trump) indican que no se debe subestimar a los extremistas, ni confiar demasiado en los sondeos.
En Alemania, la carrera hacia las elecciones es más larga: falta casi un semestre para el 24 de septiembre. Y por ahora los sondeos dan un empate técnico entre los dos principales partidos, el CDU/CSU de Angela Merkel y el SPD de Martin Schulz.
¿Qué ocurriría si ganan Schulz? Como sea, el próximo canciller alemán estará limitado por una coalición, por las mayorías necesarias en el Bundestag (el Parlamento) y el Bundesrat (el Consejo Federal) y por el Tribunal Constitucional alemán.
Y Macron, aunque derrote a Fillon en la primera vuelta, necesitará de su partido, los socialistas, para poder gobernar. Por tanto, el impacto de los candidatos en política nacional será limitado, aunque, juntos, podrían marcar una clara diferencia para la Unión Europea.
El historiador británico Timothy Garton Ash, que acaba de ser distinguido con el Premio Carlomagno por sus méritos en pos de la unión de Europa, atendió a la prensa y analizó las consecuencias de las elecciones galas y germanas. Garton Ash cree que una victoria de Schulz como canciller alemán y Emmanuel Macron como presidente de Francia, plantearía un “panorama ideal” para la
ALEMANIA NO PUEDE ASUMIR EL ROL DE ESTADOS UNIDOS EN EL MUNDO. PLANTEARLO SERÍA SUMAMENTE ABSURDO. TIMOTHY GARTON ASH
Unión Europea.
NOTICIAS: Usted recibe el Premio Carlomagno en el año de la mayor crisis de la Unión Europea...
Garton Ash: Es una crisis existencial, pero en la historia de la Unión Europea ha habido muchas crisis graves. No hay que dar la impresión de que la Unión Europea podría desintegrase mañana así como se derrumbó el Imperio Romano. Hemos avanzado mucho más, tanto que un revés duro no debe significar el fin.
NOTICIAS: Su colega Ian Kershaw dijo recientemente que si Marine Le Pen ganase las elecciones presidenciales francesas sería el fin de la UE.
Garton Ash: Seguramente sería un resultado muy dramático. Pero para una presidenta francesa es mucho más difícil sacar a su país de la Unión Europea que para una primera ministra británica. Sin referéndum no funcionaría, y me permito dudar de que una mayoría de los franceses votase a favor de la salida. Además, existe la llamada teoría de la crisis de la integración europea, según la cual la UE ha crecido en el pasado justamente a causa de las crisis.
NOTICIAS: Actualmente está en boga la teoría de que un gobierno estadounidense de Donald Trump hostil a la UE podría llevar a que Europa cierre filas. Garton Ash: Creo que es exagerado decir que Donald Trump podría provocar de forma involuntaria una mayor integración europea. Pero también dudo de que sea ventajoso si la UE, precisamente en el estado en el que se encuentra ahora, fuese presionada tanto por (el presidente ruso Vladimir) Putin como por Trump.
NOTICIAS: Los desafíos populistas de este año para la UE incluían las ya superadas elecciones parlamentarias en Holanda; los comicios presidenciales franceses en abril; y las generales en Alemania en septiembre. ¿Está de acuerdo?
Garton Ash: No. Porque en Alemania no existe el peligro de que ganen los populistas. Ya sea con Merkel o con Schulz, en Alemania habrá una coalición de centro. Es una ironía de la historia –pero una ironía de la historia que se puede explicar bien–, que justamente Alemania sea considerada una isla de estabilidad y la última esperanza del liberalismo.
NOTICIAS: Usted llegó a escribir el año pasado, tras el triunfo de Donald Trump en Estados Unidos, que estaba tentado de ver en Angela Merkel a la líder del mundo libre.
Garton Ash: Sí, pero justamente la formulación era “tentado de decir”. Esto encierra una cierta ironía y me asombró leer que los diarios de todos el mundo escribían: “¿Es Angela Merkel ahora la líder del mundo occidental?” Naturalmente que el papel de Angela Merkel es sumamente importante. Pero al mismo tiempo está claro que Alemania no puede asumir el rol de Estados Unidos. Sería absurdo.
NOTICIAS: Otra cosa que dijo el año pasado fue que esperaba que Merkel ganase las elecciones de septiembre. ¿Cambió su posición?
Garton Ash: En cierto modo un canciller Schulz sería incluso mejor para Europa. Porque el SPD ha mostrado desde hace tiempo más flexibilidad en cuanto al euro y precisamente Martin Schulz entiende lo que es necesario gracias a su experiencia paneuropea (Ndr: fue presidente del parlamento europeo).
Con un Emmanuel Macron en Francia y Martin Schulz en Alemania, sería factible una especie de pacto europeo refundacional, con más reformas en Francia y más flexibilidad de Alemania respecto del euro, de la deuda de Grecia, y de más inversiones y estímulos de la demanda.
NOTICIAS: ¿O sea que ya no está más a favor de Merkel?
NOTICIAS: No quiero definirme por ningún partido. Y le tengo el mayor de los respetos a Angela Merkel. Naturalmente que sería una gran desventaja que saliera del escenario mundial. Es una estadista muy experimentada y respetada en todo el mundo. Hasta Putin la respeta. Pero Alemania seguiría siendo un factor estabilizador también con Martin Schulz.