El factor María Eugenia
El dato político ico de la semana es que María Eugenia g i Vidal, Vid l l la princii i pal espada de Macri, la que mide mejor que él en todas las encuestas, aceptó no dejarlo “solo” en las elecciones de octubre. La idea del desdoblamiento, por la cual la gobernadora de Buenos Aires intentaría buscar su reelección antes de esa fecha para no quedar pegada a una eventual derrota nacional del Presidente, acaba de ser sepultada. ¿Cómo convencieron a Vidal de acompañar a Macri hasta el final del camino? En la nota que se desarrolla a partir de la página 26 están las claves de ese abrazo de oso. Por un lado, la presión ejercida por el dúo conformado por Jaime Durán Barba y Marcos Peña dio el resultado esperado. Antes de anunciar la “unidad electoral” dentro de Cambiemos, el consultor ecuatoriano y el jefe de Gabinete hablaron a solas con Vidal por pedido del Presidente. Dicen que Durán Barba fue el más enfático: no acompañarlo a Macri en octubre equivaldría a una traición.
Por otra parte, la gobernadora será recompensada d t tras ese acuerdo. dS Su jefe político le habilitó un giro de 19 mil millones de pesos que la provincia venía reclamando como actualización del Fondo del Conurbano. Un plus para pasar el invierno y endulzar la campaña en medio de la crisis.
La convivencia de dos figuras fuertes dentro de un mismo espacio es algo que la Argentina ha experimentado en forma continua. Antes de Macri y Vidal fueron los Kirchner y su famoso “doble comando”. Y antes de eso, la pelea entre De la Rúa y “Chacho” Álvarez que hizo implosionar a la Alianza. También Menem y Cavallo protagonizaron una telenovela de celos y acusaciones que mantuvo en vilo a la sociedad. Y así podríamos seguir enumerando ejemplos.
En un país tan hiperpresidencialista como el nuestro, el líder, además de ser fuerte, debe parecerlo. Vidal acaba de ratificarle su apoyo a Macri en un momento difícil. Ahora todo depende el Presidente.