MUY RECIENTE
En el año 2015, la revista científica Science eligió al método de edición genética CRISPR-Cas9 como uno de los mayores avances científicos del año. Esa técnica es la que emplearon los investigadores que lograron borrar el gen que origina la miocardiopatía hipertrófica, y ellos no fueron los primeros en emplearla para editar embriones humanos. Expertos chinos lo hicieron dos veces. La primera fue en el año 2015, para modificar un gen ligado a una enfermedad sanguínea llamada talasemia, y otra en el 2016, para hacer que los genes fueran resistentes al HIV. La talasemia se transmite de padres a hijos, el cuerpo produce una forma anormal de hemoglobina, la proteína que está en los glóbulos rojos y que transporta el oxígeno. Este trastorno ocasiona la destrucción de grandes cantidades de los glóbulos rojos, lo cual lleva a que se presente anemia. Pero esos dos experimentos, además de menores al actual, dieron resultados dudosos y de poca contundencia. Lo logrado por los científicos para la miocardiopatía, en cambio, consolida el éxito de la técnica y abre una nueva puerta hacia la ciencia genética.