Un paraíso medieval
Bordeaux, Cognac y Biarritz, tres ciudades llenas de historia, paisajes de antaño y cuna de los vinos más destacados de Europa.
Existe
una Francia más allá de París. Sucede que pocos viajeros se animan a conocer lugares que no sean los puntos turísticos emblemáticos de este hermoso país de Europa. Algunos, por falta de tiempo. Otros, por no saber de su existencia. Pero a veces es preferible invertir un poco más de tiempo y dinero para no perderse rincones maravillosos que quedarán guardados en sus recuerdos.
Uno de los casos más emblemáticos del territorio francés es “Nueva Aquitania”, donde sus poco más de 300 kilómetros de playas a orillas del Atlántico –gran parte de ellas vírgenes–, sus miles de años de historia guardados en la arquitectura medieval, sus refinados vinos (los más destacados de Europa) y su exquisita gastronomía hacen de esta región un lugar único e inolvidable.
La economía de esta zona se basa principalmente en la viticultura (los viñedos de Burdeos y de Cognac son reconocidos a nivel internacional), en el turismo y en la gastronomía. Aunque también tiene ciudades como Biarritz, ubicada al Sur, pegada al límite con España, donde el deporte es parte fundamental de su cultura, como por ejemplo el rugby, el golf y, como emblema de la ciudad, el surf.
Desde un punto de vista cultural, la nueva región está marcada principalmente por la cultura vasca. E, históricamente, es la sucesora indirecta de la Aquitania medieval.
Comenzaremos por la capital de la región, la ciudad de Bordeaux, a donde llegamos gracias a Air France, empresa aérea local que ofrece un vuelo diario directo a París desde Buenos Aires. Y desde allí nos trasladaremos a otras cuatro ciudades, para conocer esas particularida- des que las convierten en mágicas e inolvidables.
UNA CIUDAD CON VIDA PROPIA. Algo que particularmente recomiendan cuando se viaja a Francia es no ahorrar a la hora de comer, ya que los franceses son reconocidos mundialmente por su excelencia a la hora de