Restaurantes:
Il Quotidiano. Es cálido, moderno, con las infaltables mesas comunitarias, grandes lámparas y mucha luz de día para probar sus pastas.
Il Quotidiano. Callao 1299, Recoleta. 4500-8116. Cocina italiana. Lunes a domingo de 8 a 24. Tarjetas. Brunch: $ 240. Precio promedio: $ 250. En la era de la falta de tiempo, comer rápido y bien no tiene precio. En Recoleta eran muchos los que diariamente pululaban en busca de una propuesta de estas características y fueron los hermanos Waisman, grandes conocedores del negocio gastronómico, quienes tuvieron la lucidez de actuar sobre esta demanda del mercado. Dueños de Fervor, El Burladero, Sottovoce y Sexto, entre otros, los Waisman crearon Il Quotidiano sobre un concepto simple y cercano: pasta fatta a mano.
Il Quotidiano es cálido, moderno, con las infaltables mesas comunitarias, grandes lámparas, mucha luz de día. No se cobra servicio de mesa y no se toman reservas así que, sobre todo en el “horario pico” del mediodía, hay que ser paciente y esperar. La especialidad son las pastas –pappardelle con ragout de cordero y tagliolini con langostinos, chipirones y rúcula son dos de los favoritos– pero, siguiendo la inspiración italiana, también hay piadinas (pan hojaldrado tipo tortilla) y tramezzinos (tipo sándwiches de miga). Toda la panificación se hace en la casa así que cualquier hora del día es buena para COCINA pasar por un scon o una medialuna hojaldrada.
No todo es harina en Il Quotidiano. Hay entradas como el carpaccio de salmón con rúcula y parmesano, los langostinos apanados, y las peras con queso azul, prosciutto, chutney de peras y nueces; ensaladas suculentas como la de quinoa con vegetales asados, queso de cabra y huevo molle, o la de pollo marroquí al curry con trigo burgol. También hay tartas –o más bien quiches, de masa quebrada– en tentadores versiones como la de cebolla caramelizada con queso de cabra. De postre, tiramisú con auténtico mascarpone también elaborado en la casa.
Los fines de semana hay un buen brunch, con opciones light y opciones “a todo trapo”, con una panera de sueño y huevos de campo con espinaca y hongos a la plancha y jamón o los clásicos huevos benedictinos con salsa holandesa. Tienen su propio blend de café, una excusa más para hacer un break a cualquier hora del día.