Desafío urgente
Ante una adversa era de la globalización, ¿qué expectativas se tienen para el G20 de Argentina?
En noviembre de 2008, la primera cumbre de los líderes del Grupo de los 20 se celebró en Washington. En dicho foro, lo que buscaron fue salvar la economía global de la crisis financiera más grave en décadas. Las economías principales del planeta contribuyeron a la gradual recuperación de la economía mundial a través de la cooperación sincera y la coordinación de sus políticas.
Diez años después, la comunidad internacional se está enfrentando a otro reto importante: la economía global sigue creciendo pero a un ritmo moderado y el comercio internacional ha entrado a un período de menor crecimiento. Según previsiones de la Organización Mundial de Comercio (OMC), para este año la tasa de crecimiento del comercio global seguirá siendo menor que la de la economía mundial por quinto año consecutivo. Al mismo tiempo, el proteccionismo y unilateralismo han golpeado al orden internacional tremendamente, y algunas economías emergentes y países en vías de desarrollo han encontrado turbulencias en sus mercados. El riesgo y la incertidumbre de la economía mundial siguen en aumento.
El presidente de China, Xi Jinping, en la ya finalizada Reunión de Líderes Económicos del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, apuntó lo siguiente: “Los seres humanos de nuevo se encuentran en un cruce: ¿Cooperación o enfrentamiento? ¿Apertura o aislamiento? ¿Beneficio mutuo y ganancia común o juego de suma cero? Las respuestas a estas preguntas están estrechamente vinculadas con los intereses de todos los países y también con el futuro de toda la humanidad”. El presidente chino Xi Jinping también advirtió lo sucesivo: “Si optamos por el enfrentamiento, sea guerra fría, guerra armada, o bien guerra comercial, no saldrá de ello ningún ganador. Sobre la base del respeto mutuo y la comprensión recíproca, los países son capaces de resolver todos los problemas con la negociación”. Según esta circunstancia, la cumbre del G20, que está a punto de celebrarse en Argentina, se enfocará en dos temas principales: la gobernanza económica global y el cambio climático. El primero se centrará en la cuestión del comercio mundial, ya que hoy en día, el combate contra el proteccionismo comercial y el unilateralismo, la promoción continua de la globalización, así como la defensa del sistema de comercio multilateral global constituyen algunos de los problemas urgentes por solucionar.
El núcleo del sistema del comercio multilateral global es la OMC, cuya reforma es considerada como uno de los temas claves de la presente cumbre del G20. Debido a que en el último año, Estados Unidos vetó varias veces el nombramiento de jueces del Órgano de Solución de Diferencias de la OMC, esta institución está a punto de paralizarse, y el funcionamiento de la misma OMC también se ve amenazado. El representante permanente de China ante la OMC, Zhang Xiangchen, señaló que, por más de una década, los miembros desarrollados de la organización nunca han reducido sus subsidios agrícolas que suman cientos de miles de millones de dólares; los nuevos modos de negocios como el comercio electrónico han contribuido al mercado global con su rápido desarrollo, pero la OMC todavía no ha podido lanzar ninguna norma internacional al respecto. Lo más importante es la falta de restricción efectiva de dicha organización sobre la creciente ola del unilateralismo y el proteccionismo. Por lo tanto, la OMC necesita una reforma, y ello es imperativo.
En cuanto a su reforma, bloques como China, la Unión Europea y Canadá han propuesto de manera positiva proyectos reformativos o sugerencias concretas. Sin embargo, a causa de que los procesos pertinentes todavía no se han puesto en marcha, cada parte sostiene diferencias en algunas cuestiones. Es de prever que las partes aprovecharán la cumbre del G20 para intercambiar intensamente opiniones, disminuir la discrepancia y ampliar el consenso de reforma. Hablando del comercio global, los mandatarios de China y Estados Unidos se reunirán durante la cumbre del G20 de Argentina. El cambio de la relación entre las dos economías más grandes del mundo produce de forma más sustancial impacto en la economía global. El desarrollo sano y estable de la relación sino-estadounidense está asociado no sólo con el bienestar de ambos pueblos, sino también con la paz y prosperidad del mundo. Básicamente, todos los sectores del mundo esperan que esta reunión entre los líderes de ambas partes contribuya al progreso en términos comerciales bilaterales y al alivio de las fricciones comerciales entre ambos; para de dicha manera impregnar de más certezas al mercado global y la economía mundial.
El cambio climático global será otro tema significativo en la reunión del Grupo de los 20. En la cumbre de Hamburgo del año pasado, la canciller alemana Merkel expresó que debido al “lamentable” retiro de Estados Unidos, el G20 no alcanzará un consenso sobre el Acuerdo de París, aunque los otros 19 miembros acordaron que este pacto es irreversible. En las últimas semanas, el gran incendio forestal ocurrido en California (Estados Unidos) volvió la mirada del público al cambio climático global. Según informa Financial Times, el revelado borrador de la declaración de la cumbre mencionará brevemente el Acuerdo de París, pero no exhortará a más asistencia financiera a los países en vías de desarrollo para controlar la situación del cambio climático. A contrario del unilateralismo y el juego de suma cero, el mecanismo internacional del G20 representa el multilateralismo y la cooperación. La experiencia de hace una década demuestra que, sólo mediante la colaboración en lugar del enfrentamiento, el Grupo 20 será capaz de eliminar conjuntamente la incertidumbre y el posible riesgo que está afrontando la economía global. Al fin y al cabo, esto coincide con no sólo los intereses estatales de cada miembro, sino también los de todos los países del mundo.