NANCY COLAZO

La biografía de Valor tiene un agradecimiento especial. "A Nancy Colazo, mi guarda de toda la vida". Es que es imposible entenderlo a él sin la figura incondicional de ella. "Yo no puedo tener un trabajo fijo porque siempre estuve siguiéndolo a éste a todos lados", explica Nancy señalando a Valor.

Colazo asegura que aún no leyó el libro y cuando se entera las palabras que su pareja le dedica en el mismo le brillan los ojos. "Es que así como lo ves, él es todo dulce", explica la mujer sin apartarle la vista. Mientras "El Gordo" habla, ella le puntea por lo bajo. Es una especie de secretaria informal. Están juntos desde 1985 y nunca más se separaron. Él le sigue di- ciendo Pity como aquel día que se conocieron bailando "Pity Pity" y ambos aseguran que darían la vida el uno por el otro. "Si no fuera por Nancy no sé si estaría acá o qué hubiera sido de mi vida", se sincera Valor.

Sin embargo, el rol de Nancy no fue sólo de sostén emocional. Ella fue un nexo clave para que Valor pudiera llevar adelante el operativo de fuga de Devoto en 1994. Colazo se había mudado a dos cuadras del penal y podía hacerle señas por la ventana a su pareja y además hizo contacto con las personas que llevarían a cabo el operativo de escape. La reunión en la que se craneó el plan de fuga fue convocada por la propia Nancy. "Igual yo nunca quise meterla en mis cosas", se lamenta Valor.

Ahora, con su pareja de nuevo en libertad, Colazo se esperanza con llevar una vida tranquila y de perfil bajo. "Aprovechar el tiempo que tenemos", dice.