El futuro es verde
Un diseño singular con tecnología híbrida y silueta descapotable para este vehículo ecológico.
BMW se tomó muy en serio el desarrollo de las energías alternativas: en 2016 se convirtió en la compañía automotriz “más verde”, según el índice de sostenibilidad Down Jones. Y para mantener ese nivel, dedicó en 2017 más de 5.000 millones de euros de inversión en el desarrollo de modelos que sean menos nocivos para el medio ambiente. Los avances logrados se trasladan al i8 Roadster, máximo exponente de la tecnología híbrida enchufable de la actual industria automotriz. Bajo este automóvil galáctico se combinan el placer de conducción, la deportividad y el bajo consumo.
La primera sensación singular llega no bien acceder al puesto de conducción. Las puertas no tienen manija ni cerradura. Son tipo alas y, a pesar de su movimiento inusual de apertura, resultan muy livianas, entrar y salir no es fácil. La posición de manejo es muy cómoda, y el volante, de aro grueso, posee dos levas.
Cuando se pulsa el botón de arran- que se tiene la sensación de que es un auto eléctrico, ya que no se escucha nada. La batería es de iones de litio y la autonomía es de algo más de 40 kilometros. El motor eléctrico desarrolla 143 caballos. El tiempo de carga en un enchufe doméstico es inferior a las cinco horas, frente a algo menos de tres horas si se utiliza un Wallbox. Por tratarse de un híbrido, en las desaceleraciones y las retenciones se producen pequeñas recargas. Cuando se necesita una respuesta más contundente se activa el motor naftero de 1.5 litros con turbo y 231 CV. Alcanza los 250 km/h de velocidad.
En el modo eléctrico ofrece los programas, Eco y Comfort, también pre- sentes en la función híbrida. El Sport sólo se activa cuando decidimos manejar secuencialmente la caja de cambios. La respuesta es contundente al igual que la dirección eléctrica que resulta muy precisa. En Europa, el i8 Roadster se ofrece por alrededor de 160.000 euros, un valor que podría llegar a ser competitivo si el Gobierno autorizara importar este tipo de autos sin aranceles y sin la exigencia de tener que fabricar autos en nuestro país. Quizá la política le dé un guiño a este tipo de vehículos y tengamos la suerte de verlos circular por nuestras calles.