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La epidemia del siglo XXI

La Universida­d de Buenos Aires patentó un método para analizar niveles de cortisol a partir del cabello. Sus ventajas.

- ANDREA GENTIL agentil@perfil.com @andrea_gentil

Un 44% de las personas viven más estresadas en los últimos años. Crisis económicas e inestabili­dad laboral, entre otras causas.

El

estrés tiene cada vez más incidencia en todo el globo. Con niveles que pueden ir de moderados a severos, un 44% de las personas aseguran que sus niveles de estrés han aumentado a lo largo de los últimos cinco a siete años. Preocupaci­ones acerca del dinero, el trabajo y la economía están al tope de las fuentes más citadas como estresores. El temor a perder el trabajo está incrementá­ndose en diversos países, y aún cuando en la Argentina no hay estadístic­as recientes al respecto, el país se ubica dentro de estos parámetros generales.

Un estudio realizado por la Asociación de Psicólogos de los Estados Unidos (APA) muestra, incluso, que hasta el estrés infantil está subiendo: al menos un tercio de los niños sometidos a un estudio sobre el tema informaron haber experiment­ado síntomas de estrés con manifestac­iones físicas como cefaleas, dolores de estómago o problemas para conciliar el sueño.

En la Argentina, la crisis socio económica actual acentúa tales síntomas y tales incidencia­s. Pero un grupo de investigad­ores argentinos que trabajan en la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universida­d de Buenos Aires (FfyB-UBA), liderados por Bibiana Fabre, investigad­ora y además jefa asistencia­l del Laboratori­o de Endocrinol­ogía del Hospital de Clínicas “José de San Martín” desarrolla­ron “el primer procedimie­nto que permite la medición del cortisol en cabello en un sistema automatiza­do, de bajo costo, preciso y que permite procesar un gran número de muestras en un corto intervalo de tiempo”. El método ya fue patentado por la Universida­d de Buenos Aires.

¿Qué es el cortisol y como se venía midiendo hasta ahora? Es una hormona sintetizad­a a partir del colesterol en las glándulas suprarrena­les (ubicadas en la parte superior de cada riñón) y cuyos niveles, en casos de estrés crónico, están aumentados. Suele liberarse en el organismo como

respuesta a situacione­s como despertars­e por la mañana, hacer ejercicio y, sobre todo estrés, ya sea agudo como crónico. El cortisol es conocido por su acción en la respuesta ante situacione­s de “lucha o huida” y el aumento temporal de la producción de energía.

El punto es que en otras épocas, la necesidad de luchar o huir se activaban en los seres humanos frente a peligros concretos como ser atacados por un animal o una tribu rival. Hoy la tensión ya no suele surgir como respuesta a un riesgo de muerte inminente sino a situacione­s que ponen a la persona en una situación de ansiedad límite: perder el trabajo, la muerte de un ser querido, un divorcio, deudas e inestabili­dad financiera, miedo a quedar desemplead­o, incluso mudarse de casa. Los factores pueden ser muchos y, los efectos del exceso de cortisol, muy serios.

POR QUÉ MEDIRLO. El estrés no es algo simple, y aunque muchos médicos lo dejan pasar como algo casi banal, que en algún momento se irá, puede provocar serios problemas en la salud y por eso es que es importante verificar si, efectiva y objetivame­nte, una persona está bajo estrés y en qué medida la afecta. “Contar con un biomarcado­r adecuado para evaluar estrés crónico es muy importante, en vista del aumento en los niveles de este tipo de estrés en la población, y su asociación con diferentes enfermedad­es tales como infarto agudo de miocardio, obesidad y cáncer”, explica Bibiana Fabre. En sus estudios, la especialis­ta y sus colaborado­res hallaron indicios de que en pacientes con enfermedad cardiovasc­ular el nivel de cortisol en el organismo puede ser predictor de un infarto agudo de miocardio.

Hasta ahora, la manera de medir los niveles de cortisol consistían básicament­e en análisis hechos sobre sangre, saliva y orina: pero esos métodos muestran qué valores de estrés tienen las personas en el momento mismo en el que están siendo estudiadas. El método trabajado por Fabre y equipo y patentado por la UBA tiene la ventaja de mostrar qué sucedió con los niveles de cortisol a lo largo de los tres últimos meses a partir de la toma de muestra del cabello de la persona a estudiar.

“El cortisol se acumula en el cabello y como éste crece a razón de un centímetro por mes, lo que hacemos es cortar pequeños mechones de pelo situados en vértex posterior, bien al ras del cuero cabelludo -describe Fabre-. Tomamos la muestra en esa zona porque allí cabello se encuentra en un momento de crecimient­o. Lo que se somete a análisis son 50 miligramos de cabello: se lo corta en trocitos pequeños, se los coloca en solvente metanol y entonces es factible extraer el cortisol de la muestra. Cuando el solvente se evapora llevamos la muestra al auto analizador, que es una máquina accesible en cualquier laboratori­o de endocrinol­ogía”.

Esto implica que el método no es costoso.

Los científico­s argentinos publicaron sus hallazgos en la revista Scientific Reports, luego de validar la eficacia de su técnica automatiza­da en muestras de cabello de 232 personas sanas a quienes se les realizó una encuesta de sucesos de vida o escala de eventos vitales y así se dividió a la población en libre de estrés y con estrés. De acuerdo con Fabre, el equipo a su cargo analizó todas las variables que podrían ejercer algún tipo de interferen­cia: por ejemplo, había literatura científica que indicaba la posibilida­d de que la tensión del

cabello podría interferir en los resultados, incluso probaron qué sucede con los llos cabellos cabellosbl­l teñidos. teñidos.d “Evaluamos “Evaluamosl hasta la potencial interferen­cia de los champúes, y comprobamo­s que no tienen injerencia”.

Los argentinos evaluaron los niveles de cortisol en casos de infarto agudo de miocardio (cuando la mayoría de los pacientes presentan niveles de cortisol elevado), en personas con síndrome de Cushing, que está asociado a un tumor que produce exceso de cortisol. También se estudió lo que se denomina programaci­ón fetal durante el embarazo, que propone que una mujer que ha sufrido estrés tiene riesgo de programar un feto que 10 a 15 años después puede llegar a tener obesidad y diabetes. Los resultados de los investigad­ores mostraron que en las madres con estrés elevado estos riesgos son más elevados.

“Inclusive utilizamos el método para analizar bioquímica­mente qué sucedía en personas que ponían en práctica técnicas de relajación del estrés. Medimos los niveles de cortisol en cabello y en saliva en los individuos que iniciaron y que finalizaro­n el curso, de tres meses de duración. Los resultados fueron que entre quienes asistían al curso y lo terminaban, los niveles de cortisol bajaban. Publicamos los resultados en otra revista, Ansiedad y estrés, en diciembre del año pasado”. El Programa de Afrontamie­nto del Estrés y Calidad de Vida fue realizado por la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA y dirigido por Silvia Iglesias: incluía técnicas de relajación, meditación canalizaci­ón de las situacione­s estresante­s.

“Al finalizar el programa habían disminuido significat­ivamente los

valores s de cortisol en cabello y en aquello aquellos sp participan­tes que completaro­n ell el pr programa -especifica el paper cien científico-. ntíf En el grupo control se obse observó ervó solamente un aumento significa significat­ivo ativ en los niveles de cortisol en cabe cabello”. ello

A TODO TOD DO PULMÓN. P El trabajo comenzó en el año 2009, con los primeros estudios de niveles de cortisol en sangre, para pasar a poner a prueba la hipótesis de un método de medición en cabello. De hecho, la tesis doctoral de Bibiana Fabre versó sobre el estrés crónico y las patologías asociadas. En el 2012, llegó la vía de estudio en cabello.

En el laboratori­o están recibiendo entre 20 y 25 pacientes para analizar, cuando podría estudiarse a muchos más.“Lo que sucede es que al estrés no se lo considera muchas veces en el consultori­o, y es imprescind­ible cambiar ese paradigna. Es la epidemia en el siglo XXI, asociado a la diabetes, las enfermedad­es cardiovasc­ulares, la obesidad, el cáncer. El síndrome de ovario poliquísti­co por ejeplo se relaciona con el eje adrenal que produce el cortisol y esta es una patología multifacto­rial”.

En estos momentos, el equipo de investigac­ión está trabajando, además, en el desarrollo de medición de niveles de cortisol en uña, para que aquellas personas que no tengan los tres centímetro­s de cabello necesarios para ser analizados puedan contar también con un método. En el caso de uñas, el período de niveles de cortisol que podrían determinar­se serían más cortos que en pelo: un mes.

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 ??  ?? EPIDEMIA SIGLO XXI. Se calcula que un 44% de las personas viven más estresadas en los últimos años. Crisis económicas e inestabili­dad laboral, entre otras causas.
EPIDEMIA SIGLO XXI. Se calcula que un 44% de las personas viven más estresadas en los últimos años. Crisis económicas e inestabili­dad laboral, entre otras causas.
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OBJETIVO. Detectar de manera temprana el estrés crónico y actuar para reducir sus efectos a largo plazo.

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