Gastón Greco
Arquitecto y dueño de Posco, la marca de zapatos-zapatillas que usan desde el Presidente y su esposa, hasta políticos, artistas, cocineros y periodistas.
Un auténtico emprendedor tiene hambre de hacer. Sueña, desea, proyecta y concreta. A veces tiene suerte y, muchas otras, no. Pero nunca se da por vencido. Aprende y sigue adelante. Ese espíritu resiliente es el que mueve a Gastón Greco, arquitecto y dueño de Posco, la marca de zapatos-zapatillas que usan desde el Presidente Mauricio Macri y su esposa Juliana Awada hasta políticos, artistas, cocineros y periodistas.
“Emprender es una pasión, tener un sueño, volar, es la llamita que me mantiene vivo. Yo soy arquitecto, pero, ante todo, soy emprendedor, una persona del hacer. Hacer zapatos, formar una compañía, armar equipos, dar trabajo, todo eso me apasiona. Soy fanático y respetuoso del laburo”, asegura Greco.
NOTICIAS: ¿Con qué dificultades se encontró?
Gastón Greco: Es una montaña rusa de subidas y bajadas. Hay que saber disfrutarla para no estar como loco en todas las curvas. Cuando empecé, hace nueve años, no tenía capital, contactos ni experiencia en el rubro. Mi mamá me prestó cinco mil pesos y, después, vendí el auto que me habían regalado a los 18 y le pedí a un amigo que me sacara un crédito de 40.000 pesos. Cuando se construye desde cero, uno lo valora más.
NOTICIAS: ¿En la Argentina cuesta más ser emprendedor?
Greco: Emprender es difícil en todo el mundo, pero acá es más complejo porque las reglas cambian todo el tiempo. Pero, más allá del gobierno que esté, con viento en contra o a favor, yo tengo que laburar. Las crisis y los cambios también pueden ser buenos para progresar.
NOTICIAS: ¿Por qué eligió hacer zapatos?
Greco: No me sentía identificado con ninguna marca y me parecía un producto interesante para innovar en el mercado. Yo sabía algo de lo textil porque en los veranos iba a trabajar con un vecino que hacía remeras y pensé que hacer zapatos era lo mismo, pero con forma de pie. Después me di cuenta de que era mucho más complejo. Es una industria donde intervienen diferentes rubros y hay mucho desarrollo hasta llegar al producto.
Greco nació en Resistencia, Chaco, y se crió entre esta ciudad y Martínez, en el norte del conurbano bonaerense, y estudió arquitectura en
la Universidad de Buenos Aires. Su madre es kinesióloga y su padre, un intenso emprendedor.
En 2015 abrió el primer local Posco (Products of Simple Composition), en Palermo. Desde entonces sumó dos más, en Recoleta y Pilar (Paseo Champagnat). Además vende en distintas mulimarcas del país. En 2016 su negocio creció un 500% y facturó 6 millones de pesos. “El año próximo abrimos en Rosario y Córdoba. El objetivo es conformar una compañía social, sustentable y tecnológica. Vamos a invertir en innovación, desarrollo de producto, a experimentar y a tener un e-commerce muy fuerte. Queremos llevar la experiencia Posco a otro nivel”, cuenta entusiasmado.
NOTICIAS: ¿Cómo empezó? Greco: En la cocina de mi casa, desarmando un zapato, con un desconocimiento absoluto. Después empecé a ver quién hacía zapatos y cómo se hacían. Al principio usé una máquina de coser de mi vieja, la puse al lado de mi cama y del tablero de arquitectura y así hice los primeros pares. Después encontré proveedores, la logística, compré una máquina industrial. Me obsesioné con el producto, pero tenía que salir a venderlo. Les vendía a mis amigos y a sus padres. Más tarde entré en multimarcas hasta que pude abrir mi primer local. No tengo socios y trabajo con un equipo de 15 personas, más los proveedores y tercerizados.
NOTICIAS: ¿Qué tienen de diferente sus zapatos?
Greco: Es una mezcla de zapatos-zapatillas con foco en la calidad y la comodidad. Buscamos mejorar la calidad de vida a través de productos simples, funcionales y muy buenos. NOTICIAS: ¿Qué implica trabajar dentro del concepto de “slow fashion” (moda lenta)?
Greco: Es lo anti H&M. Para nosotros no existe la temporada y no vemos la moda como una máquina de tendencias que propone co- sas nuevas todo el tiempo. Tenemos un producto funcional que no vence nunca. Lo trabajamos y tratamos de llevarlo a su máxima calidad, y lo hacemos totalmente en la Argentina. Ahora estamos haciendo plantillas sustentables.
NOTICIAS: ¿De chico ya tenía ese espíritu emprendedor?
Greco: Siempre me gustó. Vendía fotos, grababa CD, a los doce años hice un curso de diseño gráfico y después hacía tarjetas personales y trabajos para las heladerías del barrio. Mi viejo era un emprendedor de alto riesgo, tenía lavaderos de autos, bares, cafés, y yo absorbí esa locura de emprender y aprendí a no tenerle miedo. NOTICIAS: Usted debe ser una persona muy optimista. Greco: Sí, para ser emprendedor hay que ser optimista, positivo y no frustrarse en el camino. Estás siempre proyectando y, de cien ideas, con suerte, podés materializar una. Pero hay que hacer todo el tiempo. Ser obsesivo, salir de la zona de confort, tener ganas de mejorar y de llevar la vara más alto. Yo no paro nunca. Siempre estoy remando. De hecho, la puerta del local de Recoleta es un remo. NOTICIAS: ¿Nunca se frustra? ¿Qué pasa cuando algo no sale?
Greco: Eso, que algo no salga, sucede todos los días. Y creo que es lo que más me apasiona, el estar siempre detrás de la zanahoria. Más que una frustración, es un aprendizaje.
NOTICIAS: En 2015, cuando Mauricio Macri estaba en campaña, usted le mandó un par de zapatos con una carta. ¿Cómo se le ocurrió?
Greco: Lo vi en un programa de (Jorge) Lanata con unos Nike y pensé que Posco iría bien con su estilo. Entonces le escribí una carta donde
Emprender es difícil en todo el mundo, pero acá es más complejo porque las reglas cambian siempre. Los cambios también pueden ser buenos para progresar. FOTOS: JUAN FERRARI.