Arte: minimalismo, posminimalismo y conceptualismo. Fundación PROA.
Minimalismo, posminimalismo y conceptualismo. Fundación PROA. Av. Pedro de Mendoza 1929. Martes a domingos de 11 a 19. Lunes cerrado. Entrada: $ 100; docentes, estudiantes y jubilados con acreditación $ 80.
Cuando en 1998 Fundación Proa trajo una exhibición del consagrado Dan Flavin, maravilló a todos. Lo mismo ocurrió con el maestro Sol LeWitt, que transformó las paredes de Proa en un inmenso lienzo, en los días turbulentos de 2001. Ahora, Proa nuevamente acerca a Flavin y a LeWitt al público, junto a Fred Sandback, Bruce Nauman, y Dan Graham. Integran la sutil y potente exhibición “Minimalismo, posminimalismo y conceptualismo norteamericano en los años ’60 y ‘70”, denominaciones que en los inicios fueron cuestionadas por los artistas. La curadora Katharine J. Wright despliega obras tempranas de los fundadores de estas tendencias, que revolucionaron el arte contemporáneo,
El término minimalismo remite a una corriente que buscó reducir la pintura y la escultura a sus componentes esenciales; sintetizando al mínimo las referencias de la abstracción geométrica, realizando trabajos de gran tamaño e integrándolos a un espacio específico. El vocablo apareció en 1965 y comenzó a ser utilizado comúnmente hacia fines de la década. Dan Flavin (1933-1996) pinta con luz, utilizando tubos fluorescentes de colores. Dispuestos sobre blancas paredes con exactitud matemática, los dispositivos crean tonos nuevos, que se funden, confunden y se multiplican (en espejo), disolviendo y reformulando el espacio. Las esculturas minimalistas de Fred Sandback (19432003) también trabajan sobre el espacio. Construidas con hilo y pensadas al milímetro, algunas piezas
generan delicados contrastes entre luz y sombra y otras invitan a ser recorridas. Es entonces cuando el observador completa en su mente las formas geométricas virtuales y cree estar ingresando físicamente en ellas.
Si el minimalismo es un arte despojado que muestra sólo lo esencial, el arte conceptual elimina casi por completo el objeto artístico. Privilegia la idea, creando documentos de un pensamiento: acciones, textos, diagramas, postales y libros de artistas. El gran provocador Marcel Duchamp (1887-1968) abrió el camino para lo que se llama conceptualismo. Pero fue a partir de “Párrafos sobre el arte conceptual” (1967) de Sol LeWitt (19282007) que el término se volvió corriente. La estructura de piso y los diseños de LeWitt aquí dan cuenta de su proceso creativo. Una ilustración de esta apertura de los límites del arte es la pared celeste dibujada –Wall Drawing–, en este caso trazando líneas y geometrías, con una sobria tiza blanca.
Con su pieza de neón y con videos, el posminimalista Bruce Nauman (1941) parece viajar entre varias tendencias. Por momentos parecería que hace Body Art (porque usa su cuerpo como “herramienta” creativa), de a ratos su obra posee huellas del minimalismo y el conceptualismo. Pero este artista fue uno de los que exploraron “la viabilidad artística de las acciones cotidianas (caminar, masticar, tocar música)”, borrando la frontera entre “artista y vida real”.