Restaurantes:
Buenos Aires Verde. Gorriti 5657, Palermo.4775-9594. Cocina vegetariana/vegana. De lunes a sábados de 9 a 24. Efectivo y Visa débito. Precio promedio: $ 400.
Buenos Aires Verde. Su relanzamiento tiene que ver con la coqueta remodelación del clásico local de Palermo. Ahora con propuestas novedosas.
Nueve palabras resumen el concepto de la inteligencia culinaria: compren los mejores ingredientes que puedan pagar. Cocínenlos bien.” –escribe el importante periodista gastronómico Peter Kaminsky en su libro de reciente publicación, “Inteligencia Culinaria”. La lista de compras de Kaminsky incluye la carne (de pastura, eso sí), pero sus principios se replican calcados en Buenos Aires Verde, quizás el mejor restaurante vege- tariano de la ciudad, que acaba de relanzar su propuesta bajo el lema… alimentación inteligente. Para Mauro Massimino, su chef y propietario, lo inteligente no es sólo comer alimentos orgánicos y libres de agrotóxicos: es comer rico. A través de diversas técnicas, logra texturas y sabores que hacen que los carnívoros no extrañemos nada. Las “salchichas” de tofu especiado y ahumado, el “queso” de castañas de cajú, la lasag- na “bolognesa” de seitán, el “atún” de garbanzos y algas nori, y los bombones de cacao puro, maximizan con creces el sabor por caloría, principio supremo de Kaminsky.
Su relanzamiento tiene que ver con la coqueta remodelación del clásico local de Palermo –hay una sucursal en la calle Vidal– que ahora es… más palermitana. En la entrada hay un sector de almacén con varios de los productos consumidos en la casa y una panadería, con una buena variedad de panes de harina integral, brioches, y algunos permisos, como la manteca orgánica, inevitable para obtener un buen hojaldre en productos como los croissants y pains au chocolat.
Otra novedad son las opciones de desayunos y meriendas, con huevos, panckakes, french toast, waffles, todo orgánico por supuesto, y bowls raw ultra nutritivos También hay jugos frescos de todo tipo y el mágico Rejuvelac, un jugo rejuvenecedor que aporta enzimas y bacterias benignas al organismo.
Hay buenos menúes de mediodía –ojalá le toque en suerte la sopa de hongos, magistral– y para la noche hay buenos vinos orgánicos.