Encanto francés
Un SUV de lujo con detalles distintivos. Buen confort de marcha y precio elevado.
Hace unos diez años Citroen rompió los esquemas con la creación de una sub marca denominada DS, una sigla con magia que la tuvo guardada durante 35 años y con la que logró armar un negocio con imagen premium. Primero llegó el DS3 a principios de 2011 luego el DS4 y en Europa también lanzaron el DS5. Estos modelos apuntaron al usuario de lujo pero con un estilo diferente. El resultado fue muy bueno y la marca DS tomo vuelo propio para años después disociarla de Citroen. Ahora llegó el momento de apuntar más alto. Hablamos del DS7 Crossback el primer SUV de esta joven marca francesa que atrae por un diseño propio.
Construido sobre la misma plataforma que da vida al Peugeot 3008, pero extendió las dimensiones: mide 4.573 mm de largo y 1.895 mm de ancho, es decir, es 12,6 cm más largo, 5,5 cm más ancho.
El habitáculo es amplio y los materiales que recubren las partes más visibles del ambiente denotan un esmerado tratamiento que afianza la sensación de lujo, además de contribuir a una excelente insonorización.
Sobre la plancha se destaca la pantalla táctil de 12 pulgadas, de excelente resolución y el tablero que también es completamente digital. Muy cerca, sobre en el panel central, se emplaza la selectora de cambios tipo joystick que concentra a su alrededor las teclas de los levantavidrios y las trabas de seguridad: ubicación poco habitual, que demanda cierto tiempo de acostumbramiento. El motor es un naftero 1.6 turbo que eroga 165 CV con prestaciones son lógicas pero no sorprenden y el consumo nos pareció algo elevado en ciudad. En resumen un modelo que tiene el gran desafío de enfrentarse con marcas premium bien establecidas, que ofrece un buena dotación, aunque podría tener más. Por mejorar: la rueda de auxilio que es temporal y el precio nos pareció algo elevado (u$s 49.600) para un producto muy poco conocido.