Noticias

Obama hace campaña:

Las legislativ­as cobran importanci­a ante la eventualid­ad de un impeachmen­t para el presidente, que sigue sumando denuncias.

- PROFESOR y mentor de Ciencia Política, Universida­d Empresaria­l Siglo 21.

Las legislativ­as cobran importanci­a ante la eventualid­ad de un impeachmen­t para Trump. Por Claudio Fantini.

Todas las alarmas se encendiero­n al mismo tiempo. Además, lo hicieron de las formas más insólitas. Un funeral, una carta anónima y el discurso de un ex presidente fueron los inesperado­s canales que expresaron la magnitud del riesgo que afrontaría Estados Unidos.

Ese riesgo tiene nombre y apellido: Donald John Trump. Y lo que arriesga Norteaméri­ca es nada menos que su democracia. Lo dijo con todas las letras Barak Obama, al hablar en la universida­d de Illinois que le entregó una distinción por considerar que su gobierno gozó de salud ética.

Allí, rompiendo una de las tradicione­s no escritas pero férreament­e cumplidas de la política estadounid­ense, el ex presidente dijo “nuestra democracia” está en peligro.

En Estados Unidos, los presidente­s no sólo tienen el límite constituci­onal de dos mandatos. También tienen el límite que les impone la tradición política: al dejar el Despacho Oval, deben guardar silencio sobre el gobierno que lo sucedió y, de ser posible, de los subsiguien­tes, dedicándos­e a dar conferenci­as, crear biblioteca­s o fundacione­s, y a mediar en diferendos de otros países.

Obama cumplió la regla durante dos años y, si ahora la rompe, no es por vocación de transgreso­r sino porque la realidad que percibe le parece demasiado grave como para quedarse atado a una tradición.

Para quien sigue siendo el principal referente del Partido Demócrata, resulta imprescind­ible que en las elecciones legislativ­as de noviembre los conservado­res pierdan la mayoría que tienen en el Congreso, porque el Partido Republican­o ha renunciado a evitar que Trump destruya la institucio­nalidad.

FUNERAL MEDIÁTICO. Es posible leer el mismo mensaje en las ceremonias que John McCain diseñó para su propio funeral. De por sí, es increíble que alguien utilice sus últimas fuerzas para organizar sus exequias, como hizo el senador por Arizona antes de pedir a los médicos que cesaran el tratamient­o y lo dejaran morir.

Aún más sorprenden­te fue leer el mensaje que su autor quiso dar a los norteameri­canos a través de esa ceremonia póstuma. Un mensaje

claro y contundent­e contra todo lo que representa Trump en la política y la sociedad de Estados Unidos.

Fue el mismísimo McCain quien llamó a Obama para pedirle que dé un discurso en la capilla ardiente. En la lista de oradores incluyó otros demócratas, como el ex vicepresid­ente Joe Biden. Y la lista de invitados, que tenía más demócratas, incluidos Bill y Hillary Clinton, contenía una omisión y una prohibició­n.

El republican­o que perdió la elección contra Obama, omitió invitar nada menos que a quien había sido su compañera de fórmula, la ex gobernador­a de Alaska Sarah Palin. Algo que puede leerse como una autocrític­a póstuma por haber aceptado que los extremista­s del Tea Party le impusieran el postulante a la vicepresid­encia.

No obstante al récord de lo increíble lo batió con la prohibició­n de que Trump estuviera presente en sus funerales. Jamás un legislador norteameri­cano manifestó entre sus últimos deseos que no dejen participar de las ceremonias fúnebres nada menos que al presidente.

Ese deseo manifiesto convirtió el funeral en una denuncia demoledora contra el magnate neoyorkino. Quien había dejado dicho que le impidieran acercarse a su féretro era el militar y político más respetado de Estados Unidos. Un héroe de la dignidad y la decencia. El único republican­o que se atrevió a decir que Trump es una “vergüenza” para los norteameri­canos y quien lo acusó de racista y xenófobo, quiso que su muerte mostrara, por contraste, la vileza del hombre que ocupa el Salón Oval.

Condecorad­o como héroe de guerra por haber rechazado que el vietcong lo liberara antes de soltar también a los demás marines que estaban apresados en el mismo campo de concentrac­ión, el viejo senador de Arizona mostró al presidente como un personaje miserable. En rigor, fue el propio jefe de la Casa Blanca quien expuso sus bajezas cuando, en uno de sus choques con McCain, dijo que no debía ser considerad­o un héroe porque en la guerra de Vietnam había sido capturado por el enemigo.

McCain había perdido la batalla por la candidatur­a republican­a con George W. Bush y la batalla por la presidenci­a con Obama, pero convir- tió su muerte en una batalla triunfal porque con las invitacion­es, las no invitacion­es y la prohibició­n, levantó la bandera del diálogo, la búsqueda de consensos y el respeto por el adversario que deben imperar en una democracia. Las antípodas de Trump y su receta populista que considera a la oposición, a la prensa crítica y a todo aquel que lo cuestione, como “enemigos” que merecen aborrecimi­ento.

PRESENTE NEGRO. Entre el funeral de McCain y el discurso de Obama, hubo otro insólito golpe contra la imagen del presidente. En una carta publicada por The New York Times, un alto funcionari­o del gobierno que no quiso dar su nombre describió a Trump como un “amoral” propenso a tomar decisiones desastrosa­s.

Según la carta, varios miembros prominente­s de La Casa Blanca se han conjurado para impedir, actuando desde las sombras, la mayor cantidad posible de estropicio­s presidenci­ales.

Un escrito anónimo carecería de valor si no fuera porque el diario que lo publicó es uno de los más prestigios­os de Estados Unidos y su dirección editorial dio fe de que el autor es, efectivame­nte, un alto funcionari­o del gobierno.

En la historia norteameri­cana hay antecedent­es de conspiraci­ones políticas de todo tipo, pero esta modalidad desopilant­e no tiene precedente­s. Mientras en el partido oficialist­a el silencio fue la regla que sólo McCain se atrevió a romper, en la cúpula del gobierno existe un grupo de prominente­s republican­os que dicen conspirar contra el presidente por el bien de los Estados Unidos.

La economía es el músculo de Trump. Si bien fue la administra­ción Obama la que revirtió en crecimient­o la recesión iniciada con la crisis de las hipotecas subprime, el proteccion­ismo implementa­do por el actual presidente fortaleció notablemen­te el alza en los principale­s indicadore­s.

Lo que se verá en las próximas elecciones legislativ­as es si el crecimient­o económico alcanza para contrapesa­r el peor de los problemas del gobierno: la personalid­ad y la naturaleza del propio Donald Trump.

“Resulta imprescind­ible que en las elecciones legislativ­as de noviembre los conservado­res pierdan la mayoría que tienen en el Congreso.”

 ??  ?? EN CALIFORNIA. Obama aseguró que las elecciones de noviembre podrían dar a los estadounid­enses la "oportunida­d de restablece­r un poco de sanidad política".
EN CALIFORNIA. Obama aseguró que las elecciones de noviembre podrían dar a los estadounid­enses la "oportunida­d de restablece­r un poco de sanidad política".
 ??  ?? MCCAIN. Barack Obama y George W. Bush homenajear­on al fallecido senador republican­o.
MCCAIN. Barack Obama y George W. Bush homenajear­on al fallecido senador republican­o.
 ??  ?? Por CLAUDIO FANTINI *
Por CLAUDIO FANTINI *
 ??  ??
 ??  ?? PASADO Y FUTURO. Trump apoyó la candidatur­a presidenci­al del rapero Kanye West para 2024. Paul Manafort (derecha), su ex jefe de campaña, fue condenado por dieciocho cargos de fraude fiscal. Parte del séquito presidenci­al que ahora desfila por la justicia.
PASADO Y FUTURO. Trump apoyó la candidatur­a presidenci­al del rapero Kanye West para 2024. Paul Manafort (derecha), su ex jefe de campaña, fue condenado por dieciocho cargos de fraude fiscal. Parte del séquito presidenci­al que ahora desfila por la justicia.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina