Noticias

Panorama complicado:

La Argentina gasta más en Seguridad Social que Chile, pero sufre una mayor pobreza.

-

el problema de la caída de la productivi­dad y el empleo en la Argentina durante los últimos años.

De

la admirablem­ente rica colección de frustracio­nes económicas, que ejercita la intoleranc­ia y los espasmos emocionale­s de los argentinos, hay una que encierra una contradicc­ión y que, creo yo, resume muchas de las tensiones de hoy y de siempre. La podríamos sintetizar en una pregunta que invita a una comparació­n: ¿cómo es posible que la Argentina y Chile, por poner sólo un ejemplo, mplo, tengan una productivi­dad laboral boral similar, que la Seguridad Social l sea mucho mayor en nuestro país y que, sin embargo, sea Chile el que tenga enga un índice de pobreza bastante menor, cualquiera sea la metodologí­a logía utilizada para medirla?

¿Por qué es eso una contradicc­ión? ción? Si no hay grandes diferencia­s en la cantidad de cosas que produce cada persona, la mayor acción del Estado como redistribu­idor de ingresos esos en la Argentina debería, asumiendo endo eficacia, propiciar mayores ingresos esos en los más pobres y menor pobreza. reza. Dos conjeturas que pongo a disposipos­ición. La primera, la cantidad y composició­n de los niños y adolescent­es, ntes, que no están en edad de producir, ucir, en la Argentina tienen un sesgo propobre. Si se me permite dejar hoy oy de lado diferencia­s metodológi­cas, s, la tasa de pobreza de los mayores es de 65 años es similar en los dos países, íses, alrededor del 6%; en menores de 14 años, la pobreza sube al 18% en Chile mientras que en la Argentina salta a 43%. Y acá hay mayor proporción rción de chicos que allá. De los menores ores de 20 años, en la Argentina el 60% está en los tres deciles más pobres; bres; en Chile el 51%. En distribuci­ón n del ingreso, nueve puntos de diferencia encia es muchísimo.

En segundo lugar, el Estado, con su intervenci­ón se muerde la cola; la redistribu­ción de ingresos financiada con impuestos es parcialmen­te compensada por su efecto sobre los costos y precios en la producción de bienes y servicios. En Chile los ingresos y haberes son más bajos en dólares que en la Argentina, pero las distintas canastas de consumo también los son, en parte por una menor presión tributaria. Dicho sea de paso, esto último podría retratar las eternas tensiones de nuestra sociedad. Lo vemos todos los días y lo leemos en los libros de historia. De un lado, se dice, con razón, que salarios, impuestos, litigiosid­ad, costos de capi- tal y logística altos en comparació­n con otros países, imposibili­tan la leal competenci­a y atentan contra decisiones de inversión e incremento­s de la productivi­dad. La producción por hora trabajada en la Argentina, que había sido casi el doble que la de Chile a mediados de los 70, fue alcanzada y superada en los últimos años por nuestro país vecino, como se ve en el gráfico.

Otros advierten, también con ra-

zón, sobre condicione­s sociales extremadam­ente frágiles y muy extendidas en la población, en donde reinan pobreza, informalid­ad, dificultad­es en la organizaci­ón familiar, falta de estímulos, problemas en el seguimient­o escolar, y un largo etc. El guionista de la saga sobre las últimas décadas de nuestra nación abusa de los contrapunt­os y ya resulta tedioso; se reiteran pujas entre estas dos visiones que desembocan en volantazos políticos y un rumbo incierto.

Uno puede pararse confortabl­emente en alguno de los dos andenes sin percibir que, realmente, ambos contienen verdad y, peor, están vinculados. Siguiendo con el ejemplo, en la tabla se muestra que en la Argentina hay una mayor cantidad de personas de más de 20 años trabajando en el Estado (presumible­mente sin la contrapres­tación de mayores o mejores servicios públicos), hay una mayor cantidad de trabajador­es informales que reciben transferen­cias complement­arias del Estado y hay un significat­ivo mayor porcentaje de jubilados gracias al elevado grado de cobertura previsiona­l, que a su vez recibe haberes que casi duplican a los de Chile.

Competitiv­idad y Seguridad Social serían dos objetivos genuinos aparenteme­nte excluyente­s, al menos en el corto plazo, que ha estimulado nuestros desencuent­ros. Nuestra modesta productivi­dad promedio esconde la escasa producción relativa de un grupo importante de mayores de 20 y la mayor pobreza relativa de los menores, que deben ser atendidos con presupuest­o estatal. La raíz de la contradicc­ión de una mayor pobreza estaría en nuestra composició­n social más heterogéne­a y polarizada.

SOLUCIÓN. ¿Cómo romper con esta lógica de opuestos aparenteme­nte excluyente? Como siempre, se impone el intento de encontrar matices, de dialectiza­r. El Gobierno muestra que tiene esa intención: reducir gastos improducti­vos e impuestos, hacer más eficiente los servicios de salud y educación, o mejorar la infraestru­ctura, de modo de mantener la cobertura de la Seguridad Social. Al mismo tiempo, deben considerar­se tres cuestiones. La primera, con la pobreza concentrad­a en menores, el solo paso del tiempo aportará fuerzas hacia su incremento. Moraleja: urge redoblar esfuerzos en educación y capacitaci­ón, hoy insuficien­tes, tanto en presupuest­o como en coordinaci­ón. Pienso en un esquema de acompañami­ento masivo de chicos y adolescent­es, entendiend­o que la raíz del magro desempeño escolar se encuentra también fuera del aula.

En segundo lugar, existe margen para la reorientac­ión presupuest­aria, en el contexto de una indispensa­ble reducción del déficit. Con el foco puesto en los chicos, diremos que, más allá de atacar inequidade­s en pensiones no contributi­vas y privilegio­s, la discusión previsiona­l debe prevalecer para mantener el nivel de cobertura (dato no conocido: Obama cambió la fórmula de movilidad jubilatori­a pasando de un IPC a un “IPC encadenado” que arroja valores más bajos por definición).

Por último, falta diálogo y todos debemos entender que, mientras el Estado deba complement­ar ingresos de muchos, los demás tendremos que exigir incremento­s que se acomoden a lo que nuestra economía pueda dar (después de impuestos). Apreciació­n levemente freudiana, viene bien recordar las discusione­s pasadas y sus resultados; todo lo que no se historiza se repite.

 ?? INFOGRAFÍA: FERNANDO SAN MARTÍN. FOTOS: EDUARDO LERKE. ??
INFOGRAFÍA: FERNANDO SAN MARTÍN. FOTOS: EDUARDO LERKE.
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ?? Por JAVIER OKSENIUK*
Por JAVIER OKSENIUK*
 ?? INFOGRAFÍA: FERNANDO SAN MARTÍN. FOTOS: JUAN OBREGÓN. ?? * DIRECTOR de la consultora LCG.
INFOGRAFÍA: FERNANDO SAN MARTÍN. FOTOS: JUAN OBREGÓN. * DIRECTOR de la consultora LCG.
 ??  ??
 ??  ?? OPCIONES. Competitiv­idad exportador­a y Seguridad Social para atender la pobreza parecen dos objetivos genuinos aparenteme­nte excluyente­s en el corto plazo.
OPCIONES. Competitiv­idad exportador­a y Seguridad Social para atender la pobreza parecen dos objetivos genuinos aparenteme­nte excluyente­s en el corto plazo.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina