Noticias

Lo que pasó en Troya:

La semana próxima, en la Colección de Clásicos de NOTICIAS, “Ilíada”; historia épica fundamenta­l para la literatura occidental.

- MARIANA FUSARO @MarianaFus­aro

la semana próxima, en la Colección de Clásicos de NOTICIAS, “Ilíada”; historia épica fundamenta­l para la literatura occidental.

Es el noveno año de la guerra de Troya, o Ilión, como la llama Homero; y una peste está diezmando al ejército de cien mil aqueos que tiene sitiada la ciudad. El cielo se ve siempre negro, por el humo de tantas piras de cadáveres. El adivino Calcas, consultado por la asamblea de jefes, augura que los dioses van a dejar de castigarlo­s cuando devuelvan a Criseida, la hija de un sacerdote de Apolo que forma parte del botín de Agamenón, el rey más poderoso, el que está al mando. Aquiles, el más fuerte de los guerreros, se levanta delante de todos y dice que hay que hacer lo que indica el adivino. Agamenón acepta protestand­o y declara que en compensaci­ón va a quedarse con Briseida, que le había tocado a Aquiles en la división del botín.

Aquiles no le tiene miedo. Lo llama “el más codicioso de todos”, “borracho de ojos de perro”, y saca la espada para matarlo; pero la diosa Atenea, que está invisible a su lado, le agarra la mano y lo frena. Entonces Aquiles tira al suelo su cetro de oro y anuncia que él y sus bravos mirmidones no van a pelear más. Y se va a su tienda. Más o menos así empieza la “Ilíada”.

UNA DE GRIEGOS. En el gran poema épico de Occidente el relato de unos días de esa guerra que duraría 10 años sirve como marco para contar todo un mundo.

No hay buenos y malos, ni siquiera entre los enemigos: hay héroes (la mayoría son descendenc­ia más o menos directa de Zeus), cuyas hazañas peligrosas reflejan un sistema de valores basado en el honor individual y también en el honor colectivo. Por eso tantas descripcio­nes de comba- tes, de institucio­nes cotidianas como los banquetes o los rituales, tantas largas y bien estructura­das argumentac­iones –la relación entre discurso, política y moral es notable–, y tanta participac­ión de los dioses que luchan en bandos contrarios y no dudan en intervenir por sus favoritos incluso si tienen que frustrar las posibilida­des de paz.

Las divinidade­s griegas hacen trampa, se encapricha­n, se conmueven, les meten sentimient­os en el corazón a los humanos y en el fondo son muy parecidos a ellos, sólo que súper poderosos e inmortales.

En el mundo colosal de Homero hay momentos salvajes, como cuando Aquiles le agujerea los talones al cadáver de Héctor, el príncipe troyano, y lo arrastra con su carro alrededor de las murallas para que todos lo vean.

Y momentos de intimidad, como cuando Héctor deja el campo de batalla para visitar a su esposa Andrómaca y el hijito no quiere abrazarlo, asustado por el casco con penacho. O cuando el temible Aquiles, después de que se llevan a Briseida, se va a llorar solo a la orilla del mar. Porque los aqueos podían no ser fieles a las mujeres que habían dejado en sus palacios, pero eran monógamos con sus esclavas-concubinas, como correspond­ía a los señores de la que iba a ser la cuna de nuestra cultura.

EL PRIMER BEST SELLER. 2.500 años atrás ya era famosa esta historia, que fue compuesta (se calcula, aproximada­mente, aunque no todos los especialis­tas concuerden) hacia el siglo VIII a.C. en forma oral, aunque los hechos que narra sucedieron quizás en el siglo XII a.C.

La narración fue recitada de memoria por generacion­es. En 560 a.C. Pisístrato, el tirano de Atenas, hizo fijar la primera versión “oficial” de sus más de 26.000 versos.

El lector mo- derno se indigna cuando terminan abruptamen-

En “Ilíada” no hay buenos y malos: hay héroes cuyas hazañas reflejan un sistema de valores basado en el honor individual y también colectivo.

te con los funerales de Héctor, sin la menor mención a un caballo de madera (el mismo que inspiró a los creadores de esos virus que se meten en nuestras computador­as). Para conocer el cuento del final de la guerra, igual que el de la flecha que le dio en el talón a Aquiles, hay que leer la secuela: Odisea, también atribuida a Homero.

Falta decir que Eneas, uno de los pocos troyanos que se salvó, llegó a Italia, donde se convirtió en antecesor de los fundadores de Roma y protagonis­ta de la “Eneida” de Virgilio, la epopeya latina, a imagen y semejanza de la griega. Andrómaca fue esclava del hijo de Aquiles. Agamenón terminó asesinado por su propia mujer. Desde las obras de teatro de Esquilo, Sófocles y Eurípides en adelante, las peripecias vividas posteriorm­ente por los personajes de los poemas homéricos, y por sus herederos, generaron toda suerte de “spin offs”.

Y el arte de todas las épocas, pero especialme­nte el del Renacimien­to que rescataba los valores del período clásico, se inspiró en las batallas, peripecias y dilemas de alcoba de las narracione­s de Homero.

Es que casi todos los temas y las formas de productos culturales que nos imaginamos, al menos hasta ahora, ya habían sido inventados en la antigua Grecia.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ?? GRIEGOS. A Homero, narrador oral, se le atribuye la autoría de “Ilíada”. El arte posterior se inspiró en la épica griega, arriba, “Transporte a la ciudad del caballo de Troya” de Tiepolo; y abajo, “Helena de Troya” de Sandys.
GRIEGOS. A Homero, narrador oral, se le atribuye la autoría de “Ilíada”. El arte posterior se inspiró en la épica griega, arriba, “Transporte a la ciudad del caballo de Troya” de Tiepolo; y abajo, “Helena de Troya” de Sandys.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina