Sedán compacto
Buenas prestaciones para la versión con baúl del modelo alemán. Con escaso despeje y precio alto.
En el mundillo de las marcas de lujo que se venden a nivel local, Mercedes-Benz es, sin dudas, uno de los referentes en volúmenes de ventas, ya que en muchísimas ocasiones se posiciona como el líder del mercado en su especialidad. A pesar de los impuestos al lujo y un mercado que vive una coyuntura de precios distorsivos, la firma alemana no baja los brazos y sigue presentando nuevos modelos. En este contexto, el Clase A es uno de los más elegidos de este fabricante, que con los años fue ampliando su gama para hacerla más atractiva. Su diseño es sobrio y compacto, y guarda armonía de líneas en sus proporciones; a simple vista se lo puede llegar confundir con un Clase C, aunque este último es más largo. Puertas adentro, este A con baúl ofrece un espacio razonable para cuatro de sus cinco posibles ocupantes. El baúl dispone de una capacidad de 420 litros (50 más que la versión hatchback). Algo angosto a lo ancho y con una leve caída del techo, el sector trasero es apropiado para dos adultos de tamaño medio (1,75 metros, aproximadamente), a pesar del lógico espacio para las piernas.
El motor 2.0 turbo de 224 apunta a un conductor que aprecia más las sensaciones de manejo. En el interior se destaca un tablero completamente digital que dispone de mucha información con múltiples opciones de visualización y de fácil lectura.
Las suspensiones son firmes pero cómodas, aunque el escaso despeje del piso, sumado al bajo perfil de los neumáticos, obligan a tener que tomar recaudo en baches, cunetas, rampas y lomos de burro. Las prestaciones son muy buenas para quien busca sentir la fuerza de la aceleración, con un 0 a 100 km/h en poco más de 6 segundos y una máxima de 240 km/h. Como contra, su precio es demasiado elevado (56.000 dolares), sobre todo si consideramos que llega importado de México y no tributa el 35% de arancel. Y resulta aún más extraño si consideramos que cuesta más que el A hatchback que llega desde Alemania y sí paga el impuesto. Por otra parte, la garantía de dos años es muy escasa para un modelo de esta categoría, y la ausencia de rueda de auxilio limita el radio de acción.