Minicampaña de Carrió:
Confiada en el triunfo, hará una semana de proselitismo. El cigarrillo y sus hombros.
la candidata oficialista se prepara para hacer sólo una semana de apariciones antes de las elecciones. Sus viajes como “diva” al Interior. Preocupación por su salud.
Está
agotada. “Pasada de vueltas”, dicen en su entorno. Elisa “Lilita” Carrió es, en este momento, la estrella del Gobierno: sacó más votos que cualquiera en las PASO y se prepara para hacer una elección histórica en Capital Federal. Está tan cómoda y sobrada de votos que no necesita desgastar su imagen en la televisión. Apenas visitará un puñado de medios nacionales antes del domingo 22: cree que con eso será suficiente para romper la barrera del 50% en las elecciones legislativas.
La mini campaña de Carrió en la ciudad de Buenos Aires se inició 10 días antes del sufragio, con el debate en A Dos Voces (TN), y continuará en el programa de Luis Majul (América), Los Leuco (TN), el Diario de Marianariana (El Trece), para cerrar el jueves es en un canal a definir. Mechando alguna lguna recorrida junto al jefe de Gobierno,erno, Horacio Rodríguez Larreta, la faena estará completa.
“En campaña no dormís bien,n, eso te lleva a un cansancio extremo”, ”, dice uno de sus laderos. Pero para la salud de Carrió todo es más extremo.. Con el agravante del cigarrillo que “Lilita” Lilita” no puede ni intenta dejar, a pesar sar de la recomendación de los médicos. s. Carrió es como un jugador al borde de de la lesión: anda entre algodones.s.
“El pucho es la forma en que ue canaliza la tensión”, cuenta la misma fuente a NOTICIAS. La candidataata ni siquiera se esconde para fumar,ar, no le da ninguna culpa: hay decenas de selfies de vecinos en las que se la puede ver con el cigarrillo en la mano.
Por sus problemas cardíacos, que la llevaron a estar internada en diversas oportunidades, todo en la agenda de la diputada está sujeto a cómo se levante ese día. Si no se siente bien, se le cancelan los compromisos y listo.
Pero el fenómeno Carrió funciona tan bien que nadie puede enojarse por los faltazos ni las demoras. De hecho, la química con Rodríguez La Larreta anduvo mejor de lo que cualquiera podía esperar. El mandatario