Detalles que enamoran
El detrás de escena de la serie histórica que se convirtió en favorita de crítica y público femenino. Un ejército en vestuario y decorados.
Outlander, 4ta temporada: el detrás de escena de la serie histórica que se convirtió en favorita de crítica y público femenino. Un ejército en vestuario y decorados. Detalles que enamoran.
Outlander,
la creación de Ronald D. Moore, cuya cuarta temporada estrena por Fox Premium el lunes 5 de noviembre a la medianoche, se esfuerza por hacer realidad la fantasía creada por la estadounidense Diana Gabaldón en su exitosa saga “Forastera”, que va por ahora por el octavo y voluminoso libro.
La aventura romántica de este exitoso show de la tevé, lleva a los protagonistas Claire (Caitriona Balfe) y Jaime (Sam Heughan) a vivir aventuras en la Escocia del 1700, en la Francia de Luis XIV, y ahora al Nuevo Mundo en 1768. Toda una épica también para los productores y los responsa- bles de que la ambientación, que no defrauda a los millones de fans que estos libros engendrados en los ’90 tienen en todo el mundo.
Locaciones a lo largo de Escocia recreando la vida en la campiña de la época; los jardines de Versailles; y decenas de escenarios construidos al detalle en los estudios de Glasgow, hacen de esta serie una puesta única. “Somos freaks”, confiesa el director de producción, Jon Gary Steele, durante una recorrida por la mansión de dos plantas que Jocasta, que la tía de Jamie (el protagonista), tiene en Carolina del Norte. “Como ella está ciega, para ayudar a María Doyle Kennedy a interpretarla agregamos mucha textura en las paredes enteladas, los tapizados, la madera", explica a NOTICIAS. Cada temporada de "Outlander" es una historia distinta y todo tiene que ser cambiado. "Este estudio es nuestro. Filmamos algo en Europa del Este pero tenemos
“Tenemos un seguro de 10 millones de libras para los involucrados en las escenas de lucha, pero yo no quiero que maten a nadie en el set.”
muchos beneficios por estar acá. La gente es buenísima y soportan que rodamos diez horas por día, porque además tenemos dos equipos simultáneamente. Ya estamos preparando la quinta temporada y hacemos todo lo más ajustado posible a los libros de Diana y a la cultura que plantea”, insiste el director de producción. “Todo está controlado, cada pequeña pieza, cada puerta, el color de la madera, las telas, las texturas. Vamos tomando fotos del proceso hasta que nos decidimos por lo que consideramos adecuado. Los carpinteros hicieron diferentes versiones del color de los muebles antes de elegir el definitivo. Tapizamos los sillones con unas 10 telas antes de decidirnos y diseñamos diferentes texturas de mármol (pintado) hasta que nos quedamos con uno. Imprimimos las alfombras para que parezcan antiguas, así podemos controlar la paleta de colores”, detalla Steele sobre el puntillismo de la producción. “Los productores n os decían: 'No podemos costear esto'. Y después exclamaban: '¡Oh mi Dios está fantástico!'. No puedo discutir el presupuesto pero gastamos mucho dinero, principalmente en horas hombre; hay equipos por todos lados, a veces con cuatro sets al mismo tiempo: construcción, vestuario, jardineros... Cada día hay muchas cosas para hacer con el objetivo final de lograr que la serie sea como se la ve. Por ejemplo, la tela azul de la casa de Jocasta es la más cara que usamos en todo el show, pero es fenomenal, y completa el ambiente a la perfección. Te podés mover al dormitorio y ves que todo combina. Los directores filman todo, así que hasta las paredes son importantes en este ciclo”, finaliza Steele.
DE ARMAS TOMAR. Estos son algunos de los detalles que llevaron a “Outlander” de ser una novela romántica a convertirse en una serie histórica -y fantástica- que gana también al público masculino. Por eso la armería, en las manos del especialista Jim Elliott, es importantísima: “Estoy haciendo las armas desde la primera temporada. Empezamos con espadas y ahora estamos con mosquetes. Mi trabajo es fabricarlas, que funcionen y que parezcan auténticas. Incluso vinieron de Canadá para enseñarnos a hacer las flechas de los indígenas americanos para esta temporada. Investigamos y contactamos a los museos para hacer las mejores réplicas posibles. También hicimos tomahawks, estuvimos un año y medio creando las armas que usan ahora los actores. Pero tuvimos que extremar las precauciones con los mosquetes calibre 50, que disparan a 200 yardas porque, por razones fílmicas, sólo precisábamos un alcance de 75 (unos 68 metros). Además los mosquetes llevan pólvora, y no confío en los actores en el uso de la pólvora. El punto es que acá todo es real, así que sus vidas dependen de que hagan bien las cosas. La pólvora la sustituyo por arena blanca, es eso lo que les sopla en la cara cuando disparan”, relata el experto a NOTICIAS.
Para las escenas de lucha usan amas de goma que lucen y se sienten iguales que las reales. Las de verdad son para correr y las otras para atacar sin lastimar. Mientras Elliott habla, detrás de él se destaca la exhibición de espadas, escudos, flechas y hachas que representan los diferentes momentos del conflicto que muestra la trama.
“Cada temporada es más y más trabajo para nosotros. Para la batalla de Culloden nos asistieron cuatro armeros, porque tuvimos que hacer 700 espadas y cuchillos, eran cuatro camiones llenos de armas. Y tenemos un seguro de 10 millones de libras para los involucrados en las escenas de lucha, ¡pero yo no quiero que maten a nadie! Así que soy muy consciente de la seguridad; estoy a
cargo de las armas y de la pólvora en el rodaje”, concluye el armero Jim Elliott.
ALGO NUEVO, ALGO USADO. En vestuario, la actividad es constante pero con cierto grado de tranquilidad. Cortan, cosen, arman vestidos y trajes para luego deslucir o realzar con collares, sombreros y pelucas.
Todo está diseñado por Terri Dresbach (esposa de Moore) y Nadine Powell. Algunas de sus creaciones se convirtieron en objeto de culto, y los fans las adaptan a la vida cotidiana (como los mitones y el cuellito de lana que la protagonista usó en Escocia) o simplemente como cosplay, tal como ocurre con el vestido rojo con que Claire se presentó en la corte de Luis XIV.
Para sacarle el jugo al trabajo artesanal, la producción pasea esos atuendos por diferentes exhibiciones alrededor del mundo, aunque la los trajes deber pasar antes un año en el almacén (catalogador por personaje), por si la producción requiere una retoma. Y como todo se aprovecha, también reciclan aquellas prendas que pueden volver a usar: “Rehacemos algunas, especialmente los abrigos”, cuentan las vestuaristas en el set.
Las prendas se colorean a mano para que sean lo más realistas posible y siempre tienen en cuenta los pequeños detalles. Para la gran batalla de Culloden (el choque final entre Jacobitas y partidarios de la Casa de Hanóver ambientado en 1745). confeccionaron 300 casacas rojas, el distintivo del ejército británico.
El equipo de vestuario incluye unas 70 personas (a veces 80) que trabajan durante todo el año para confeccionar las prendas de toda la temporada, y cada vez es un equipo más grande: "quienes comenzaron hace cuatro como aprendices hoy son supervisores, y están orgullosos de lo que están logrando", cuenta uno de los productores.
El boom de la serie, tiene finalmente un efecto en el turismo como sucedió con el "Señor de los Anillos" en Nueva Zelanda. Las visitas a castillos y locaciones históricas, incluso al set, incrementó el volúmen de viajeros en un 27 % según el sitio VisitScotland. com. El poder de un show de culto que termina creando un universo incluso mayor al de los libros.