Lalo Mir:
Este “animal de radio” vuelve todos los días a la Pop 101.5 después de un año sabático. Grieta política, éxito y la idea del retiro.
este animal de radio vuelve todos los días a la Pop 101.5 después de un año sabático. Grieta política, éxito y la idea del retiro.
El
animal está de regreso y la radio vuelve a sonar con una de las voces más genuinas y cotidianas del dial, luego de un año de ausencia, dedicado a viajar por el mundo, a poner en orden sus cosas y a volver siempre a la calma rivereña de San Pedro, su ciudad natal. A los 65, y con el trámite de jubilación en curso, Lalo Mir lleva más de cuatro décadas frotando la lámpara de su ingenio mordaz ante los micrófonos de las principales emisoras del país: desde aquellos muchachos de cuero que lo sintonizaban a las 10 de la mañana para escucharlo bramar “aquí… radio Bangkok” (en la Rock & Pop de la primavera democrática) hasta los jóvenes multi-pantalla que acompañaron “Lalo por hecho” (ciclo que fue desde de 2006 hasta 2016, por La 100), las audiencias parecen haberlo ungido con la gracia de la transversalidad hasta convertirlo en una entidad colectiva casi como el vino o el mate.
“Circo súper pop” (por radio Pop 101.5, de lunes a viernes, de 9 a 13 horas) es el nombre del magazine que lo devuelve a las mañanas de miles de oyentes que lo eligen para arrancar el día con sus viñetas humorísticas y algo de información. “Es un programa de interés general, bastante de autor, polirubro, con un límite no muy preciso entre la ficción y la realidad”, explica Mir, sentado en una de las sillas de camping que hay en su bunker creativo, un espacio acorazado por estanterías metálicas cargadas de CDs, con un par de escritorios y una mesa ratona de por medio, sobre la cual destaca una pila cuadernos y papeles apisonados por una estatuilla de Martín Fierro opaca y sin lustre.
NOTICIAS: ¿Qué anduvo haciendo este último tiempo?
Lalo Mir: Viajé un poco, descansé mucho, estuve mucho en San Pedro y fui mucho al río, leí e hice la vida de siempre sin ir al trabajo. Soy una persona que no tiene dificultad en encontrar tarea. Fue un año de mucha limpieza, de limpieza técnica, de limpieza de material, de libros, de textos, de archivos, de discos. Se me pasó tan rápido que ahora lo voy a extrañar. NOTICIAS: No extrañó el trabajo… Mir: No, la verdad que no. A final de año, cuando ya se empezó a mover la posibilidad de volver, y yo sabía que tenía ganas de hacer algo, arrancó un poco la ansiedad, por momentos sí, por momentos no, como una especie de contradicción. Qué ganas de hacer algo y de pronto, no, qué miedo.
NOTICIAS: Durante ese período utilizó bastante su Instagram para seguir en contacto con el público. Mucha gente vive las redes sociales como una tragedia, ¿qué le parece a usted?
Mir: Que la tragedia somos nosotros, no la redes sociales. Las redes sociales son como una herramienta, como un martillo que puedo usar para clavar un clavo o para partirte la cabeza en dos. En tal caso lo estoy usando como un arma. Es cierto que hay como una especie de locura desenfrenada general, pero bueno, me parece que es medio lógico que suceda, porque es la primera vez en la historia de la humanidad que un ser común y corriente, un ser desconocido, gris, uno entre tantos millones de la sociedad, tiene la posibilidad de publicar y de ser leído, y de ser visto y de ser escuchado y de sentirse en el centro de la escena. Algo que antes era reservado para unos pocos privilegiados: los que trabajábamos en los medios, los que escribían en los diarios, los que salían en la tele. Hoy cualquier persona puede lograrlo a través de Instagram o de Twitter. Lo más loco es que una persona desconocida, con el mensaje adecuado y en el momento justo, puede llegar a ser leído por muchísima más gente que el que escribe en La Nación o sale en C5N. Hay ejemplos, como el del periodista que cubría una guerra en Oriente Medio para la CNN, pero como la cadena le bajaba línea, sus informes completos estaban en su blog, y al tipo lo seguía más gente en su blog que en la CNN. Y estamos hablando de blog, que ya es casi una antigüedad. Entonces me parece lógico que ocurra lo que