Sale Abad entra Cuccioli:
Abad era inflexible en ciertos temas; Cuccioli ya se mostró componedor con el caso Indalo.
la renuncia del prestigioso funcionario por cortocircuitos con el Gabinete y la llegada del financista cercano a Rosner despiertan la polémica.
Un
abad es el superior de un monasterio. Los “cuccioli” son los “cachorros”, en italiano. Por suerte el cambio de jefe de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) nada tiene que ver con los significados de los apellidos. Pero sí con la historia de un contador de 73 años que mantuvo diversos enfrentamientos con la Jefatura de Gabinete y que será reemplazado por un ingeniero industrial de 40 años que en 2016 dejó el sector privado para sumarse a la jurisdicción que dirige Marcos Peña y que hace un año asumió como secretario de Servicios Financieros. Es la historia de Alberto Abad y Leandro Cuccioli.
“Abad quería salir como San Martín y no quería ir en cana y por eso era respetuoso de ‘la línea’ de AFIP”, describen en el órgano recaudador de impuestos a quien seguirá en el cargo hasta el 31 de marzo. Carlos Menem lo había puesto primero de interventor del PAMI y después síndico general de la Nación entre 1994 y 1995, Eduardo Duhalde lo nombró al frente de la AFIP y el kirchnerismo lo mantuvo hasta 2008, hasta que encontró resistencias a proteger empresarios amigos. Se retiró con prestigio y, después de su paso por el banco Santander Río, Mauricio Macri lo devolvió a la AFIP en 2015, pero en diciembre pasado el septuagenario le transmitió que estaba cansado y el Presidente lo convenció para que se quedara tres meses más. Hasta ahí la versión oficial. Desde acá los motivos del cansancio.
Uno de los roces se originó por las deudas tributarias y previsionales del grupo Indalo, del ahora recluso Cristóbal López. “Si transferían las acciones a (Ignacio) Rosner, no les podíamos cobrar nada de lo que debían”, argumentan en el organismo recaudador su posición en contra de la venta de Indalo, en octubre pasado. Rosner es otro egresado del Newman que había trabajado en los grupos Macri y Clarín, pero en el Gobierno negaban que fuera un enviado del Presidente para quedarse con el conglomerado del empresario K. Pero ante la inflexibilidad de Abad con el caso, el Ejecutivo encomendó el caso al secretario Cuccioli, que había trabajado con Rosner en el directorio de la agropecuaria El Tejar entre 2012 y 2015.