Noticias

Gustavo Borner:

Ingeniero en sonido, montó su estudio en Los Ángeles, grabó con Plácido Domingo y Marilyn Manson y produjo lo nuevo de Calamaro.

- FOTOS: GENTILEZA GUSTAVO BORNER.

ingeniero en sonido, montó su estudio en Los Ángeles, grabó con Plácido Domingo y Marilyn Manson y produjo lo nuevo de Calamaro.

Con León Gieco llevamos cinco discos. Está sentado al lado mío hasta el final, es súper llevadero. En cambio, con Marilyn Manson, después de estar un rato largo, las cosas se complican.

El pasaporte dice que es uruguayo aunque a los pocos meses de vida, su familia, un matrimonio de emprendedo­res argentinos, emigró a Colombia primero y a México después, siguiendo los pasos de un padre dedicado al naciente mundo de las computador­as. Volvieron a Buenos Aires porque extrañaban y se insta- laron en la casa de Martínez cuando él tenía seis años. “Mi viejo se hizo una casa cerca del hipódromo, donde estaban los stud, que ahora son todos restaurant­es lindos. Cuando vivía ahí, los tipos sacaban a pasear los caballos por la calle”, recuerda Gustavo Borner del otro lado del teléfono, mientras camina, avisa, por alguna tranquila calle de Burbank, localidad de Los Ángeles donde reside desde hace casi tres décadas.

Allá, en la meca de la industria musical y cinematogr­áfica, este ingeniero de sonido que estudió en la escuela pública, que terminó el secundario en el Colegio Nacional de San Isidro y que se graduó en el Berklee College of

Music –Boston– construyó su estudio propio: Igloo Music, un refugio familiar atendido por sus dueños cuya sala ostenta una repisa con 16 premios Grammy en fila y un variopinto catálogo de artistas que pasaron por sus equipos digitales y su consola fetiche –una Neve vintage del ´73–: Marilyn Manson, Plácido Domingo, Phil Collins, Juanes, Auténticos Decadentes, Kinky, Patricia Sosa, Carlos Vives y varios más.

En cine tuvo a su cargo la grabación musical de películas como “Birdman”, “Guardianes de la galaxia” y “Watchmen”; y realizó varios doblajes al inglés para produccion­es de Netflix y “voice over” para videojuego­s. Buena parte de esos gramófonos que otorga la Academia Nacional de Artes y Ciencias de la Grabación de Estados Unidos se debe a su destacada labor en los MTV Unplugged (con Diego Torres, Ricky Martin, Los Tigres del Norte y más), un plató que suele frecuentar en los controles. Entre sus trabajos más recientes, sobresale “Cargar la suerte”, lo nuevo de Andrés Calamaro, álbum que Borner produjo y grabó en Los Ángeles.

Aun con tanto reconocimi­ento, hay algo que este ingeniero que dejó su sello en más de 40 millones de placas alrededor del mundo tiene claro: “En esto hay suerte. El año pasado hice un disco con Miguel Mateos y me dijo una frase buenísima: 'La suerte es cuando la oportunida­d se junta con la preparació­n'. No creo haber llegado al éxito, en lo mío no hay glamour, estamos detrás del vidrio. El otro día hubo una lotería que repartía no sé cuántos millones de dólares y uno me dice, 'Si ganás, ¿qué hacés?'. Me hago un estudio y laburo de esto'. Me divierte mucho levantarme y venir al estudio a grabar, mezclar, hacer música y estar con artistas”, reflexiona Borner, 32 años después de haber hecho las valijas para legitimar en Berklee toda la fiebre adolescent­e por el rock y los fierros.

NOTICIAS: ¿Siempre tuvo claro que lo suyo era el sonido?

Gustavo Borner: No. Tocaba piano de chiquito y en la secundaria tenía bandas. Todos en esa época queríamos ser estrellas de rock. No conocía mucho la profesión de ingeniero y productor, a pesar de que era el que grababa a las bandas. Mi viejo laburaba en computació­n, entonces también trabajé en eso. En la secundaria me metí a programar, e inclusive hice el sistema de cómputos del recuento de las elecciones que ganó Alfonsín (Raúl, 1983). Los técnicos de la empresa estaban siempre ocupados, y como yo iba y jodía, me pidieron que les hiciera un demo para un software de recuento de votos y le gustó a la Junta Nacional Electoral. Así que cuando tenía 15 años, terminé abriendo las fajas en el Congreso y sentándome en la silla donde está la computador­a del que preside la cámara.

NOTICIAS: ¿Cómo llegó a Los Ángeles?

Borner: Cuando termino de estudiar en Berklee, en el ´89, agarro un camioncito, lo llenamos con nuestras cosas, y con mi mujer, Yolanda, que es española y la conozco ahí en Boston, tenemos que tomar la decisión de a dónde irnos. Ella no quería volver a España; en la Argentina era una época de hiperinfla­ción y las cosas estaban volátiles en la industria. Nos quedaba Nueva York o Los Ángeles, y como en Boston nos cagamos tanto de frío, quisimos ir al sol de Los Ángeles, a la playa. De toda la vida, Los Ángeles fue una meca de la grabación, de la música, de los discos, del cine... Tenía sentido venir acá a buscar, donde había mucho algo íbamos a sacar.

NOTICIAS: Empezó de joven a meterse en los estudios…

Borner: Llegue acá con 21. Empecé a laburar en los estudios limpiando los pisos y en uno le lavaba el auto al dueño, pero estaba feliz por estar ahí adentro y porque era muy pendejo. Así terminé en uno donde se hacían dos cosas: muchos discos latinos para México con un tipo que se llama Bebu Silvetti, un productor con el que terminamos haciendo “Romance”, de Luis Miguel, y a Plácido Domingo; y por otro lado se hacía música para películas, entonces también me metí con eso y por suerte la gente me empezó a llamar y me sigue llamando. Como argentinos, tenemos capacidad de resolver y de ver cómo hacer las cosas. Los argentinos sueltos por el mundo somos peligrosís­imos, porque tenemos esa capacidad, me imagino que es genético, no sé de dónde la sacamos.

NOTICIAS: ¿Qué es Igloo Music? Borner: Mis viejos (Alicia y Daniel) se mudaron a Los Ángeles en el ´91 y con ellos y mi mujer construimo­s desde el 2000 Igloo Music Studios. Mi viejo es mi socio, lleva toda la parte contable y de finanzas. Creo que el empuje de la familia es importantí­simo y fue otra razón para poder quedarme acá. Ahora, en este momento, está mi mujer pintando una pared del estudio y mi viejo está cortando un par de maderas, no lo dejo jubilarse. Mi pibe, Sebastián, tiene 23, estudia computació­n y arma la parte de tecnología. Está buenísimo porque tenés un equipo atrás. Además tenemos un equipo de ingenieros, casi todos de Berklee, que me mandan los profesores de allá, y con algunos ya llevamos diez u once años trabajando juntos.

NOTICIAS: ¿Cuál es la dinámica de trabajo con el músico?

Borner: Depende del artista y de su involucram­iento. Hay artistas, sobre

todo en lo que es más pop, que vienen cuando ya está todo cocinado, meten su voz y se van. Después hay otros artistas que los tenés sentados al lado tuyo desde el primer momento hasta el último. A veces está bueno y a veces los querés matar, porque los artistas están todos locos. Pero yo puedo estar más loco que ellos. En 30 años he hecho de todo, con gente en todo tipo de estado. Sos el que tiene que tener la cabeza un poco más fría y buscar esos momentos que realmente pueden ser interesant­es y dejarlos, y saber cuándo está el punto exacto. Es como cocinar un asado, tenés que saber cuándo se te va a pasar y cuando está bien para el gusto de la gente y el gusto del artista.

NOTICIAS: ¿Prefiere tenerlos sentados al lado o un poco más lejos?

Borner: Tenerlos al lado a veces es súper divertido. Con León Gieco llevamos cinco o seis discos y es un tipo que está sentado al lado mío desde el principio hasta el final pero es súper llevadero, súper creativo. Después hay otros como (Marilyn) Manson: al principio está todo bien y después de estar un rato largo con él, las cosas se ponen un poco más complicada­s. Hay mucha gente que me dice: “Che, para cuándo un libro, tantos años”... Pero no te puedo decir nada en un libro, son todos secretos. Tal vez cuando me ponga más viejo empezaré a contar más historias.

NOTICIAS: ¿Cuál es su trabajo en el nuevo disco de Andrés Calamaro?

Borner: Con Andrés estuvimos varios meses haciendo pre producción por WhatsApp y estuvo buenísimo porque es un medio de comunicaci­ón muy fácil. De repente, te levantás y tenés 25 mensajes con 10 canciones. En ese proceso depuramos el repertorio y también se incorporó Germán Wiedemer, que es co-autor con Andrés. Cuando llegamos a la parte de la grabación en sí misma ya teníamos muy avanzadas las ideas de lo que queríamos hacer con el disco, el concepto, el sonido, los arreglos y las formas de las canciones. Entonces armé una banda con chicos de acá, de Los Ángeles: un músico fue baterista de John Mayer; el bajista había grabado con Shakira y es un tipo que tiene una cosa un poco más pop; y uno de los dos guitarrist­as toca con Jackson Brown. Toda gente con mucha experienci­a y con mucho lenguaje. De esa manera se generó la banda de Andrés y él era como el cantante de esta banda que suena a banda. Grabamos relativame­nte rápido, tres o cuatro días porque había que grabar todos juntos. Se generó algo muy orgánico, muy divertido, tipo vieja escuela.

NOTICIAS: ¿Vuelve cada tanto a la Argentina? Borner: Estuve este año un mes en mayo trabajando en el unplugged de Los Decadentes. Cumplí 50, así que hice una fiesta a la que vinieron mis primas, mis tíos, mis parientes de Córdoba, amigos del colegio y de la industria. Tengo muchos afectos en Buenos Aires, me gusta mucho ir y a mi mujer también. A veces las cuestiones políticas van cambiando y las cuestiones de seguridad y nosotros vivimos acá, que es como Disneyland­ia. Entonces nos cuesta, pero no solamente en Buenos Aires, en cualquier ciudad grande, en México o en Madrid tenés que mirar por arriba del hombro cuando vas caminando por la calle. Yo acá estoy caminando por el barrio mientras hablamos y en ningún momento se me pasa por la cabeza.

Los argentinos sueltos por el mundo somos peligrosís­imos porque tenemos esa capacidad de resolver las cosas. Imagino que es genético, no sé de dónde la sacamos.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ?? MANOS A LA OBRA. En la última edición de los Latin Grammy con su mujer, Yolanda. Y en su estudio con Calamaro; con él trabajó en su último disco vía WhatsApp.
MANOS A LA OBRA. En la última edición de los Latin Grammy con su mujer, Yolanda. Y en su estudio con Calamaro; con él trabajó en su último disco vía WhatsApp.
 ?? FOTOS: GENTILEZA GUSTAVO BORNER. ?? REFUGIO. De adolescent­e, hizo un software de recuento de votos para las elecciones que ganó Alfonsín. Ahora tiene su estudio de grabación, Igloo Music, en Los Ángeles.
FOTOS: GENTILEZA GUSTAVO BORNER. REFUGIO. De adolescent­e, hizo un software de recuento de votos para las elecciones que ganó Alfonsín. Ahora tiene su estudio de grabación, Igloo Music, en Los Ángeles.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina