Vedettes de la fe:
En el pasado mostraron cuerpos exuberantes, pero hoy se entregan a la fe.
de las marquesinas a la religiosidad. El acercamiento de las actrices de revista a la espiritualidad. Arrepentimiento, devoción, revelaciones y cambio de rumbo. El fantasma del pasado.
Tras el rechazo del Senado al proyecto de ley del aborto, los sectores “pro vida” salieron a festejar el logro. Una de las representantes de la ola celeste que más celebró la no sanción fue Gisela Barreto. La ex vedette aseguró haber consagrado su vida a Jesucristo. Así, se une a otras ex colegas que archivaron el conchero para dedicar su vida a la religión.
Los guiones de Gerardo Sofovich y las películas de Alberto Olmedo poco tienen que ver con las costumbres religiosas y sus pudores. Pero los creyentes dicen que los caminos de la fe son insondables y ellas los demuestran. De íconos sexuales a fanáticas religiosas. De las tablas de los teatros a los altares. Las vedettes se volvieron místicas y no lo ocultan.
VOCERA. En su programa “La fe mueve montañas” que se emite por la señal nacionalista TLV1, Barreto estaba exultante. “Sí a la vida le dice la gente, no al aborto señor Presidente”, cantaron de la mano con la senadora salteña María Cristina del Valle Fiore Viñuales festejando el no al aborto. La ex secretaria de Sofovich soltó, además, algunos argumentos incoherentes: “La educación sexual tiene talleres de masturbación, les hacen ver a los niños películas pornográficas”, dijo. Pero además del estupor por sus dichos, muchos se sorprendieron al conocer esta faceta de la
mujer que tiempo atrás ratoneaba a los hombres y hoy asegura que no volvería a mostrar su cuerpo.
Barreto reapareció en la escena pública arrepentida de su pasado. “Me acuerdo y digo: '¡Perdón, Señor, qué asco!'”, confesó en una de las pocas entrevistas que brindó. Es que Barreto no sólo abandonó el teatro de revista y las producciones de fotos jugadas, sino que se volvió una ferviente opositora del estilo sexy: “Para Dios, para la Biblia y para la Iglesia ser una mujer sensual y exponiéndose como lo hacía en la tele, es pecado de escándalo”, argumentó. Es que a pesar de que siempre había sido religiosa, la vida de la rubia tuvo un quiebre en 2010 cuando estando en Bosnia y Herzegovina se le apareció la Virgen de Medjugorje. Desde ese momento, Barreto se convirtió en una activista católica devota y ferviente defensora de la causa.
Pero no es la única vedette con formación católica. Belén Francese se crió en un hogar con costumbres religiosas e incluso aseguró que su madre le recriminó el tono de algunos de sus trabajos más osados. Hermana de un teólogo y ex seminarista, Francese se reconoce a sí misma como devota de la Virgen de la Medalla Milagrosa y de San Cayetano. “Soy religiosa. Cada tanto voy a misa. Pero básicamente soy una chica de fe. Punto”, se describió a sí misma.
VIEJA ESCUELA. En los 80, Susana Romero era una de las mujeres más deseadas del país. Miss Argentina en 1973, alcanzaría la fama de la mano de Alberto Olmedo. Sin embargo, el paso del tiempo la alejó de los escenarios y la acercó a la espiritualidad. Aseguró que la Virgen se le apareció en más de una oportunidad e incluso escribió un libro “El amor después de la pena” en el que narró el camino que la llevó a acercarse a la religiosidad.
Romero no es la única ex chica Olmedo y ex Miss Argentina que se acercó al camino de la fe. Silvia Pérez también vivió un proceso similar, aunque en su caso, se acercó a la espiritualidad oriental. Más de una decena de viajes a India le sirvieron para acercarse a las enseñanzas de Sai Baba. “Todos tenemos una brújula, una sabiduría. La opción es irse para adentro y encontrarla”, comentó sobre su proceso, por el cual asegura que pudo cerrar heridas del pasado y aceptarlo. “No me arrepiento. Me enorgullece”, afirmó.
Amalia González es otra de las que dejó de lado su pasado de plumas. “Yuyito” dejó atrás la impronta que la hizo famosa En el 2005 se volcó al evangelismo y su vida dio un giro drástico. En 2010 publicó su primer libro “De la fama a la fe” y encontró su nueva profesión brindando mensajes motivacionales y dando conferencias. Alejada de los medios, afirmó que nunca se arrepintió de su pasado, aunque detalla que hoy es una persona transformada. “Me hace muy bien hacer lo que me indica Dios a través de la Biblia. Ahora soy una persona más segura y entera”, contó,
Con el teatro de revista en caída y sin el brillo de antaño, la figura de las vedettes ha perdido preeminencia. Sin embargo los casos de “cambio de hábito” siguen existiendo. Del mismo modo, Tamara Gala es otra de las vedettes contemporáneas que profesa su fe. Pero en su caso lo hace a través de su cuerpo. La ex de Fede Bal no es reticente a mostrar sus curvas, aunque los tatuajes de una virgen que ocupa toda su espalda y del “Credo” en su muslo dan cuenta de su fe. Sin escalas, todas ellas pasaron de la calle Corrientes a tomar el camino de la fe.