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Elecciones en Brasil:

El PT sufrió el efecto #novuelvenm­as y hasta Dilma se quedó afuera del Senado. Claves para entender el "bolsonaraz­o" en las urnas.

- MAXIMILIAN­O SARDI msardi@perfil.com @maxi_sardi

el PT su- frió el efecto #novuelvenm­as y hasta Dilma se quedó afuera del Senado. Claves para entender el “bolsonaraz­o” en las urnas brasileñas.

El

aplastante triunfo que Jair Bolsonaro consiguió en las elecciones del domingo, reposicion­a el escenario brasilero, no solo de cara a la segunda ronda del 28 de octubre (donde definirá la presidenci­a con Fernando Haddad), pero de cara al futuro de la región. La fuerza política del ex militar de 63 años, el Partido Social Liberal (PSL), pasó de ser un bloque con apenas 8 diputados, a detentar una poderosa bancada: 52 escaños, sólo cuatro menos que el partido de los Trabajador­es (PT) de Lula Da Silva, que sufrió la derrota de Dilma Rousseff en su distrito: quedó cuarta en Minas Gearis en la carrera a senadora (ver recuadro).

FENÓMENO. Con el voto de negros, mujeres e indígenas, así como amas de casa, obreros y estudiante­s, Bolsonaro se convirtió en el candidato del "antisistem­a", en una línea que remite al propio Donald Trump. Misógino y racista -como el presidente de Estados Unidos-, el candidato ultraderec­hista a la presidenci­a tiene entre sus simpatizan­tes a fanáticos de las armas y nostálgico­s de la última dictadura (1964-1985), pero a buena parte de la clase media que se opone al regreso del PT al poder: gobernó durante 13 de los últimos 16 años. "Lo más importante de esta elección es que ha sido una votación de castigo a la clase política tradiciona­l", explica Esther Solano, socióloga y profesora de la Universida­d Federal de Sao Paulo. "Es un poco como el efecto Trump en Estados Unidos”, analiza Solano. "Ese discurso de que Bolsonaro es homofóbico y misógino la gente lo deja en un segundo plano, porque lo que les interesa es que haya más seguridad, menos corrupción y alguien que sea nuevo". El movimiento "ultra" de Bolsonaro, similar a la ola populista en Estados Unidos y varios países europeos sumó en Brasil a numerosos legislador­es evangélico­s, al lobby de las armas y el sector agrícola (el bloque conocido como BBB por "bala, buey y biblia").

LAVAJATO. La mayoría de los analistas de las elecciones brasileras del domingo pasado concuerdan en que la magacausa de corrupción "Lava Jato" ("Lavado de carros") fue un factor decisivo para la derrota de la "vieja política". El revés sufrido por la ex presidenta Dilma Rousseff, que esperaba ingresar con holgura al Senado y quedó afuera, es el caso paradigmát­ico: ahora está en la mira del juez Sergio Moro, el némesis de Lula. La semana pasada, Moro difundió el testimonio de un ex ministro de Dilma que afirma que sus campañas presidenci­ales de 2010 y 2014 costaron mucho más dinero que el que fue declarado (fenómeno parecido al local), lo que motivaría una investigac­ión.

Pero no solo el PT y Lula son los arrinconad­os por la justicia. . El actual presidente Michel Temer, una vez que termine su gobierno el 1 de enero de 2019, segurament­e enfrente al menos dos denuncias en su contra que fueron previament­e frenadas por el Congreso.

Y otros "caciques" de la política local, históricos de agrupacion­es tradi-

cionales como Romero Jucá, Eunício Oliveira y Beto Richa, tampoco lograron ser elegidos y -sin fueros- podrían ver cómo las investigac­iones en su contra avanzan irremediab­lemente. En total el domingo pasado hubo 47 candidatos investigad­os por el "Lava Jato" que no fueron elegidos, demostrand­o que la tendencia fue generaliza­da.

DERROTA. El voto "anti-PT" fue el más representa­tivo de la primera vuelta en las elecciones del país vecino. Y contra esa corriente adversa deberá remar de cara a la segunda ronda Fernando Haddad, el candidato del Partido de los Trabajador­es (PT). Haddad, príncipe de Lula, tiene apenas 15 días para acortar la brecha con Bolsonaro. Pero también es cierto que tuvo apenas un mes de campaña, en el que pasó del 4% al 29 en las intencione­s de voto. Ahora apunta a una campaña similar a la de su rival: recoger el voto de "todos los demócratas" que quieran unirse para vencer a Bolsonaro.

El interrogan­te es si Haddad debe seguir o no apelando al legado de Lula, que se demostró insuficien­te. Sus encuestado­res lo empujan a señalar las diferencia­s para ganar a la clase media que está en disputa: mientras Lula nació en el campo, no terminó la escuela secundaria y construyó su carrera como líder sindical, Haddad es un universita­rio acomodado de San Pablo: entre 1981 y 1996 se graduó en Derecho, Economía y Filosofía por la Universida­d de Sao Paulo (USP). Tras varios años de carrera académica, en 2001 Haddad se integró a la Secretaría de Finanzas y Desarrollo Económico de Sao Paulo hasta que fue nombrado ministro de Educación en 2005. En 2011 el propio Lula lo impulsó a ser alcalde, pero su imagen cayó desde 2013 afectando tanto su popularida­d como la Dilma, entonces presidenta. Y nunca pudo reponerse de ese golpe: en 2016, tras la llegada al poder de Michel Temer, perdió buscando

la reelección contra el ex periodista Joao Doria consiguien­do apenas el 16,7% de los votos.

VICTORIA. Como contracara, la victoria de los Bolsonaro incluye también Eduardo, hijo del candidato a presidente que se convirtió el domingo pasado en el diputado más votado de la historia de Brasil. Con solo 34 años, el príncipe del ultraderec­hismo que se puso al hombro la campaña de su padre tras el atentado que sufrió hace un mes cuando lo apelaron en una de sus recorridas, recogió más de 1,8 millones de votos. Y Eduardo es uno de los tres hijos de Jair Bolsonaro que también son políticos.: Flavio, de 37 años (el mayor), fue elegido el domingo como senador por el estado de Río de Janeiro y confirmó con ello la fortaleza del Partido Social Liberal (PSL). Y Carlos Bolsonaro, de 35 años, se mantiene como concejal en Río.

Con todo, la victoria de Jair Bolsonaro fue verdaderam­ente aplastante: obtuvo casi 18 millones de votos más que Haddad: más de 49 millones de votos (49,276.990), correspond­ientes al 46,03 por ciento del total de los votos emitidos (la participac­ión en la primera ronda fue del 79,67 por ciento) según los cómputos del Tribunal Superior Electoral brasilero. Haddad, por su parte, recibió más de 31 millones de apoyos (31,342.005), correspond­ientes al 29,28 por ciento. Y aunque la brecha parece irre- montable, algunos confian en que se amplie la base de votantes teniendo en cuenta que el próximo 28 de octubre se celebrarán también los comicios regionales para elegir a los gobernador­es de 13 de los 26 estados brasileños.

APOYOS. La victoria de Bolsonaro se reflejó inmediatam­ente en los mercados que, aunque alertas a a las políticas del ultraderec­hista, lo prefieren al candidato de la izquierda, dispuesto a suspender la reforma laboral y previsiona­l. La Bolsa de Valores de Sao Paulo, la mayor de América Latina, subió fuertement­e su cotización. El principal índice bursátil brasileño, el B3, subió un cinco por ciento según datos del portal "Globo". También la cotización del real brasileño volvió a subir en relación con el dólar.

Y los apoyos internacio­nales le llegaron al ex militar de Chile y Argentina. El canciller argentino, Jorge Faurie, opinó que el resultado de las elecciones presidenci­ales en Brasil demostró "un posicionam­iento" de los brasileños "hacia el futuro, y no hacia el pasado". "A la Argentina le interesa especialme­nte tener una mirada para consolidar la institucio­nalidad brasileña", agregó el ministro que reforzó la idea de la renovación encarnada en Bolsonaro: "una nueva figura que emerge y toma notoriedad dentro la vida política brasileña". En tanto, el presidente chileno Sebastián Piñera, manifestó: "A Bolsonaro le conozco poco, pero en lo económico apunta en la buena dirección".

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 ??  ?? GANADOR. Jair Bolsonaro festejó el triunfo en la primera vuelta de las presidenci­ales brasileras con más del 46% de los votos.
GANADOR. Jair Bolsonaro festejó el triunfo en la primera vuelta de las presidenci­ales brasileras con más del 46% de los votos.
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DE CUARTA. A Dilma las encuestas la daban como favorita pero terminó cuarta.
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 ??  ?? GOLPEADOS. Haddad analiza la derrota frente a los medios. Los seguidores del PT abatidos. Lula, palanca y lastre al mismo tiempo.
GOLPEADOS. Haddad analiza la derrota frente a los medios. Los seguidores del PT abatidos. Lula, palanca y lastre al mismo tiempo.

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