Confort premium
El nuevo monovolumen del óvalo integra tecnología inteligente y un diseño moderno.
Ford presentó en el mercado local la segunda generación del S-Max, su monovolumen para el Segmento D, que viene importada de Valencia, España. El nuevo S-Max completa la “gama premium” de la marca junto con los Mondeo, Kuga y Mustang.
Se ofrece en dos versiones, Trend y Titanium, ambas con el motor Ecoboost 2.0 turbo y transmisión automática de seis marchas. En su ADN se ven reflejados conceptos bien definidos como: Kinetic Design, Confort Flexible, Tecnología y Seguridad.
En su diseño interior la sofisticación, la calidad de los materiales, la versatilidad de su configuración inte- rior y la presencia de nuevas tecnologías se notan en cada rincón.
En cuanto al confort las siete plazas que brindan 32 configuraciones diferentes y que se pueden plegar individualmente, desde unos comandos en el baúl. Las butacas delanteras “Multi-Contorno”, se regulan eléctricamente, cuentan con calefacción, refrigeración y un sistema de masajes efectuado mediante almohadas neumáticas. El volante se regula eléctricamente, es calefaccionado el conjunto de butacas y el volante ofrece el sistema “Easy Entry”, que proporciona espacio adicional al entrar y salir del vehículo. El climati- zador trizona, la apertura del portón trasero “manos libres” –se acciona con un movimiento del pie– y el techo solar panorámico fijo completan el equipamiento.
La tecnología es un ítem en donde se destaca el S-Max, comenzando por la cámara delantera de 180° con vista dividida y una gran capacidad de detección. El estacionamiento paralelo y perpendicular es asistido y las ópticas son adaptativas e incorporan un sofisticado sistema LED antiencandilamiento inteligente que generan una sombra solamente al vehículo que circula por delante, en vez de apagar por completo las luces altas. Tiene sistema Start&Stop que reduce el combustible hasta en un 10%. El panel de instrumentos que combina partes analógicas con una pantalla LCD de 10” que ofrece mucha información y que se complementa con la pantalla de 8 pulgadas de la consola central.
Al hablar de seguridad, cuenta con un sistema de mantenimiento de carril y una dotación de nueve airbags. También tiene detector de fatiga y el sistema de Vectoring Control que gestiona el torque individual para cada rueda delantera. Lo que no posee es el sistema de frenado automático Active City Stop que sí ofrecen modelos como Kuga y Focus.
En definitiva, Ford logró un vehículo que integra tecnología inteligente, los últimos avances en seguridad y un diseño que lo destaca por su versatilidad. La llegada del Nuevo S-Max marca un nuevo estándar en el segmento de los monovolúmenes premium.