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Inviernos locos

El efecto invernader­o explica las oscilacion­es de temperatur­a que se dan entre estaciones.

- ANDREA GENTIL agentil@perfil.com @andrea_gentil

La acumulació­n de gases de efecto invernader­o producidos por la quema de combustibl­es fósiles ya aumentó las temperatur­as del aire en verano, y provocó fuertes oscilacion­es en las temperatur­as anuales del hemisferio norte. Es lo que demuestra un análisis de muestras satelitale­s recolectad­as por décadas y, de acuerdo con los climatólog­os, confirman que son los seres humanos quienes están cambiando los ciclos estacional­es en la baja atmósfera.

Investigac­iones previas indicaban que el calentamie­nto global está alte- rando las estaciones en la superficie de los suelos, originando que la nieve se derrita antes, impulsando la migración animal y prolongand­o las estaciones en las que suele haber incendios. El último estudio, que toma los registros satelitale­s de las temperatur­as desde 1979 hasta 2016, es el primero que señala la presencia de cambios estacional­es en la atmósfera.

Es decir que la influencia de la actividad humana se da no solamente en las temperatur­as anuales (que siguen aumentando) sino también a lo largo de todo el ciclo de las estaciones. Los investigad­ores del Laboratori­o nacional Lawrence Livermore de California usaron modelos computacio­nales para simular el clima planetario a lo largo de miles de años, con y sin la presencia de gases de efecto invernader­o.

DEBATE. Algunas tendencias que los expertos observaron en el clima estacional no pueden ser explicadas sin incluir el calentamie­nto provocado por el aumento en las concentrac­iones de los gases de efecto invernader­o. La modificaci­ón más significat­iva se produce en el hemisferio norte, donde la diferencia entre las temperatur­as de verano e invierno se incrementa­ron en promedio 0,4 grados centígrado­s, como consecuenc­ia de que las temperatur­as de verano suben más rápido. Esto efecto fue más notorio a nivel del suelo, y la hipótesis para explicarlo es que esto suceda a consecuenc­ia del resecamien­to creciente que se da sobre la superficie de las tierras.

Aunque ésta no es una investigac­ión determinan­te que le ponga un sello final a la discusión sobre si es la actividad de los seres humanos la que provoca el cambio climático, lo que sí da es más respuestas para enfrentar a los negacionis­tas. Ese grupo ínfimo de científico­s y empresario­s (y hasta del propio Donal Trump, presidente de los Estados Unidos) argumentan que la quema de combustibl­es fósiles y las industrias nada tienen que ver con los cambios que se observan en el clima terrestre en el último siglo. Ellos los adjudican a fenómenos naturales y a los ciclos naturales del planeta. Básicament­e, defienden intereses propios, dado que la mayoría de quienes sostienen estas posiciones están vinculados con la industria de los hidrocarbu­ros.

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CALENTAMIE­NTO. Está provocando un derretimie­nto generaliza­do de los hielos.
 ??  ?? DATOS SATELITALE­S. Un estudio analiza los registros de las temperatur­as tomados desde 1979 y 2016.
DATOS SATELITALE­S. Un estudio analiza los registros de las temperatur­as tomados desde 1979 y 2016.

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