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“Quise demostrar que esta pasión no murió”

El ídolo del motociclis­mo extremo que superó al histórico Evel Knivel. Saltos mortales y sensación de libertad.

- GISELLE LECLERCQ gleclercq@perfil.com @gisellelec­lercq

Travis Pastrana parece sacado de un comic vintage. Está vestido con un ajustadísi­mo traje blanco decorado con estrellas azules. Lleva un casco y una capa, que se saca cada vez que tiene que posar para las cientos de cámaras que lo persiguen. Se apoya sobre su moto Indian FTR750, saluda a la multitud que se acercó a ver su show y sonríe divertido, como si disfrutara de estar a punto de arriesgar su vida con tres peligrosos saltos extremos.

Sin embargo, el domingo 8 de julio, en Las Vegas, Pastrana fue mucho más que un motociclis­ta temerario. Su objetivo era superar los récords del ícono mundial Evel Knivel, el primero en saltar a la fama gracias a las acrobacias extremas en moto. En un mega evento organizado por History Channel, miles de personas se congregaro­n para ver las hazañas de este ídolo moderno de los motores. “Éste es un tributo al hombre que le dio inicio a todo esto”, aseguró Pastrana a NOTICIAS para explicar por qué quiso “revivir” la magia de su ídolo usando el mismo traje y la misma moto que había usado Knivel cincuenta años atrás.

Los riesgos de que algo fallara eran reales pero Pastrana superó las expectativ­as al emular las tres hazañas más peligrosas de Knivel. Primero saltó por encima de 50 autos y después por arriba de 14 colectivos de tamaño real. Sin embargo, el tercer salto era el más esperado por el público y, también, el más riesgoso: en 1968, Knivel había intentado saltar en moto por encima de la fuente del Caesar Palace Hotel pero no todo salió como se esperaba. Si bien logró “volar” por encima de la fuente, cuando aterrizó perdió el control de su moto. Se fracturó la pelvis, la cadera, las manos, las muñecas y los tobillos y tuvo una contusión cerebral que lo llevó a estar en coma durante treinta días.

El accidente llevó a Knivel a la cúspide de la fama y, cuando se recuperó, volvió a las acrobacias aéreas como un héroe popular. Para Pastrana, ese salto fue la demostraci­ón de que siempre se puede ir más allá de los límites y, por eso, quiso imitarlo cincuenta años después. “Siento que todos, en todos los ámbitos, siempre tenemos que empujar para romper los récords más allá de lo posible”, asegura. Según él mismo, en los días

previos al evento no sintió miedo pero sí le costó dormir: “Siempre me pongo nervioso. Creo que si uno no está nervioso en situacione­s así, empiezan a pasar las cosas malas porque significa que no te lo estás tomando lo suficiente­mente en serio”, insiste.

Los nervios, el entrenamie­nto y la experienci­a en el mundo de las motos le dieron resultado y Pastrana superó a su maestro. “Saltar la fuente del Caesar Palace es el santo grial de los

pilotos de acrobacias y el más icónico en el repertorio de Knivel porque él nunca lo logró”, aseguró.

NOTICIAS: ¿Qué significad­o tuvo romper el récord de un ídolo popular como Knivel?

Travis Pastrana: Creo que ésta fue una oportunida­d maravillos­a para superar a la generación de mi padre y de demostrar que ésta pasión no está muerta. Este tipo de deportes evolucionó, cambió y se volvió más profesiona­l pero también perdió un poco lo tétrico. Esta prueba sirvió para mostrarle a la próxima generación cómo empezó todo.

NOTICIAS: ¿Por qué cree que la imagen de Knivel es un ejemplo para las próximas generacion­es?

Pastrana: A Evel Knivel lo vi sólo una vez y fue asombroso. Cuando lo conocí tenía 16 años y acababa de ganar una de mis primeras carreras. Él todavía seguía viviendo la vida al máximo, no tenía miedo de vivir en la cima. Era un hombre de palabra: si decía que iba a hacer algo, lo hacía. Una frase que recuerdo es cuando dijo: “Mi moto no es lo suficiente­mente rápida para hacer este salto, pero dije que iba a saltar así que me voy a estrellar”. Se subió a la moto, la encendió y se estrelló (risas). Se rompió en un millón de partes y, de alguna manera, volvió a levantarse. En estos días, cuando la gente ya no hace acuerdos de palabra, eso es muy llamativo. A diferencia de muchas personas que tienen miedo de mostrar su fracaso y se bloquean, él se mostraba a sí mismo como era en la realidad. Hay algo muy puro en eso. NOTICIAS: Además del traje de Knivel, usó una moto similar a la de él. ¿Por qué no hacerlo de forma más segura? Pastrana: Sí. Fue una decisión. Obviamente la que usé yo es un poco más liviana porque la construímo­s nueva y es un poco más rápida por-

que la tecnología evolucionó. Pero es la misma moto. Quisimos hacer la versión moderna del mismo salto que Evel. El objetivo no es que yo me lastime o que alguien se lastime y entiendo que a veces es difícil entender por qué se toman estos riesgos pero, al final del día, creo que de eso se trata la libertad. Es tu decisión salir y empujar tus límites y trabajar para conseguir cumplir tus metas.

Vocación. Pastrana tiene apenas 34 años pero ya es considerad­o una leyenda. Empezó en el mundo del motociclis­mo cuando era un preadolesc­ente y toda su carrera giró en torno a batir récords y difundir el deporte extremo. Es, sin dudas, el hombre más conocido dentro del freestyle: acumula una decena de medallas de oro y es el líder de “Nitro circus live”, un espectácul­o que llevó a la pantalla grande a los mejores pilotos del mundo.

NOTICIAS: ¿Qué lo motiva cada mañana para continuar en este mundo? Pastrana: Me encanta despertar con pasión. La gente me dice: “Tenés una esposa, dos hijos, ¿por qué arriesgar todo?”. Pero esta carrera me permitió cosas increíbles como viajar por el mundo con mis mejores amigos, con personas que son tan apasionada­s y están tan extasiadas con la vida como yo. Hacer esto con mi familia es realmente increíble. NOTICIAS: ¿Nunca tiene miedo? Pastrana: Tenés que tener miedo. Sin miedo, no va a funcionar y eso lo sabe cualquiera que haga deportes extremos. La adrenalina es tan fuerte. Cualquiera que estuvo en un accidente de tránsito siente que el tiempo se pone más lento y hay una clase de gente que disfruta de esas cosas. Aún cuando las cosas están yendo mal, es uno de los momentos de más libertad de la vida. Cuando estás “volando”, el tiempo se detiene y estás concentrad­o sólo en una cosa. Es excitante.

NOTICIAS: ¿Hay algo más en su vida que le despierte esta misma pasión o esa sensación de libertad?

Pastrana: Trato de vivir toda la vida de manera competitiv­a. Incluso jugando al frisbee con mis hijos en el parque quiero ganar y festejo cada punto (risas).

NOTICIAS: ¿Qué pasa con los familiares de un deportista extremo?, ¿lo apoyan o temen que le pase algo grave?

Pastrana: Un poco de ambas. Mi mamá es todavía la que más se preocupa pero mis padres siempre me apoyaron. Ahora que soy padre puedo imaginarme por lo que pasaron ellos. Espero que a mis hijos les guste el tenis o el golf (risas). A los 15 años tuve un accidente grande. Me desperté en terapia intensiva, había perdido dos tercios de mi sangre y estuve en silla de ruedas por tres meses. Mi madre lloraba en la cama del hospital y me pedía perdón por haberme permitido subirme a una moto pero yo sólo esperaba volver a caminar para empezar de nuevo. Fue un momento duro para ella hasta que un día me dijo: “Si lo amás tanto como para volver después de haber pasado por todo ese dolor, no voy a quitarte eso”. En el caso de mi esposa fue distinto porque sabía con quién se casaba pero con mis hijos es más difícil. La paternidad te obliga a tomar otras precaucion­es pero ellos saben que ésto es lo que amo. Además esta carrera nos da la posibilida­d de viajar por el mundo juntos como familia. Es muy divertido. NOTICIAS: ¿Qué se piensa en el momento previo a dar un salto peligroso?

Pastrana: Registro todo. Me quedan grabados varios pensamient­os. Puedo recordar los sonidos, los olores y hasta las caras de la gente de la segunda y la tercera fila. Es un momento único.

NOTICIAS: ¿Se imagina haciendo esto por muchos años más?

Pastrana: Me veo a mí mismo andando en moto muchos años más. Ojalá mis hijos disfruten de este mundo tanto como yo. A mí me enamoró tener este tipo de desafíos y me encantaría hacerlo con ellos en el futuro. No es que quiera que se lo tomen como una carrera profesiona­l sino como una manera de construir confianza en ellos mismos. A mí me sirvió para eso. Hacer algo que todo el mundo me decía que no se podía me dio confianza. De todas formas, los voy a apoyar en cualquier pasión que tengan.

NOTICIAS: Ya tenía medallas, había ganado campeonato­s mundiales y hasta había saltado en moto desde un avión sin paracaídas. ¿Por qué es tan importante en su carrera el salto del Caesar Palace?

Pastrana: Puede ser que haya sido el momento más grande de mi carrera pero no fue un logro sólo parr mí. Siento que sirvió para unir a muchas generacion­es diferentes, a la de Knivel y a los adolescent­es de hoy, y esa es la única manera de lograr que esto perdure en el tiempo.

Cualquiera que haya estado en un accidente de tránsito siente que el tiempo se pone más lento y hay una clase de gente que disfruta de eso. Es un momento de libertad. FOTOS: GENTILEZA HISTORY CHANNEL.

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FOTOS: GENTILEZA HISTORY CHANNEL.
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FOTOS: MARCELO ESCAYOLA. HISTÓRICO. En Las Vegas, Pastrana saltó la fuente del Caesar Palace Hotel y superó el récord del héroe de su infancia.
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A IMAGEN Y SEMEJANZA. Pastrana usó el mismo traje y la misma motó que usaba Knivel hace cincuenta años.

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