Relaciones carnales:
Funcionarios, jueces y gremialistas en las comisiones de los principales clubes. Cuando erradicar a los barras implica investigarse a sí mismo.
los disturbios en River pusieron en evidencia el íntimo vínculo que existe entre la política y los barrabravas. NOTICIAS confeccionó un mapa de las comisiones directivas de los principales clubes: aparecieron funcionarios, candidatos, miembros del poder judicial y sindicalistas. Ausencia de un mea culpa y las dificultades para desmantelar una red delictiva instalada.
Todas las comisiones directivas de los clubes de la Superliga tienen dirigentes vinculados a los sectores de poder, según se desprende de una investigación realizada por NOTICIAS. Políticos, funcionarios, operadores, miembros del Poder Judicial y sindicalistas ocupan cargos clave y, por ende, conviven con los barrabravas. Pero ninguno se hace cargo de esta relación. Muy por el contrario, los dirigentes se escandalizan cuando la violencia se vuelve insostenible como ocurrió en la fallida final de la Copa Libertadores. Todos exigen que los violentos sean erradicados, aunque nadie explica que, para que eso ocurra, antes debe acabarse con la complicidad del poder político.
El bochorno de los incidentes y posterior suspensión de la final entre River y Boca volvió a traer a los barrabravas al centro de la escena. Sin embargo, mientras todos se pelean por los puntos y por señalar a “algunos inadaptados que tiraron piedras”, lo cierto es que nadie del arco políticosindical salió a reconocer su culpa. No por el fracaso en el operativo de seguridad sino por permitir el crecimiento de estas bandas delictivas disfrazadas de hinchas.
PRESENCIA. Las comisiones directivas de los principales clubes de la Superliga están repletos de personajes con fuertes vínculos políticos, judiciales, gremiales y empresariales. “La clase política y, en general, las elites dirigentes están muy metidas con todos los clubes de fútbol. Es absolutamente notorio y, sin embargo, no ha sido exhibido”, dice a NOTICIAS el sociólogo Pablo Alabarces.
Sin embargo, estos dirigentes, de uno y otro lado de la grieta, insisten