Compacto singular
Se diferencia por su tracción trasera y motor de tres cilindros. Buen rendimiento para un fin de serie.
Históricamente fue un fabricante de autos con cierta nota deportiva aunque desde hace algunos años comenzaron cambios que en algunos casos generaron una nueva ola de modelos más racionales, pensando en el rendimiento, la seguridad y también el confort. Uno de ellos es el BMW 118i, un modelo (fin de serie) que todavía se ofrece en nuestro mercado (en breve se presentará una nueva generación) y que se caracteriza por una serie de particularidades.
Para quienes aprecian la conducción saben que la tracción trasera marca una diferencia ya que permite maniobrar de manera mucho más precisa y a la vez lograr un reparto de pesos más equilibrado al momento de abordar una curva; el 118i hace notar esta diferencia en la conducción. Por otra parte este singular modelo, que además es el más accesible de la marca, ofrece una motorización de tres cilindros con dos turbos que le permite obtener un rendimiento sobresaliente. Con un litro de nafta súper es capaz de recorrer un promedio superior a los 16 kilómetros entre ciudad y ruta. Este resultado lo obtiene también gracias a la eficiente caja automática de 8 marchas pensada para lograr una buena respuesta en baja. Las prestaciones en general no son sobresalientes pero satisfactorias para un conductor promedio: acelera en poco menos de 10 segundos para los 100 km/h y supera levemente los 200 km/h de máxima. Sus asientos son confortables con regulaciones manuales y las plazas traseras resultan algo ajustadas, sobre todo en el espacio para las piernas. El instrumental es típico BMW, de lectura rápida y sencilla, apoyado por una pequeña computadora de abordo y el sistema iDrive con pantalla de 6,5”. Informa con claridad e incorpora también sistema touch, muy útil en algunas funciones donde escribir con el mando central se puede hacer lento. El precio de entrada hoy se ofrece con fuertes bonificaciones en los concesionarios y ronda los 35.000 dólares. Un valor para pensarlo, a pesar de que le faltan algunos elementos de equipamiento y, como suele suceder en este tipo de vehículos, no dispone de rueda de auxilio.