REUNIÓN SECRETA CON MASSA
Martes 19 por la tarde. Sergio Massa corta sus actividades en el piso de Recoleta del Frente Renovador y transita las pocas cuadras que lo separan de la casa de uno de los hombres más influyentes de la Argentina. Uno que quiere ser político, pero que aún no se decidió. El tigrense se anuncia en la guardia y sube al departamento de Marcelo Tinelli.
Allí arriba no hay nadie más. Ni los hijos, ni la mujer del conductor de televisión. Tinelli le ofrece algo para tomar, pero los problemas estomacales que sufre Massa hacen que decline la oferta. Charlan durante dos horas apenas acompañados de agua y té.
Tinelli y Massa admiten que las conversaciones entre ambos son frecuentes. Hablan por WhatsApp y de vez en cuando se encuentran, al menos dos veces al año: siempre en secreto y sin fotos.
En el entorno del conductor aseguran que el ingreso de Tinelli a la política no es algo que se piense para este momento: “Está concentrado en el arranque de su programa”, aseguran. Pero no lo descartan para más adelante: “Veremos en el futuro”, completan.
Tinelli está preocupado por la situación del país. Lo palpa con su propia productora: la baja publicitaria son un parámetro personal de que los indicadores no funcionan bien.
En sus hijas tiene otro ejemplo: a Micaela y Candelaria no les está yendo bien con sus locales de ropa. “Bajaron las ventas”, le avisaron a su papá. La economía fue uno de los temas principales en la extensa reunión del último martes. Y tan preocupado está Tinelli que comenzó a reunirse con economistas para entender la profundidad de la crisis.
Si bien el ingreso a la política es negado a rajatabla, en su entorno se tomaron el trabajo de hacerlo medir. La relación Tinelli - Massa no siempre fue buena. Cuando el tigrense fue jefe de Gabinete, ShowMatch era demoledor con él. Con imitaciones burdas iban mancillando su imagen: Massa lo notó y comenzó un trabajo de hormiga para revertirlo.
Empezaron los contactos más fluidos. El de Tigre llevó el programa “Soñando por Cantar” a su distrito y fue forjando la relación de confianza que los une. En Cambiemos, Tinelli tiene buenos contactos con Horacio Rodrí- guez Larreta, pero en el peronismo entienden que si se anima a dar el paso, será en su espacio.
Con Massa, el conductor tiene una complicidad que le cuesta encontrar con otros dirigentes. Se ven a sí mismos como "dos pibes de barrio", que consiguieron un éxito impensado. Es parte del secreto de una relación que se forja a oscuras, pero que puede ser "trascendental para el país", para bien o para mal.