Europea por un solo día
Seguridad, vista privilegiada y pintura de cordones para maquillar pobreza y narcos.
Durante
el fin de semana que duró la boda de Lionel Messi y Antonela Roccuzzo, los problemas que tiene una de las ciudades más pobres y peligrosas del país, quedaron debajo de la alfombra roja del City Center de Rosario. Con la idea de europeizar la urbe rosarina para recibir a importantes figuras del fútbol mundial, así como artistas internacionales de la talla de Shakira, los organizadores del evento hicieron todo lo posible para maquillar una de las zonas “más calientes e impenetrables” de la provincia de Santa Fe. Es que, según cuentan sus vecinos, “por las reiteradas crisis que ha sufrido el país, la ciudad se ha vuelto una de las más vulnerables, donde el 40% de su población vive de forma irregular en villas”. Además de su extrema pobreza, también conviven la actividad delictiva y la narcocriminalidad. De hecho, en barrios como Las Flores, uno de los linderos al predio donde se casó Messi, bandas como “Los Monos” han sido protagonistas de los episodios más sanguinarios vinculados al narcotráfico. En ese contexto, la tarea de aparentar ser una ciudad europea, no resultó para nada sencilla.
MAQUILLAJE. Una semana antes del casamiento, se puso en marcha un plan para decorar y hasta tapar las postales más desfavorables de la zona. Una de ellas eran los “trapitos” que suelen trabajar en una de las esquinas del City Center. “Le dijeron que iban a cercar el espacio durante cuatro días, con lo cual nosotros hicimos un comunicado para ver si intervenía Messi o cualquiera. En este caso Messi no intervino pero sí los medios de comunicación para hacer esto más visible. En definitiva los compañeros pudieron trabajar, salvo en el horario del casamiento”, cuenta a NOTICIAS Celsio Moliné, miembro de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) de Rosario, quien salió al cruce para que no prohíban a los habituales limpiavidrios. Y agrega: “La Municipalidad de Rosario se movió como nunca para mejorar el aspecto de la zona del casamiento: pintaron semáforos y cordones, hicieron replantación de plantas que están en los canteros de la zona. Se mejoró todo el aspecto del espacio donde podían circular los invitados porque iba a haber muchos medios”. Esas tareas que embellecieron a la ciudad anfitriona –desde mejoras en espacios verdes hasta una nueva mano de pintura en edificios públicos y la renovación de toda la iluminaria– sirvieron también para que la prensa internacional compartiera al mundo una buena imagen. Algo que se tuvo en cuenta en todo momento porque, según trascendidos, las celebrities invitadas posaron ante las cámaras en la puerta del City Center en una ubicación estratégica para que no se vea ninguna de las zonas carenciadas aledañas. Sin embargo, algunos vecinos aseguran que, cuando finalizó el evento, desde los barrios más pobres se acercaron a las inmediaciones del Casino, como normalmente lo hacen, para pedir comida. Aunque no tuvieron éxito porque el control de seguridad fue muy riguroso. De todos modos, la última novedad que se conoció sobre la boda es que todo lo que no se consumió será donado a diferentes entidades benéficas.
SEGURIDAD. Una de las mayores preocupaciones de la familia Messi era
justamente garantizar la seguridad en la zona, sobre todo porque unos días antes de la boda, se produjo un nuevo incidente a cinco cuadras del hotel donde se realizó la fiesta: una balacera dejó un muerto y dos heridos. Por eso, Jorge Messi y el ministro de Seguridad de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, mantuvieron un encuentro para que se monte un operativo que garantice la seguridad de los 280 invitados. Lo curioso fue que terminaron siendo más custodios que comensales (450 en total). “Se notaba un despliegue policial enorme. Ya es cada vez es más habitual ver efectivos de policía y gendarmería en la zona pero con motivo de la boda, esto se multiplicó. Además se tomó otro tipo de medidas que tenía que ver con instalación de cámaras de seguridad”, explica Moliné. Por su parte, Messi también trajo su propio equipo de seguridad privada a cargo de una agencia de inteligencia israelí. “Ellos querían evitar que en un evento mundial no aflorara un hecho de inseguridad, vinculado al narcotráfico, que no pudiese ocultar y que dejara en evidencia los problemas que tiene la ciudad. Hicieron un despliegue fuerte”, sintetiza Moliné.
Rosario mostró un aspecto más glamoroso y, por unas horas, se pareció a una ciudad con tinte europeo.