56 Moda cultural
El brasileño Ronaldo Fraga subió a la pasarela a intelectuales y artistas para mostrar una colección “inclusiva”.
El desfile de Ronaldo Fraga con la inclusión de personalidades del ámbito artístico e intelectual en una pasarela obliga a la reflexión.
La moda es una de esas instituciones sociales que unifican el interés por la diferencia y a la vez, la tendencia a la igualdad y la coincidencia”. El autor de esta cita es Georg Simmel, un sociólogo alemán nacido en 1858 que con su libro “Filosofía de la moda” (1923), se enfrentó por primera vez a la difícil tarea de definir el uso social de la indumentaria.
Un siglo después, los estudios pioneros de Simmel no han perdido vigencia. Pero el término “moda” moda se ha cargado de muchas otras tensiones y contradicciones.
Una de esas tensiones está en relación con la “inclusión”. ¿Para quién es la ropa que circula en el mercado? ¿Qué tipo de mujer y varón imaginan las campañas fashion? ¿Representan un ideal inalcanzable de belleza, delgadez y altura las modelos que desfilan por la pasarela?
Las preguntas parecen obvias pero no lo son. Es cierto que la moda es elitista y desigual – eso ya lo observaba Simmel- pero también es verdad que ella misma parece definirse en la diferencia y construirse en la fantasía de una superioridad.
La semana pasada, el diseñador brasileño Ronaldo Fraga puso en escena esta tensión inherente a la moda con un desfile bautizado “Génesis. Cultura sin fronteras” -creaciones contra la xenofobia que revalorizan las raíces de los pueblos inmigrantes y originarios de América del Sur, así se describía la colección-. El Museo de la Inmigración fue el escenario de la pasarela y para caminar sobre ella fueron convocadas las más diversas personalidades de la cultura, el deporte y los medios. Una mezcla de nacio-
nalidades, edades, estructuras corporales, profesiones y status económico afirmaron que la inclusión es posible, aunque en la moda “real” sea poco probable.
ESCENA. Un bello camino alumbrado por velas separaba la Avenida Antártida Argentina de la vera del río, donde antiguamente se alzaba el Hotel de Inmigrantes y hoy, Muntref, el museo de la Universidad Nacional de Tres de Febrero, que incluye el Museo de la Inmigración. Allí, hace una semana, tuvo lugar el desfile “Génesis”, en el marco de BIENALSUR, la mega bienal de arte organizada por la Universidad de Tres de Febrero, que se realiza, en la actualidad, en16 países, con más de 100 exposiciones.
La moda no podía faltar en esta gigante muestra general del arte actual y Ronaldo Fraga, que siempre puso en cuestión los límites de su “métier”, era el creador ideal para incluirla.
Nacido en Belo Horizonte, Brasil, en 1967, Fraga se formó en su país pero también en las famosas Parson School of Design de Nueva York y Saint Martin's School de Londres. Fue el primer diseñador en recibir la Orden del Mérito Cultural en su país, en 2007, concedido por el Ministro de Cultura Gilberto Gil. Siempre interesado en la identidad del Brasil profundo, ha realizado colecciones dedicadas a diversas figuras de su país, como la diseñadora Zuzu Angel, asesinada por la dictadura en 1976. Para él, la moda es un instrumento político y debe promover discusiones que vayan más allá de la ropa.
Para poner en escena “Génesis”, utilizó como pasarela los largos pasillos azulejados del antiguo Hotel de Inmigrantes e instaló en el medio a La Charo (Bogarín), la cantante formoseña que fundara el dúo Tonolec. Musica del litoral y estilizados huaynos pusie-
TODOS LOS ESTILOS Y TODAS LAS SILUETAS
Daniel Link, escritor; Mauricio Wainrot, representante de Asuntos Culturales de la Cancillería; Ani Mestre, presidenta de COAS y el diseñador Ronaldo Fraga. ron fondo musical a una colección tropical, étnica y diversa, en la que convivieron los tejidos rústicos con estampados coloridos y cortes sencillos. Los tocados, realizados con medias de nylon y el maquillaje de Natura (realizado por Marcos Costa y Verónica Mendoza), de inspiración africana, brillaron en algunos casos, más que la misma ropa. Un grupo de autores argentinos fue convocado también para intervenir piezas de la colección de Fraga.
Pero el mayor atractivo de la velada fueron las figuras invitadas a desfilar los diseños. Gente de diversas edades, estaturas y
ARTE Y DISEÑO
Vestido con estampas y pechera tejida. El bailarín Facundo Mazzei y la cantante La Charo (Bogarín) que musicalizó el desfile. profesiones, la mayoría ligados al mundo de la cultura. Por ejemplo, Teresa Anchorena -presidenta de la Comisión Nacional de Monumentos históricos-, la galerista Orly Benzacar, la artista visual Cynthia Cohen junto a su pareja Jorge Telerman, el escritor Daniel Link; la presidenta de COAS, Ani Mestre y Mauricio Wainrot, representante de Asuntos Culturales de la Cancillería, entre otros. En el inicio del desfile, Luis Brandoni leyó un texto de Edgardo Cozarinsky.
HACER UNA OBRA. En verdad, si la inclusión (o no) era la más urgente cuestión a exhibir sobre la pasarela, no menos importante fue la velada pregunta sobre el estatus cultural de la moda. ¿Es un instrumento como cualquier otro para hacer arte? ¿Qué brilla, en verdad, en la confección de indumentaria, la perfección de un oficio o el genio de un artista? Brindarle una tradición cultural a la moda es subirle el puntaje frente a los que la acusan de capitalista y superficial. Ponerla en el cuerpo de personalidades referentes del arte, es transformar la banalidad en un gesto provocativo y “cool”.