EL GRUPO Y EL PODER
De la mano de Ernestina Herrera de Noble, Clarín sumó beneficios con cada uno de los gobiernos con los que coexistió y su influencia mediática se convirtió en un cotizado apoyo político.
Pero no siempre la relación con el oficialismo fue color de rosas. Tras el conflicto entre el kirchnerismo y el campo en 2008, la buena sintonía con los K llegó a su fin y comenzó una guerra que dura hasta hoy. Sin embargo, la llegada de Mauricio Macri a la presidencia supuso un soplo de aire fresco para la compañía y volvieron a recibir prebendas y beneficios de parte del poder, ya que, a poco de asumir, Macri vetó parte de la “Ley de medios” con al que el kirchnerismo intentó desmembrar a Clarín.
Uno de los principales avances que el grupo de medios se aseguró con Cambiemos fue su desembarco en el mundo de las telecomunicaciones. En 2017 no sólo le permitieron la compra de la telefónica Nextel, sino que también le autorizaron a brindar el servicio de datos 4G, un gran anhelo
del Grupo Clarín.
Cambiemos también le brindó la oportunidad a Clarín de volver a incertarse en el negocio del fútbol, algo que el kirchnerismo le había sacado cuando creó el Fútbol Para Todos.
Carlos Menem y Eduardo Duhal- de supieron beneficiar al Grupo. El riojano le armó una licitación a medida de Clarín y así pudieron hacerse de Canal 13, en 1990. En enero del 2002, en plena crisis económica del país, el recientemente asumido Eduardo Duhalde benefició al Grupo con la modificación de la ley de quiebras y la ley de bienes culturales. Así, Clarín licuó la deuda millonaria en dólares gracias a que fue pesificada a un tercio. Hasta Néstor Kirchner, en los primeros años de gobierno, benefició al multimedios permitiendo la fusión de Cablevisión y Multicanal. Pero el romance terminó en el 2008, con el conflicto de la 125. Y se vino la guerra.