Restaurantes: Presidente Bar. Ubicado en un coqueto petit hotel francés, en el barrio de Recoleta. Ambientación y buena carta especializada en pescados y mariscos.
Presidente Bar. Av. Pres. Manuel Quintana 188, Recoleta. 40246376. De martes a sábados, de 20 al cierre. Reservas. Tarjetas. Precio promedio noche: $ 700.
Una cosa es la opulencia, y otra la elegancia. El límite es fino, sobre todo si se trata de un bar en la paquetísima esquina de Quintana y Montevideo, ubicado en un petit hôtel francés. Los riesgos son grandes pero Presidente sale airoso. El acierto de la ambientación, estuvo en no sobrecargarla, resaltando la simpleza de los detalles, sumando sofisticados objetos de época, como sus imponentes arañas, y “espacios secretos” como La Biblioteca, a la que se accede sólo bajo reserva exclusiva.
El nombre hace referencia al clásico cóctel cubano, Presidente –ron blanco, vermouth seco, curaçao de naranja y chorrito de granadina– ofrecido a los norteamericanos que iban a Cuba a beber durante la Ley Seca.
El corazón de la casa es la barra, al mando de Seba García, uno de los bartenders más admirados y respetados de la ciudad. La carta incluye “Tragos clásicos con fuerza” como el Dry Martini, “Frutados & Sofisticados” como el Patagonia Fix (vodka, limonada de flores de sauco y menta), “Elegantes & Aromáticos” como el Presidente (ron, Cointreau, Martini extra dry y granada) y la clasificación, clara en sus descripciones, continúa.
Desde lo gastronómico, no hay mejor acuerdo para la coctelería que el sushi, y el de Presidente es muy bueno, fresco, con piezas originales y bien ejecutadas. Algunos ejemplos son los niguiris de atún rojo con salsa de ostras y el special octopus, de pulpo con salsa de ají amarillo, furitake y crocante de alcaparras. Los rolls son contundentes como el Spicy & Sweet, con langostinos, queso Philadelphia y salmón con mermelada de jalapeños. También hay tiraditos de pulpo, salmón y atún con una buenas combinaciones de sabores y texturas.
Además de sushi hay carnes asadas (ojo de bife, brochette de entraña), pastas (penne rigatte con tomate y estofado, gnocchi de sémola con ragú de osobuco y pesco), buen risotto de hongos, y una hamburguesa suculenta, con tomates secos, guacamole y chorizo español.
La noche sigue en la barra y en el jardín de invierno, apto para fumadores y romances inesperados.