Teatro: “Un ojo de la cara” de Laura Mosquera. Con Rubén Cohen y elenco.
“Un ojo de la cara” de Laura Mosquera. Con Rubén Cohen y elenco. Dirigida por Sandro Mlynkiewicz. Paraje Arteson, Estado de Palestina 919.
En penumbras, un hombre y una mujer sentados espalda contra espalda, se observan a través de sendos espejos de mano e intentan un diálogo en el que él demanda saber qué cocinará ella. De esa manera cotidiana comienza una narración escénica que conserva mucho del espíritu del legendario movimiento llamado Teatro Abierto. Si bien aquel ciclo fue una profunda reacción cultural contra la dictadura cívico-militar argentina, impregnó todo un tipo de propuesta teatral que continúa presente hasta nuestros días.
Es que como sociedad, si bien se cumplieron 35 años del retorno a los carriles democráticos, aún estamos aprendiendo a caminar, con tropiezos, pero a paso firme en el respeto de la libertad de los ciudadanos.
Una de las tantas heridas de aquel período que todavía está en carne viva se relaciona con la violación de los derechos humanos y las arbitrarias detenciones que se produjeron en los años de plomo. Esos en los que, tan sólo por pensar diferente, se era sospechoso.
La pareja que describimos convive desde hace más de cuatro décadas y tiene un pasado en el que es posible que los mayores de cincuenta se sientan identificados. En los 70, el tiempo en que el terrorismo de Estado nos controlaba como objetos y la sombra de la duda se proyectaba sobre todos, se necesitaba tanto cuidarse las espaldas que muchas veces, al encontrar a alguien y dialogar en la calle, las personas no se miraban a los ojos.
La joven muchacha embarazada y su novio fueron detenidos en una marcha. Separados por las fuerzas del orden, son torturados y confinados a no verse nunca más. Pero el destino y los lazos de la vida, los sentimientos, vencen al odio. Es así como, tras un exilio forzoso en Barcelona, la dupla se reencuentra en Buenos Aires, estallan los reproches y deciden darse una nueva oportunidad.
Con mano diestra, la dramaturga y actriz Laura Mosquera mueve los hilos de la trama para brindar una sutil aproximación a un mundo que parece lejano y que algunos prefieren no recordar. Rubén Cohen, Natalia Pascale, el actor salteño Mariano Madrazo y la misma Mosquera son los intérpretes ideales de esta singular demostración de la importancia del teatro independiente muy bien dirigida por Sandro Mlynkiewicz.