MÁS PREGUNTAS
Aun año de la muerte de Santiago Maldonado —1 de agosto de 2017— en el marco de un operativo de Gendarmería para desalojar un piquete de protesta sobre la Ruta N° 40, la causa a cargo del Juez Federal Guillermo Gustavo Lleral continúa envuelta en misterios y tensiones políticas. “Lejos de haber contestado todas nuestras preguntas, la aparición sin vida del cuerpo de Santiago las en carne propia.
En febrero del 2017, por ejemplo, el diputado nacional por el Frente Para la Victoria Rodolfo Tailhade le solicitó a la Justicia que se investigue a Agustina Macri y sus hermanos en la causa del Correo Argentino por un acuerdo inapropiado entre la entidad y el Estado. Florencia Kirchner, por su parte, fue procesa- multiplicó —explica la doctora Verónica Heredia, abogada de la familia Maldonado—. Nos preguntamos qué pasó el 1 de agosto ¿Van corriendo 100 gendarmes al lugar hasta que Santiago desaparece y aparece 78 días después, en una parte donde la profundidad del agua era de 30 centímetros? Si bien Santiago no sabía nadar, ¿es posible ahogarse en 30 centímetros de agua? ¿Es posible que haya aparecido 80 metros río arriba da en la causa de Hotesur y la Justicia le halló una caja de seguridad con más de 4 millones de dólares a su nombre. A pesar de su rechazo a hablar en público, en ese entonces la joven explicó que el dinero provenía de la sucesión por la muerte de su padre.
Sin embargo, la mochila por ser “las hijas de” va mucho más allá de las de donde indican que estaba la última vez todos los testimonios de la gente, el rastro que siguió el perro y las propias informaciones de los gendarmes? ¿Es posible que haya estado 78 días en un hábitat donde hay fauna sin que quede ningún registro de fauna sobre el cadáver? ¿Es posible que haya estado 78 días en el agua y hayan permanecido intactas las huellas digitales?”.
Con respecto al difícil presente de la Familia Maldonado, la letrada revela: “Ellos no tienen vida, dicen ´nuestra vida es un infierno´. Tienen dificultades para trabajar y el problema de estar todo el tiempo respondiendo y dando explicaciones de las cosas terribles que se dicen, como la canallada de querer relacionar el caso de Santiago con el Kirchnerismo, cuando ellos, lo único que buscan es saber qué pasó con Santiago”. denuncias en contra de sus familias o de las investigaciones judiciales. Para ellas, lo más pesado es tener que lidiar con la exposición de su vida privada. Sus amigos insisten en que las dos son chicas “normales” y que se las rebuscan para moverse por las calles como cualquier otra persona. Detestan la custodia y, cuando pueden se escapan. Tratan de usar el transporte público o ir camufladas a bares o muestras de arte.
“Florencia, además, desconfía de la custodia. Le cambian el personal y, cuando estás en su lugar, nunca sabés si el tipo que te tiene que cuidar al otro día filtra si te viste con alguien, si saliste a un bar o si conociste a alguien”, insiste un amigo cercano a los Kirchner que asegura que “nadie sabe todo lo que ella sufrió por eso, sobre todo cuando era chica”.
En su afán por ser una “chica normal”, Florencia sigue firme con su idea de vivir junto a su pequeña hija Elena en un departamento en el barrio de Constitución y, aseguran sus amigos, se encarga ella misma de las compras en la zona. Además, para su cumpleaños número 28 en julio, decidió hacer un festejo en un bar en la zona de Abasto. “Le encanta
pasar tiempo con sus afectos. Fueron como unos sesenta amigos y estuvo bien porque nadie se enteró”, cuenta una fuente cercana a la joven que, de inmediato y sin que se le pregunte, despeja dudas: “Cada uno se pagó su cerveza. Es tremendo pero cada vez que se habla sobre la vida de ella o su hermano hay que aclarar cada detalle”.
Agustina pudo esquivar mejor el asunto en su adolescencia. Si bien su familia ya era una de las más importantes de la Argentina, cuando su padre se involucró de lleno en política ella todavía vivía en Europa. Sin embargo, a medida que Mauricio Macri crecía, la posibilidad de ser anónima en la Argentina se le desvanecía.
En una entrevista que le dio Mauricio Macri a la periodista Laura Di Marco al poco tiempo de haber asumido la Presidencia, reconocía este problema: “La prensa les respetó el bajo perfil y ellos nunca tuvieron una fisura. Nunca se tentaron (en relación a sus tres hijos mayores). Por supuesto que hubo violaciones a su intimidad, como cuando la revista ‘Malicias’ (sic. en relación a ‘Revista NOTICIAS’) la escrachó a Gimena trabajando de moza en Punta del Este. Yo le dije: ‘Mira, Gime, te van a escrachar… ¡estos tipos son malos!’. ¡Y la escracharon! Lo mismo le hicieron a Agus, con alguna cosa. A Agus se le va a complicar porque le está empezando a ir bien como directora de cine, entonces en cualquier momento no lo va a poder evitar”, dijo hace apenas dos años.
Al poco tiempo Agustina comenzó a trabajar en el proyecto de “Soledad” y, por estos días, sabe que se viene un tiempo en el que deberá lidiar con la prensa y la exposición ya que, para promocionar su película, debería dar entrevistas. “Más cerca de la fecha de estreno, ella va a dar notas pero hablando exclusivamente de su trabajo, no de su padre”, insisten sus colaboradores.
A pesar del esfuerzo de Agustina por crecer profesionalmente en la Argentina, sabe que instalarse de forma permanente en Buenos Aires puede atentar contra su forma de vida. “Ella es nómade. Vivió en España primero. Vivió en Alemania cuando filmó con Oliver Stone y hasta hace poco estuvo en Italia porque ahí se filmó ‘Soledad’. No va a instalarse del todo acá, por lo menos en el corto plazo”, arriesga una fuente cercana.
Con un estilo sencillo, desinteresadas por los símbolos del consumo de alta gama, en zapatillas y camufladas en un recital, Agustina y Florencia tratan de moverse por la ciudad sin ser reconocidas. A pesar de que ellas se resisten, hay una relación proporcional entre la enemistad política que separa a sus padres con las semejanzas que las vinculan. Un día de estos deberían tomarse un café.