TRANSGRESIÓN VACÍA
Afinales de los '60 y principios de los '70, la adolescencia venía a cuestionar las estructuras de autoridad. Esto no sólo se vio en América, también en Europa, como lo que fue el “Mayo francés” del '68. Eran rebeliones contra las grandes instituciones como el Estado, la familia, el poder. Pero esto, en los '90 empieza a diluirse. Zygmunt Bauman habla de esa modernidad líquida que se inaugura en esa década, y que sigue transcurriendo. Allí empieza a verse una transformación estructural muy significativa que tiene que ver con el advenimiento del Estado neoliberal y con una serie de transformaciones en las instituciones sociales. En ese sentido, se puede pensar que esa etapa, caracterizada por un mayor individualismo y narcisismo, que hace que la subjetividad de los agentes se transforme. Y en gran medida se empiezan a vaciar de contenido político. Entonces, la transgresión tiene que ver con tratar de mostrar desde la individualidad que uno puede transgredir desde los pequeños espacios, como en una tienda de ropa. Y a la hora de exhibirla, la característica de esta época, es que se hace a través de las redes sociales. Entonces hay una necesidad de mostrarse frente a los demás con un acto que no tiene nada de contenido. Pero que al estar asociada a ciertas pautas de consumo, se juzga como algo cool dentro de su grupo de pares. Hay una construcción de un yo rebelde deseable para que los demás lo señalen como elogiable, como cool. Y con la aprobación de esas conductas deseables, a través de los “likes” en las redes, los chicos logran transformarse en líderes de su generación. En líderes sin contenido.