Sebastián Wainraich: teatro, cine, tele y radio. La estrategia de mostrarse frágil pero jugar fuerte. Balance del ego y sueños frustrados de dirigente de fútbol.
Teatro, cine, tele y radio. La estrategia de mostrarse frágil pero jugar fuerte. Balance del ego y sueños frustrados de dirigente de fútbol.
Sebastián
Wainraich se apoltrona en uno de los sillones de Catalino, restaurante a puertas cerradas de Colegiales, a metros de donde vive. Acaba de terminar las fotos en donde jugó con humor al modelo, con varios cambios de vestuario, y se lo nota relajado. “Estoy de vacaciones”, explica, justificando su modo slow-life mientras llega una picada artesanal. “Te quiero”, le dice a la mesera. “Es bastante interesado lo mío”, se ríe.
NOTICIAS: Su espectáculo de teatro se llama “Frágil”, viene de “Wain- raich y los frustrados”, su programa en radio se llama “Metro y medio” y muchos de las secciones pivotean sobre ese espíritu de antihéroe. ¿Lo vive así?
Sebastián Wainraich: No, para nada.
NOTICIAS: ¿En algún momento fue cierto y dejó de serlo?
Wainraich: No, no, me parece demasiado tajante decir que alguien es ganador o perdedor. Entiendo que cuando planteás algo que sugiere cierta vulnerabilidad, ya se lo ve como antihéroe. Cuando planteás una duda, una incertidumbre. Los frustrados eran los personajes que yo hacía, y Wainraich era yo. En ese sentido, “Frágil” no tiene nada que ver ni con ganar ni con perder, sino con el estado natural de la vida, si querés llamarlo.
NOTICIAS: El stand up juega mucho con los conflictos internos, con la inseguridad...
Wainraich: Sí, pero, ¿quién no tiene eso?
NOTICIAS: Pero usted hace una construcción “woodyallenesca”.
Wainraich: Me parece que estamos
acostumbrados a que en la radio, la tele, los diarios, todos están muy seguros de lo que dicen y representan y nadie se permite mostrar una duda, tener incertidumbres. Tampoco lo quiero hacer tan profundo porque me parece que no es para tanto.
NOTICIAS: ¿Le gusta venir de abajo, jugar de visitante? Fue a grabar un especial de stand up para Netflix a Córdoba, una capital del humor con estilo propio. Wainraich: Lo pensé después, en el momento no. No lo quería hacer en Buenos Aires porque justo iba a estrenar “Frágil”, me parecía demasiado. NOTICIAS: Sobre tener certezas a la hora de opinar, ¿le pasa a diario en la radio? Wainraich: Es que no me siento periodista, yo hago ejercicios periodísticos, hago entrevistas...
NOTICIAS: Está bien, ¿pero en algún momento hay algún reclamo en la radio, no necesariamente de bajada de línea, pero en términos de audiencia, sobre la necesidad de editorializar?
Wainraich: No, bajada de línea no hay. A veces hay como una calentura de mí mismo de decir: “hoy quiero opinar de esto”. Después digo: “para qué lo voy a decir, es lo mismo que dicen todos”. Entonces vemos si lo podemos resolver a través del humor. En algunos temas nos metemos y en otros no, pero más por el capricho. Y después, si garpa o no garpa, no tengo idea. NOTICIAS: ¿No le preocupa el éxito, el rebote?
Wainraich: No, el éxito... Va a sonar muy cursi, pero el éxito es lo que hago. Vivo de eso y que me vean ya es un éxito. Después obviamente me gusta que el teatro esté lleno y que la mayor cantidad de gente posible escuche “Metro y medio”. Pero no es que cambié el discurso para que eso suceda, trato de hacerlo lo mejor posible.
NOTICIAS: ¿Y si fuese al revés? ¿Sentiría que se está traicionando?
Wainraich: Me parece que no me iría bien. Estoy un poco malcriado porque casi siempre estuve en ámbitos que me gustaron, hice lo que quise. Nunca tuve que formar un discurso o hacer un laburo que no me gustaba tanto.
NOTICIAS: “Metro y medio” cumplió diez años, en 2017 lo premiaron con el Martín Fierro, ¿siente que tocó techo? ¿O pensó: “con esto tengo para 20 años más”?
Wainraich: No, 20 años más no sé... Yo soñaba con que pase esto, con tener un programa de radio que dure mucho tiempo. Tengo períodos con la radio, internos en realidad. A veces digo: “esto hay que cambiarlo”. Pero terminé muy bien el año, me gustó. En octubre hicimos “Metro y medio” en el Teatro Ópera y me di cuenta de que me calienta, que estoy en el día a día, que pasa algo y digo: “esto lo voy a llevar a la radio”. Pienso mucho en la radio, me gusta estar en contacto con los productores, armar el programa. En las vacaciones me obligo a relajarme. Antes quería volver enseguida...
NOTICIAS: ¿En plan vacaciones está con la cabeza en nada?
Wainraich: A veces me olvido de que estoy de vacaciones, la lamparita está todo el tiempo así, pero no me hace mal. No es que lo dejo a mi hijo que se tire en una ola porque estoy anotando una idea. Pero sí me llevo algo para escribir siempre.
NOTICIAS: Tiene dos hijos, Kiara (10) y Federico (5). ¿Cómo es como padre? ¿Siente la culpa de descuidar a la familia?
Wainraich: No, aunque los horarios son raros. Al colegio voy siempre, los llevo siempre, estoy en todos los actos, pero tal vez no estoy tres noches en casa.
NOTICIAS: Su esposa, Dalia Gutmann, habló mucho en el último tiempo de la relación de ustedes. ¿Son una pareja que la rema desde el humor? Wainraich: La relación cambia en la medida en que cambian los escenarios. Cuando estamos solos, tenemos otro tipo de charlas: la educación de los chicos, el concepto de cómo vivir. En lo macro estamos bastante de acuerdo, en lo micro nos puteamos de vez en cuando porque es inevitable. Y después nos divertimos, la pasamos bien, nos gusta lo que hace el otro, tenemos gustos parecidos. Y cada uno tiene su espacio.
NOTICIAS: Escribió el guión de “Una noche de amor” y ahora está escribiendo otra película, ¿la ve en algún rol o no la tiene de musa? ¿Alguna vez un proyecto de trabajar juntos?
Wainraich: Estar los dos juntos laburando es mucho tiempo, sería contraproducente, y un quilombo en casa. ¿Cómo organizarnos los dos afuera a la misma hora?
NOTICIAS: ¿Le tienta volver a la tele? ¿Actuando?
Wainraich: Si aparece algo en ficción que esté bueno, lo hago.
NOTICIAS: ¿Tiene más ganas de escribir, producir, dirigir, actuar o todo junto?
Wainraich: Escribir sí, dirigir no, lo tengo al gran Hernán (Guerschuny) que dirigió “Una noche de amor”. Además no sé dirigir, no lo podría hacer, y tal vez producimos juntos la película que viene.
NOTICIAS: ¿Será el personaje principal? Wainraich: Sí. NOTICIAS: ¿Cuánto hay de ego en escribir para uno mismo? Wainraich: A veces digo: “O es mucho ego que me lleva a hacer todo esto, o nada de ego y necesito que me quieran”. Es probable que sean un poco de las dos cosas. Pero todavía el cine no es unipersonal, somos varios
Los medios están en problemas. Metro, con lo que factura, tiene algunos problemas. Es mentira que quisimos comprar una radio con Andy Kusnetzoff y Matías Martin.
actuando (risas). En el teatro estoy solo y lo que siento cuando lo actúo es como que lo escribió otro.
NOTICIAS: ¿Ve dos instancias distintas en actuar un texto de ficción y el stand up?
Wainraich: El monólogo y los personajes son bien distintos porque el personaje tiene otra voz, otro pasado, otra historia, es ficción. Y en “Frágil” hago de mí mismo, aunque me meto en otros temas. Y no estoy tan desesperado por generar risas. Es más comedia.
NOTICIAS: ¿Cuando escribe ficción, piensa “las voy a jugar todas para mí”? Voy a tener a Scarlett Johansson al lado...
Wainraich: Bueno, lo hice con Carla Peterson. NOTICIAS: ¿Y hay algún reclamo de Dalia? Wainraich: No, para nada. Cero celosos somos con el trabajo. Y después sí, busco las situaciones que me beneficien. En realidad, pienso en el personaje y del personaje salen las situaciones de comedia. Pero bueno, debería pensar, tal vez lo hago y no me doy cuenta.
NOTICIAS: Hablaba antes de la radio. Firmó contrato por dos años más, pero había un rumor que con Andy Kusnetzoff y Matías Martin pensaban comprar una radio.
Wainraich: Fue complicado este último tiempo porque todos los medios están en problemas. Metro, con todo lo que factura y mide, parece que tiene algunos problemas. No los conozco porque tampoco estoy en las finanzas de la radio. Pero lo de comprar una radio se había dicho y nunca existió, es mentira.
NOTICIAS: ¿Y se ve en ese rol? Porque se corre del lugar de conductor para ser empresario.
Wainraich: No me veo porque no sé hacer nada de eso. Cuando era chico, decía que me habría gustado ser el director de una radio y armar la programación, pero me parece que está como muy idealizada la posición y terminás firmando cheques, echando gente y peleando la guita con un locutor.
NOTICIAS: ¿Escucha otros programas de radio?
Wainraich: Cuando vuelvo del teatro, a la noche, hago zapping de radios y escucho programas en los que llama gente y hay astrólogos, me encanta eso. Y escucho muchos programas partidarios de fútbol.
NOTICIAS: ¿Se ve como dirigente de fútbol en algún momento?
Wainraich: No. Muchos me lo preguntan, la fantasía está, pero no me veo haciéndolo. Todos los que conozco que fueron dirigentes la pasaron para el orto, se quieren ir, se les va la vida en eso, la gente te putea, piensa que estás robando, no le das bola a tu familia, descuidás tu trabajo. Además, la fantasía del hincha es “me hago dirigente para jugar al Gran DT, para armar el equipo”, y después no se da.
NOTICIAS: ¿Diría que hoy está cómodo?, ¿o hay una parte que le reclama salir de la zona de confort?
Wainraich: No, para nada. Tampoco es que caí con un paracaídas a este lugar. Uno se gana los espacios. Pero creo que sí hay fortuna y hay suerte muchas veces, pero uno trabaja también, te lo buscás, hay perseverancia y hay decisión sobre para qué lugar querés ir.
NOTICIAS: ¿Siente que en su andarivel no tiene competencia?
Wainraich: Competencia tengo. Pero entiendo a lo que vas, a la famosa zona de confort. En “Frágil” hablo de eso medio en joda. Hay que ver qué es la zona de confort, porque si la zona de confort es estar achanchado, no me gusta. Estoy cómodo en Metro, pero me exijo a mí y a mis compañeros para que siempre hagamos las cosas lo mejor posible. Entonces se convive cierta comodidad pero buscando un poquito más.
La fantasía de dirigir fútbol está, pero no me veo. Los que conozco la pasaron mal, la gente te putea. La fantasía es ‘me hago dirigente para jugar al Gran DT’, pero no se da.