Lesbianas aptas para todo público
Dos tiras, en la tevé, muestran relaciones entre mujeres sin estereotipos machistas. Rating y culto. El fenómeno “Flozmín”.
las historias de amor entre mujeres coparon el prime time con “Las estrellas” y “El maestro” llegando a picos de rating. El desafío de los guionistas por crear personajes más allá del estereotipo, que pudieran cautivar a grandes audiencias. Prejuicios y tabúes en la televisión argentina, que pendula entre la pacatería y la ruptura de límites.
Dos
chicas se gustan, se seducen y se besan. No son masculinas y tampoco se coquetean para excitar a un hombre. Son mujeres que se enamoran, se ponen de novias y tienen crisis de pareja. “Las Estrellas” y “El maestro”, las dos ficciones de El Trece, tienen un punto en común: decidieron contar historias de amor de lesbianas, darles un lugar protagónico y alejarse de los estereotipos. Toda una novedad en la televisión argentina, que rara vez logra romper sus propios prejuicios. Los romances entre mujeres llegaron a la mesa familiar a través del prime time y el rating demuestra que las audiencias los re- cibieron de muy buena gana.
Las historias de “Las Estrellas” y “El maestro” son completamente diferentes. La primera es una comedia diaria que va todos los días a las 21.30 y la otra, un unitario dramático que se emite los miércoles a las 22.45. Sin embargo, ambas lograron llevar a la pantalla historias de amor entre mujeres sin caer en los lugares comunes.
En “Las Estrellas”, la historia de amor se construyó desde la inocencia y la amistad. Una de las protagonistas, Florencia (Violeta Urtizberea), conoció a Jazmín (Julieta Nair Calvo), pero nunca se había reconocido a sí misma como lesbiana. Sólo con el correr de los capítulos comenzó a sentirse atraída por su compañera y su relación atravesó un largo camino de exploración, reconocimiento y aceptación. Tuvieron que pasar más de 70 capítulos para que estas dos chicas se besaran. En “El maestro”, sin embargo, Paulina (Inés Estévez) y Bianca (Luz Cipriota) son una pareja consolidada desde hace un buen tiempo y comparten un departamento. En las dos ficciones, el empeño de los realizadores estuvo puesto en contar el amor con naturalidad.
Sin embargo, aunque estas historias llegan al prime time, en la sociedad conviven posiciones contradictorias y ciertos sectores aún miran con rechazo el lesbianismo. El viernes 6 de octubre, se organizó un “Besazo”
y un “Tortazo” para repudiar la detención de Mariana Solange Gómez, una chica que denunció haber sido arrestada por la Policía de la Ciudad por estar besándose con su novia, Rocío Guirat, en la estación de subte
de Constitución.
La visibilización que proponía el “Besazo” parece estar recién comenzando. Marta Betoldi, una de las guionistas de “Las Estrellas”, contó a NOTICIAS: “Nos sorprendieron dos cosas de la gente: por un lado la necesidad de estas chicas de tener una visibilidad que nosotros, los que escribimos la tira, creíamos que ya existía. Había una deuda, una necesidad de ocupar este espacio en la televisión. Por el otro lado, nos sorprendió que aún surgiera un sector reactivo. Parece increíble que, en el 2017, haya gente que cuestione maneras de amar”.
FENÓMENO. La televisión argentina ya se había animado a encarar historias de amor entre hombres. Los gays son un personaje prácticamente indispensable en las ficciones y en el último tiempo, el desafío de los guionistas y productores estuvo en transformar el estereotipo sobre el que se construían estos personajes para no caer en el típico gay afeminado. Incluso Christian Sancho y Ezequiel Castaño llegaron a protagonizar una pareja, en “Botineras”, dentro del ambiente machista del fútbol.
Hasta ahora nunca se le había dado un lugar central al lesbianismo y mucho menos, fueron personajes protagónicos. Según María Rachid, titular de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (FALGBT) con las mujeres sucede algo particular, ya que con ellas se mezclan dos tipos de discriminaciones: “Aparece la discriminación por su orientación sexual pero también por el machismo y el sexismo en general, que se manifiesta en no soportar ver a dos mujeres juntas que puedan ser suficientes por sí mismas”, aseguró a NOTICIAS.
Sin embargo, “Las Estrellas” y “El maestro” encontraron en estas historias grandes potenciales para captar audiencias. Los números los acompañan. El beso entre Florencia y Jazmín alcanzó un pico de 18 puntos de rating, tres por encima del promedio diario y un número similar al del primer capítulo. En el caso del beso entre Paulina y Bianca es más difí- cil de medir ya que el vínculo de los personajes se conoció desde el primer capítulo, que midió 13.5.
El fenómeno de la pareja de “Las Estrellas” llegó a tener su propio nombre, “Flozmin”, que se instaló con fuerza en las redes sociales ya en las primeras semanas de la tira. Se armaron clubes de fans a favor de la pareja y cada noche esta historia llega a ser tendencia en las redes sociales. “La serie cuenta lo que les pasa a las chicas de entre 20 y 30 años, que era un público perdido en la televisión y creo que eso es lo que marcó una diferencia. Por una lado, “Las Estrellas” pueden cambiar de novios, acostarse con uno y con otro y nadie les dice que son unas prostitutas. Por el otro,
“El personaje de Jazmín está hecho desde la ternura para evitar los estereotipos de las lesbianas”, asegura el autor Santiago Guerty.
Flor puede enamorarse de Daniel y ahora le pueden estar pasando esas mismas mismas cosas con Jazmín y no caemos en la categorización de si es lesbiana o qué es”, afirmó a NOTICIAS Marta Betoldi, una de las guionistas de la novela. Para ella, esta tira logró lo que la televisión no conseguía hace un buen tiempo: interpelar a los jóvenes y hablar en su idioma sin tabú.
GRANDES AUDIENCIAS. El lenguaje televisivo tiene sus formas, sus tiempos y sus características. Por eso, no es lo mismo contar una historia en una telenovela diaria que se emite en el horario familiar o contarla en un unitario que va a la medianoche. “En los unitarios uno está más acostumbrado a tratar todo tipo de temas. Ya por el horario al que te mandan, se entiende que hay una tolerancia moral diferente”, afirmó a NOTICIAS una de las guionistas de “El maestro”, Romina Paula.
“Como en cualquier ficción, la relación entre Paulina y Bianca está saturada. Cuando la escribíamos se cayó de maduro que Paulina podía tener una pareja mujer. No quisimos hacer hincapié en el lesbianismo sino que quisimos que fuera parte del paisaje. Es una relación conflictiva, pero como casi todas las del programa. Mi fantasía es que, en algún momento, no sea un tema de debate ni controversial”, agregó Paula.
En “Las Estrellas”, sin embargo, se pensó en el “gran público” desde el primer momento. La idea de que Florencia tuviera un romance con otra chica siempre estuvo, pero los guionistas tuvieron que construir esa relación para que sea aceptada de forma masiva: “El personaje de Jazmín está hecho desde la ternura para evitar los estereotipos de las lesbianas. Nos pareció que eso podía servir, incluso, para que esta pareja sea aceptada por personas con ciertos niveles de homofobia”, afirmó otro de los guionistas, Santiago Guerty.
Por eso, Florencia y Jazmín tardaron tanto en llegar al primer beso. En las redes, a la par del fanatismo que generó la pareja y las reacciones de discriminación, también aparecieron algunos sectores que criticaron la “tibieza” con la que se vincularon los personajes. El histeriqueo, la demora con la que se acercaron o la ingenuidad con la que las chicas avanzan en el terreno sexual fueron algunos de los puntos que se cuestionaron, sobre todo teniendo en cuenta que en las relaciones heterosexuales, las escenas de sexo aparecieron de inmediato.
Para Romina Paula puede ser real que muchas veces, sobre todo en los horarios “familiares”, este tipo de vínculos aparezca edulcorado. Sin embargo, la tevé puede tener una doble función: “Para ciertas personas quizás llega tarde, pero para otros puede ser una novedad. La visibilidad nunca está de más y que estas historias estén en lugares populares, aunque en algunos sectores sea un tema viejo, puede aportar algo” BELLAS Y FEMENINAS. En ninguna de las dos tiras estas mujeres están representadas desde la masculinidad sino que todas responden al típico patrón de belleza femenino que exige la tevé. Esto, según los realizadores de las ficciones, obedece a diferentes factores pero, sobre todo, a la necesidad de esquivar los lugares comunes. Incluso, reniegan bastante de encasillar a los personajes en un solo
lugar y sus creadores insisten en que tanto Florencia como Paulina son bisexuales. “Esta experiencia que vive Flor no invalida todo lo que vivió antes. No es que ella en el pasado vivió una mentira y ahora empieza a vivir la verdad. Estuvo con hombres, se enamoró de hombres y ahora le pasa lo mismo con una mujer”, afirmó otro de los guionistas de “Las Estrellas”, Esteban del Campo.
Esta forma de narrar esas historias es nueva y significa una evolución en la forma de interpretar a los personajes. Una de las primeras parejas lésbicas de la televisión fue la de Eugenia Tobal y Carolina Peleritti en “099 Central”, del 2002. En aquella ficción, las chicas se destacaban por ser dos policías rudas y sexys. “En ese momento hacía falta que esto se contara y se encontró esa manera como la mejor forma. Ahora creímos que era necesario hablar de las relacio-
nes entre mujeres desde este lugar”, afirmó Guerty.
SEXO Y TABÚ. En “Las Estrellas”, donde la relación avanzó a paso lento, uno de los próximos desafíos está por salir: el primer encuentro sexual. Para Esteban del Campo, escribir esta situación significó una especie de puesta a prueba: “Cuando estaba escribiendo la escena me costaba mucho. Es algo que se está por contar por primera vez de esta manera, en este horario, y queríamos contarlo bien. Hasta que en un momento frené y pensé: esto es una historia de amor, ¿por qué tenemos que cuidar todo tanto, los detalles? No es tan distinto que lo que le pasa a Vir y Javo (otros de los protagonistas). Dos que se gustan y terminan juntos”, aseguró y agregó: “Ahí nos relajamos”.
Así como alguna vez la televisión se animó a meterse en temas como la prostitución, la homosexualidad o el travestismo, ahora les llegó el turno a los romances entre mujeres. Sin embargo, para Betoldi, no todo está contado: “Hay un montón de temas que todavía no se tocaron, como eutanasia y aborto. A mí, en particular, me gustaría ver una serie adulta sobre adolescentes. Cualquiera que tiene hijos en edad escolar sabe que en la tele estamos contando historias de Disney, que en las escuelas se fuma porro, que el bullying es mucho más que decirle gorda a una chica, que los adolescentes a los 14 tienen sexo y toman éxtasis”, afirmó la guionista.
Aunque para algunos a paso lento, la televisión se anima a mostrar historias nuevas cada vez más parecidas a la realidad. El rating apura a los programas que buscan contener la caída de audiencia joven en un formato que está en decadencia.
“Hay un montón de temas que en la tele todavía no se tocaron como eutanasia y aborto”, analiza la guionista Marta Betoldi.